<p>La Escuela de Fráncfort, la reflexión feminista, Gilles Deleuze y Félix Guattari, además de Michel Foucault: hace mucho tiempo que la filosofía comprende cuánto es políticamente significativo el sexo y cuánto la modernidad occidental, en cambio, ha tratado de ocultar las diferencias sexuales bajo el principio de igualdad de todos los individuos frente a la ley. Habiendo surgido del doble trauma de la caída del muro de Berlín y de la crisis del SIDA, las teorías tratan de explicar en qué medida la mera existencia de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero, intersexuales y asexuales representa un reto al liberalismo. Sin embargo, en el vigoroso florecimiento que el queer ha tenido en Italia durante los últimos años, lo que ha prevalecido ha sido una versión progresista y tranquilizadora de estas temáticas, derivadas especialmente del pensamiento de Michel Foucault y de Judith Butler y del diálogo entre el lesbofeminismo europeo y los estudios de género estadounidenses. Queda todavía en la sombra la corriente antisocial de las teorías queer, desarrollada sobre todo por pensadores gais como Leo Bersani y Lee Edelman, quienes, más que hacer de lo «sexual» una instancia de emancipación política, insisten acerca de las perturbadoras relaciones que estos entretejen con la pulsión de muerte, auguran la supresión del sujeto político en el gozo y son partidarios del fin de la civilización.</p>
<p>Con el intento de colmar una laguna, este libro discute críticamente el declive «apocalíptico» del queer, halla las premisas en la contestación de los años setenta (Guy Hocquenghem, Mario Mieli) y pone de relieve la radicalidad sobre el paisaje de fondo de la filosofía política clásica de la modernidad (Thomas Hobbes, Immanuel Kant). Para suministrar una puesta en escena figurada del ataque que las existencias sexuales fuera de la norma representan para el imaginario político contemporáneo, el autor llama a la causa a los zombis gais del cine de Bruce LaBruce: «Cuando ya no quede sitio en el infierno, los muertos caminaremos por la tierra…».</p>