La Convivencialidad se anticipó a muchos debates hoy ineludibles. Inmersos ya en un colapso de difícil salida, su propuesta plantea un horizonte de sociedad postindustrial que permita «a todos sus miembros la acción más autónoma y más creativa posible», a través de la producción de herramientas controladas y controlables desde las propias necesidades primarias y comunitarias.