<p>Desde hace varios a&ntilde;os, las salas de juego son parte fundamental de nuestras ciudades. Por all&iacute; deambulan vidas de todos los sectores sociales y provenientes de todos los recovecos urbanos. Los bingos, instituci&oacute;n capital de nuestro tiempo, no s&oacute;lo se explican por lo econ&oacute;mico: en tiempos de prosperidad o en momentos de crisis, las salas de juego siguen convocando multitudes. Una de las hip&oacute;tesis de este libro es que los bingos operan como una m&aacute;quina terap&eacute;utica, sumamente productiva. Las salas son eficaces para regular los estados de &aacute;nimo de los cuerpos que padecen la ciudad precaria.</p> <p>Los bingos, entonces, como dispositivos sociales, existenciales y pol&iacute;ticos. Territorios estrat&eacute;gicos para pensar la &eacute;poca, las coyunturas pol&iacute;ticas y vitales, los modos de integraci&oacute;n e inclusi&oacute;n contempor&aacute;nea. Territorios ambivalentes esta es otra de las hip&oacute;tesis centrales de esta investigaci&oacute;n, porque en ellos no s&oacute;lo es posible mapear los dispositivos de mando sobre nuestras vidas, sino tambi&eacute;n las apropiaciones singulares que se dan en su interior.</p> <p>Andr&eacute;s Fuentes naci&oacute; en 1984, en Ramos Mej&iacute;a. Es hincha de Boca. Tambi&eacute;n licenciado y profesor en Sociolog&iacute;a (UBA). Trabaja de docente en diferentes instituciones. Le interesa elaborar pensamientos investigando problemas sociales desde inquietudes vivas, politizando preguntas que abran nuevas posibilidades y experiencias. Actualmente investiga las divisiones inferiores de f&uacute;tbol.</p>