<p>&laquo;Vine a Motos porque me dijeron que ac&aacute; viv&iacute;a un solo habitante, un tal Mat&iacute;as L&oacute;pez. Vine a buscar la zona cero de la despoblaci&oacute;n, el punto justo donde el tumor de la soledad se transmuta en met&aacute;stasis extrema de la desolaci&oacute;n. Vine un domingo a mediod&iacute;a buscando a un pastor soltero llamado Mat&iacute;as. Pero no hall&eacute; m&aacute;s que silencio y soledad. No encontr&eacute; otra cosa que un no-lugar en un no-tiempo, una encrucijada geogr&aacute;fica y mental alejada de toda coordenada conocida&raquo;. As&iacute; comienza este viaje de 2.500 kil&oacute;metros por la Espa&ntilde;a despoblada, la llamada Laponia del sur o Serran&iacute;a Celtib&eacute;rica: un territorio monta&ntilde;oso y fr&iacute;o con 1.355 pueblos que se extiende por las provincias de Guadalajara, Teruel, La Rioja, Burgos, Valencia, Cuenca, Zaragoza, Soria, Segovia y Castell&oacute;. En su interior viven menos de ocho habitantes por kil&oacute;metro cuadrado. No hay un lugar tan extremo y vac&iacute;o en toda Europa. Este periplo invernal por una Nada demogr&aacute;fica da voz a los &uacute;ltimos pobladores de un mundo en extinci&oacute;n. Paco Cerd&agrave; ha escrito la cr&oacute;nica de los otros, los que se quedaron descolgados de un pa&iacute;s urbanizado a gran velocidad que ha olvidado su origen rural.</p>