<p>A lo largo de este trabajo he defendido que las técnicas sociológicas -porque ya no se puede hablar siquiera de teorías- en su misma concepción, son una apuesta por el control y el dominio. el carácter policial de la escritura sociológica ha calado en el pensamiento crítico que, desgastado en las gramáticas revolucionarias, no parece capaz de encontrar el camino para sustraerse a los argumentos ciudadanistas o a la paralizante visión catastrófica que espera pacientemente el derrumbe del sistema "por su propia inercia".</p>
<p>La lógica industrial ha subsumido cualquier tentativa de destrucción del orden existente, reduciendo las cuestiones sociales a discusiones técnicas o de ingeniería social. El consenso generalizado en torno a las bases fundamentales de la dominación, propicia esta paulatina tecnificación de los sujetos, que reduce su pensamiento a un balbuceo y su actividad a la más desesperante puesta en escena de la falsa conciencia.</p>