<p>Hoy ha variado considerablemente nuestra representaci&oacute;n del mundo y con ella, nuestra relaci&oacute;n con el otro, lo que tiene una consecuencia directa en la construcci&oacute;n de la identidad y en la exploraci&oacute;n de nuevos territorios identitarios. La sociedad informe es aquella cuyas referencias se diluyen porque sus sistemas ideol&oacute;gicos se derrumban, cuyos fines se pierden en la nebulosa de inc&oacute;gnitas que pesan sobre el futuro y que se repliega en el extremo presente. De ah&iacute; una relaci&oacute;n menos estable con la realidad, te&ntilde;ida de ambivalencia, caracterizada por una dificultad para elegir, y el pasar por experiencias contrarias, sin que esto sea incompatible con la identidad. <br /> <br /> Sociedad informe es la que ve difuminarse los l&iacute;mites entre grandes categor&iacute;as simb&oacute;licas:</p> <p>- Las que rigen la vida social y su representaci&oacute;n: p&uacute;blico vs privado, social vs &iacute;ntimo.</p> <p>- Las que ordenan nuestra aprehensi&oacute;n global del mundo: cerca vs lejos, dentro vs fuera.</p> <p>- Las vinculadas a la percepci&oacute;n subjetiva del entorno y que tienen su asentamiento en el cuerpo, en lo sensorial: placer vs dolor.</p> <p>Este ensayo lo contempla desde la exploraci&oacute;n de los l&iacute;mites y los juegos con la identidad que permiten los medios, la televisi&oacute;n, el cine e internet, en su vertiente tanto l&uacute;dica como dram&aacute;tica.</p>