relaciones de poder

  • Las niñas salvajes es una magnífica novela corta de Ursula K. Le Guin, la historia de dos jóvenes nómadas que son raptadas y esclavizadas en una sociedad de espada y seda.
  • La familia

    9,00
    <p>La familia, la c&eacute;lula de la sociedad, funciona como campo de pruebas de lo que vendr&aacute; despu&eacute;s. Es un sistema de poder y un espacio de revoluci&oacute;n. Un lugar de amor y reconocimiento, de traici&oacute;n y dolor. Los relatos de este volumen miden su peso, nuestra capacidad para vivir seg&uacute;n el papel que nos asigna o para librarnos de &eacute;l. La familia es lo primero. Qu&eacute; le vamos a hacer.</p> <p>Este volumen contiene once relatos, cada uno centrado en un rol u orbitando alrededor de un arquetipo familiar, desde la cu&ntilde;ada hasta el abuelo, pasando por la madre, la hija, el padre, la amante o los primos. Las historias son completamente independientes, cada uno de los personajes viene de un hogar y cada uno de los autores llega con su propia tradici&oacute;n y su propia herencia, pero entre todos forman un fresco en el que cualquiera puede verse reconocido. Juntos, funcionan como una cena de Nochebuena: la convicencia es tan conflictiva como irremediable; detr&aacute;s de las costuras, de las fricciones, se esconde la verdad.</p>
  • <p>C&oacute;mo una ni&ntilde;a sobrevive al infierno, s&oacute;lo ella lo sabe. En este libro se cuenta la historia de una mujer que padeci&oacute; una infancia llena de violencia en El Salvador, lejos de su madre. Seguir viviendo es tanto la narraci&oacute;n de una vida que podr&iacute;a haberse truncado en la primera infancia, como la historia de superaci&oacute;n de una persona que ha logrado sobreponerse a tanto dolor gracias a la poes&iacute;a, a la resiliencia, a la fortaleza personal y a sus estudios. V&iacute;ctima de un ped&oacute;filo durante trece a&ntilde;os, Sandra Pulido ha decidido romper el silencio para poder seguir viviendo y denunciar esta lacra que afecta a tantas criaturas. La pedofilia es uno de los grandes tab&uacute;es de nuestra sociedad, aunque el n&uacute;mero de casos sea apabullante. Girar la cara ante esta nefanda realidad no s&oacute;lo es una forma de propiciar que se sigan perpetuando esos cr&iacute;menes, sino tambi&eacute;n una forma de dejar muy solas con su verdad a las v&iacute;ctimas m&aacute;s vulnerables de nuestra sociedad: ni&ntilde;as y ni&ntilde;os que han tenido la mala fortuna de coincidir en sus hogares con los peores depredadores, quienes adem&aacute;s siguen recibiendo la connivencia del resto de sus familiares en muchos casos.</p> <p>Una ma&ntilde;ana de oto&ntilde;o lleg&oacute; a mi despacho de la universidad una nueva estudiante de maestr&iacute;a: Sandra Pulido. Yo todav&iacute;a no pod&iacute;a saberlo, pero ella acabar&iacute;a convirti&eacute;ndose en la protagonista de este libro. Durante meses, Sandra me cont&oacute; retazos de una infancia y una adolescencia llenas de abusos. Tiempo despu&eacute;s me trajo sus diarios, sus poes&iacute;as, sus fotos, y me pidi&oacute; que yo escribiera este libro. &ldquo;Si mi historia puede ayudar a una sola persona a superar el dolor y a salir adelante, habr&aacute; valido la pena&rdquo;, me dijo. Mientras yo escrib&iacute;a, ella iba leyendo cada cap&iacute;tulo, as&iacute; que este libro es el resultado de una conversaci&oacute;n con ella, de una reflexi&oacute;n compartida, de un deseo de mostrar que es posible seguir viviendo a pesar de todo. Tambi&eacute;n es un libro escrito desde mi propio desconcierto, mi rabia contra el criminal y mi admiraci&oacute;n por aquella ni&ntilde;a que sobrevivi&oacute; al infierno. A la historia as&iacute; narrada la acompa&ntilde;an las poes&iacute;as de la protagonista, que funcionan como testimonio l&iacute;rico desde la intimidad. Poder hablar sobre un pasado tortuoso y ser escuchada tambi&eacute;n es una forma de restituci&oacute;n, aunque no se haga siempre justicia. Ni una m&aacute;s. Ni una menos.</p>
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