sociología

  • <p>&laquo;La historia de la humanidad no versa solamente sobre su desarrollo t&eacute;cnico o su &quot;progreso&quot; en todos los &aacute;mbitos, ni siquiera incluso sobre sus instituciones y sus revoluciones. Tambi&eacute;n versa sobre sus locuras colectivas, que son las que han permitido este desarrollo y estas instituciones.&raquo;</p> <p>Michel Bounan asume en este ensayo las premisas situacionistas de su amigo Guy Debord para analizar, desde una singular perspectiva personal, los males que afectan a la sociedad postindustrial. Si a cada organizaci&oacute;n social le corresponde una clase particular de locura, el estado actual del planeta tiene un reflejo evidente en nuestra salud mental colectiva.</p>
  • <p>Juan Carlos Monedero: Francotiradores en la cocina</p> <p>Contra el tel&oacute;n de fondo de las turbulencias pol&iacute;ticas atravesadas por Am&eacute;rica Latina durante los &uacute;ltimos a&ntilde;os, Juan Carlos Monedero moviliza los recursos de la teor&iacute;a del Estado ?de Gramsci a Poulantzas? para proporcionar un an&aacute;lisis comparativo cr&iacute;tico del ciclo de los gobiernos de izquierda registrados en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina y Brasil durante las &uacute;ltimas dos d&eacute;cadas.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Carlo Ginzburg: El v&iacute;nculo de la verg&uuml;enza</p> <p>&iquest;Y si fuera la verg&uuml;enza por nuestro pa&iacute;s y no nuestro amor por &eacute;l la marca aut&eacute;ntica de pertenencia? Rasgos distintivos de una emoci&oacute;n pol&iacute;tica, en el cruce entre la biolog&iacute;a y la historia, desde la invocaci&oacute;n de N&eacute;stor de los campos de batalla de Troya hasta el recuerdo de Primo Levi del Ej&eacute;rcito Rojo. &iquest;C&oacute;mo podr&iacute;amos imaginar las fronteras de una comunidad unida por la verg&uuml;enza?</p> <p>&nbsp;</p> <p>Nicholas Mulder: Homo Europus</p> <p>Al hilo del retiro de Jean-Claude Juncker de la Comisi&oacute;n Europea, reflexiones sobre su carrera como sin&eacute;cdoque de la cultura pol&iacute;tica de la ue y sobre el paso de su tierra natal, el Gran Ducado de Luxemburgo, de productor de acero a guarida financiera.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Michael Hardt y Antonio Negri: Imperio, veinte a&ntilde;os despu&eacute;s</p> <p>Si Imperio fue para muchas personas el texto clave de la era de la globalizaci&oacute;n, &iquest;c&oacute;mo se lee ahora en medio de una era de nacionalismo en auge y crisis dilatada? En una actualizaci&oacute;n fundamental, los autores analizan c&oacute;mo las esferas gemelas del poder y de la (re)producci&oacute;n se han desincronizado, s&iacute;ntoma de un sistema que, en las palabras de Deleuze y Guattari, funciona estrope&aacute;ndose.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Rohanna Kuddus: Indonesia, sorpresa en septiembre</p> <p>&iquest;Qu&eacute; sentido m&aacute;s amplio tienen de las recientes y masivas protestas juveniles acaecidas a lo largo del archipi&eacute;lago indonesio (Java, Sumatra, Pap&uacute;a, Sulawesi, Bali) y qu&eacute; presagian para el segundo mandato de Jokowi, anta&ntilde;o el candidato de la &laquo;esperanza y el cambio&raquo; reminiscente de Obama?</p> <p>&nbsp;</p> <p>Zion Lights: Rebeldes contra el cambio clim&aacute;tico</p> <p>Entrevista con una de las activistas destacadas de Extinction Rebellion. C&oacute;mo los nuevos militantes por el clima del Reino Unidos han adaptado las teor&iacute;as de la desobediencia civil y las estructuras de &laquo;gesti&oacute;n horizontal&raquo; para tomar Londres en nombre de la emergencia medioambiental.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Aaron Benanav: Automatizaci&oacute;n ? 2</p> <p>Para finalizar su an&aacute;lisis, publicado en dos partes, del desarrollo tecnol&oacute;gico y de la disfunci&oacute;n del mercado de trabajo global, Aaron Benavav refuta la petici&oacute;n de los te&oacute;ricos de la automatizaci&oacute;n de la renta b&aacute;sica universal con una propuesta alternativa. &iquest;Podemos inventar el futuro partiendo del mundo que queremos construir?</p> <p>&nbsp;</p> <p>Cr&iacute;tica</p> <p>Owen Hatherley rese&ntilde;a Hassan Fathy: Earth &amp; Utopia, de Salma Samar Damluji y Viola Bertini. Un estudio exhaustivo de los radicales dise&ntilde;os en adobe del destacado arquitecto moderno egipcio.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Emma Fajgenbaum rese&ntilde;a Ma m&egrave;re rit, de Chantal Akerman, el &uacute;ltimo libro de la cineasta, en parte diario, en parte cr&oacute;nica, de una relaci&oacute;n complicada y tierna.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Oliver Eagleton rese&ntilde;a The Twittering Machine, de Richard Seymour. Un ataque marxista-freudiano contra las redes sociales analizadas como irremediablemente hostiles para la pol&iacute;tica progresista.</p>
  • <p>Aaron Benanav: La automatizaci&oacute;n y el futuro del trabajo</p> <p>La primera de una revaluaci&oacute;n global publicada en dos partes de los v&iacute;nculos existentes entre los avances tecnol&oacute;gicos y las disfunciones del mercado de trabajo capitalista. &iquest;C&oacute;mo puede aclarar el discurso sobre la automatizaci&oacute;n las din&aacute;micas que se producen en el seno de la econom&iacute;a productiva? El auge de la rob&oacute;tica frente a la sobrecapacidad industrial para explicar la crisis cada vez m&aacute;s profunda del subempleo.</p> <p>Alain Supiot: Un artista de la ley</p> <p>El contraste de ideas opuestas y los peligros de la ca&iacute;da en el poder arbitrario: la educaci&oacute;n recibida por Kafka en el principio de contradicci&oacute;n procesal como explicaci&oacute;n del estilo de su prosa y de sus inquietudes presentes en El proceso y en otras obras.</p> <p>Perry Anderson: &iquest;Situacionismo a la inversa?</p> <p>A partir de la extensa rese&ntilde;a publicada por C&eacute;dric Durand en la nlr 116/117, Perry Anderson rastrea las pistas pol&iacute;ticas y metodol&oacute;gicas que subyacen en Crashed, de Adam Tooze, a la luz del resto de la obra del autor. Desde la Paz de 1919 hasta las l&iacute;neas de canje de d&oacute;lares organizadas por la Reserva Federal en 2008, el auge tantas veces anunciado de una potencia hegem&oacute;nica estadounidense benefactora.</p> <p>Johnny Rodger: La biblioteca que desaparece</p> <p>En dos ocasiones consumida por el fuego y a punto de ser reconstruida de nuevo, &iquest;en qu&eacute; sentido puede decirse que a&uacute;n exista la biblioteca de la Glasgow School of Arts, obra de Charles Rennie Mackintosh? La desrealizaci&oacute;n freudiana, la duda cartesiana y una alegor&iacute;a ga&eacute;lica son conjuradas por los recuerdos de las vigas reconstruidas y de sus restos quemados rememorados por un investigador residente.</p> <p>Lola Seaton: Los fines de la cr&iacute;tica</p> <p>Como respuesta al reciente debate entre Francis Mulhern y Joseph North acerca de los instrumentos y objetivos de la cr&iacute;tica literaria, Lola Seaton analiza la interacci&oacute;n del m&eacute;todo y la experiencia personal en El campo y la ciudad, de Raymond Williams, y su reencarnaci&oacute;n contempor&aacute;nea en la &laquo;espectrolog&iacute;a&raquo; de Mark Fisher en K-Punk.</p> <p>cr&iacute;tica</p> <p>Benjamin Kunkel rese&ntilde;a The Socialist Manifesto. A Case for the Democratic-Socialist Transformation of the United States, de Bhaskar Sunkara. Una propuesta para la transformaci&oacute;n democr&aacute;tico-socialista de Estados Unidos, que extrae ense&ntilde;anzas de los fracasos del siglo xx.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Robin Blackburn rese&ntilde;a The Future of Capitalism, de Paul Collier. Un programa para enderezar los fracasos del capitalismo contempor&aacute;neo mediante un regreso a la pol&iacute;tica comunitaria pragm&aacute;tica del &laquo;extremo centro&raquo;.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Susan Watkins rese&ntilde;a Down Girl, de Kate Manne. Un argumento moral-filos&oacute;fico para el feminismo de las privilegiadas, contempladas como las primeras v&iacute;ctimas de una pol&iacute;tica mis&oacute;gina.</p>
  • <p>Susan Watkins: <em>La d&eacute;cada de la crisis brit&aacute;nica</em></p> <p>La victoria de Boris Johnson bajo el eslogan Get Brexit Done, enmarcada en el contexto de las m&uacute;ltiples crisis (econ&oacute;mica, social, regional, nacional, europea) que han enturbiado el Reino Unido desde que su burbuja financiera estallara en 2008, ante las cuales la nueva ascendencia tory se presenta como una soluci&oacute;n.</p> <p>&nbsp;</p> <p>R. Taggart Murphy: <em>Jap&oacute;n: preservar el privilegio</em></p> <p>Primera gran econom&iacute;a en pasar por la secuencia de implosi&oacute;n financiera y vuelco electoral, Jap&oacute;n tambi&eacute;n va por delante de Occidente a la hora de estabilizar su orden pol&iacute;tico. Pero, &iquest;la estasis de la elite se refleja en la sociedad sobre la que se asienta? Una deflaci&oacute;n renovada y la disminuci&oacute;n de los seishain constituyen el tel&oacute;n de fondo del tercer mandato de Abe.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Franco Moretti: <em>&iquest;Alegorizar siempre?</em></p> <p>En opini&oacute;n de Fredric Jameson la alegor&iacute;a expone las contradicciones que la ideolog&iacute;a oculta: atrapa las multiplicidades de la modernidad y forja un mecanismo interpretativo para uso de la cr&iacute;tica cultural. Desde la transformaci&oacute;n del texto hasta la terraformaci&oacute;n del planeta, reflexiones sobre el m&eacute;todo de uno de los principales te&oacute;ricos marxistas a partir de momentos escogidos de su obra m&aacute;s reciente y m&aacute;s l&uacute;dica.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Michael Burawoy: <em>Historia de dos marxismos</em></p> <p>La carrera pol&iacute;tica e intelectual del soci&oacute;logo Erik Olin Wright (1947-2019) relatada por su amigo y colaborador. En medio de la derrota del socialismo realmente existente, el paso del an&aacute;lisis de clase a la imaginaci&oacute;n ut&oacute;pica, de la ciencia a la cr&iacute;tica. &iquest;Podr&iacute;a Polanyi darnos pistas acerca de c&oacute;mo podr&iacute;an unirse estas dos corrientes?</p> <p>&nbsp;</p> <p>Dylan Riley: <em>&iquest;Utop&iacute;a real o empiricismo abstracto?</em></p> <p>&iquest;D&oacute;nde se localizar&iacute;an las utop&iacute;as reales, tal y como las conceptualizaba Wright, dentro del contexto hist&oacute;rico del desarrollo capitalista? Una r&eacute;plica a Burawoy que coloca la producci&oacute;n por encima de la mercantilizaci&oacute;n, a Marx por encima de Polanyi, y a los an&aacute;lisis del presente sobre las visiones del futuro, como claves para resolver este enigma te&oacute;rico.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Zep Kalb y Masoumeh Hashemi: <em>Los Universal Studios de Teher&aacute;n</em></p> <p>Historia pol&iacute;tica del cine iran&iacute;, que rastrea los or&iacute;genes de su pluralidad de g&eacute;neros a trav&eacute;s del minimalismo de la Nueva Ola, los documentales b&eacute;licos y el montaje cosmopolita. En una sociedad que a menudo se caricaturiza como cerrada y atrasada, las presiones de la censura y del mercado han producido sin querer una cultura cinematogr&aacute;fica de primer orden, pero, &iquest;c&oacute;mo sobrevivir&aacute; esta bajo el r&eacute;gimen de sanciones de Estados Unidos?</p> <p>&nbsp;</p> <p>Rob Lucas rese&ntilde;a <em>The Age of Surveillance Capitalism</em>, de Shoshana Zuboff. Google y Facebook como pioneros de un desasosegante nuevo r&eacute;gimen de acumulaci&oacute;n capitalista.</p> <p>Emilie Bickerton rese&ntilde;a <em>When the Movies Mattered</em>, de Jonathan Kirshner y Jon Lewis (eds.). La fugaz eflorescencia de un cine radicalizado en Hollywood, impulsado por la ansiedad pol&iacute;tica de la d&eacute;cada de 1970.</p> <p>Jacob Collins rese&ntilde;a <em>Du Rhin &agrave; la Manche</em>, de Peter Sch&ouml;ttler. El tratamiento historiogr&aacute;fico del Rin como un reflejo de los imaginarios nacionalistas franco-alemanes.</p>
  • Márgenes y umbrales es un texto imprescindible para los debates contemporáneos sobre los espacios urbanos y metropolitanos
  • <p>A pesar de la incesante autorreflexi&oacute;n de la cr&iacute;tica te&oacute;rica, cabe se&ntilde;alar que se han descuidado, o quiz&aacute;s m&aacute;s bien se han descartado ir&oacute;nicamente, las cuestiones de su propia denominaci&oacute;n. La pregunta sobre las causas de la ausencia del posestructuralismo en Francia que se hace Johannes Angermuller pretende poner fin a esta situaci&oacute;n. Su proyecto consiste en situar, social e hist&oacute;ricamente, las disparidades entre los fen&oacute;menos te&oacute;ricos franceses y angloamericanos: en Francia, el posestructuralismo no existe como t&eacute;rmino unificador, mientras que en el mundo anglosaj&oacute;n se invoca con frecuencia para categorizar a los pensadores franceses. As&iacute; pues, la pregunta fundamental del libro orbita en torno a la siguiente idea, &iquest;qu&eacute; est&aacute; todav&iacute;a en juego en lo que antes se llamaba posestructuralismo o, m&aacute;s en general, en lo que gen&eacute;ricamente era la Teor&iacute;a Francesa? Con ello nos obliga a reflexionar sobre la tensi&oacute;n entre la cr&iacute;tica y su momento de enunciaci&oacute;n, as&iacute; como sobre la brecha temporal que separa el an&aacute;lisis de su objeto, utilizando en especial los conceptos y la metodolog&iacute;a de Pierre Bourdieu como clave de an&aacute;lisis.</p>
  • <p>Reinventar una izquierda emancipadora del siglo XXI exige reinventar una br&uacute;jula que incluya a la vez referencias cr&iacute;ticas de ayer y pensadores enfrentados a los desaf&iacute;os de hoy. Tal es la tarea que el soci&oacute;logo y fil&oacute;sofo franc&eacute;s Philippe Corcuff intenta en este libro, para lo cual se inspira tanto en la lectura her&eacute;tica de Marx como en la sociolog&iacute;a cr&iacute;tica de Pierre Bourdieu, o las filosof&iacute;as de Michel Foucault y de Emmanuel Levinas. Fruto de esta conexi&oacute;n, es su intento de reivindicar el lugar de la individualidad en una teor&iacute;a pol&iacute;tica libertaria, en estrecha relaci&oacute;n con el com&uacute;n. Lo cual tiene consecuencias para el an&aacute;lisis del capitalismo actual, haciendo de la contradicci&oacute;n capital/individualidad una de sus principales zonas de fragilidad. Tambi&eacute;n supone comprender con Foucault las relaciones entre las limitaciones sociales estructurales y las posibilidades de subjetivaci&oacute;n individual. El horizonte ut&oacute;pico de la pol&iacute;tica emancipadora se redefine gracias al pragmatismo filos&oacute;fico de John Dewey y a la fenomenolog&iacute;a de la apertura del ser de Levinas. Todo ello lleva a Philippe Corcuff a criticar algunas falsas soluciones de moda, especialmente los usos del concepto de hegemon&iacute;a de Antonio Gramsci y el populismo de izquierda de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. Asimismo, le permite contraponer una lectura anarquista de la serie Juego de Tronos a la lectura conformista de Pablo Iglesias.</p> <p>&nbsp;</p> <p>El libro esboza, a lo largo de diversos cap&iacute;tulos compuestos de escritos e intervenciones p&uacute;blicas, una &eacute;tica de la fragilidad que rechace los sue&ntilde;os de absoluto y de pureza, d&aacute;ndole el nombre parad&oacute;jico de socialdemocracia libertaria a ciertas pistas que van en esa direcci&oacute;n. Para tal fin, present&aacute;ndose como intelectual y militante intelectual, Philippe Corcuff identifica, en el espacio pol&iacute;tico emergente de las experiencias socialistas y comunistas del siglo XX, dos grandes v&iacute;as que trata de ampliar te&oacute;ricamente. Por una parte, la necesidad de renovar y ampliar las herramientas marxianas y &laquo;marxistas&raquo; de an&aacute;lisis cr&iacute;tico del mundo con los recursos sociol&oacute;gicos &laquo;posmarxistas&raquo;, y en particular con la cr&iacute;tica de las dominaciones desarrolladas por Pierre Bourdieu, la sociolog&iacute;a pragm&aacute;tica iniciada por Luc Boltanski y Laurent Th&eacute;venot, o las sociolog&iacute;as cr&iacute;ticas y comprensivas del individualismo. Por otra parte, una filosof&iacute;a pol&iacute;tica emancipadora enfrentada a antinomias permanentes, tales como las que existen entre la consolidaci&oacute;n de un espacio com&uacute;n de justicia y el desarrollo de las singularidades individuales, o entre las protecciones institucionales y la cr&iacute;tica libertaria de las opresiones institucionales.</p>
  • <p>Esta es una obra clave del pensamiento revolucionario. Se public&oacute; a la vez que La sociedad del espect&aacute;culo, y pronto ambas se convirtieron en los elementos te&oacute;rico-pol&iacute;ticos que articularon la mirada y las experiencias de Mayo del 68 y el situacionismo. En ella se trazan perspectivas para un cambio radical en la vida: desarrollo libre de la individualidad y de una organizaci&oacute;n social basada en la cooperaci&oacute;n, la autonom&iacute;a y la autogesti&oacute;n.</p> <p>Vaneigem impulsa al lector a desafiar los roles sociales en los que se le encuadra: estudiante, joven, ciudadano, mujer, hijo, trabajador... Los roles mantienen al individuo alejado permanentemente de su verdadero ser. Aceptar un rol es asumir algo de poder en el juego social, pero tambi&eacute;n aceptar la sumisi&oacute;n. Escrito bajo las influencias de Spinoza, Fourier, Marx, Nietzsche y Lefebvre, este tratado desarrolla la cr&iacute;tica situacionista a la alienaci&oacute;n en la sociedad de consumo, en la que somos esclavos sin amo frente a un Poder cada vez m&aacute;s eficiente gracias a la cibern&eacute;tica. La gente se limita a consumir y sobrevivir: es el instinto de muerte descubierto por Freud y Reich. Para Vaneigem, la vida cotidiana est&aacute; empobrecida y ha sido reducida; vivimos un nuevo tipo de miseria y vaciamiento existencial, que se extiende no ya solo al trabajo, tambi&eacute;n al ocio, el descanso y el placer, falseando las relaciones personales. Como resultado, los sujetos sufren una fragmentaci&oacute;n y la mutilaci&oacute;n de sus vidas. El tratado le da especial importancia al trabajo asalariado, como forma m&aacute;s brutal de domesticaci&oacute;n.</p> <p>Vaneigem destroza el racionalismo ilustrado del hombre occidental, pero tambi&eacute;n cr&iacute;tica a la izquierda cobarde. A quienes se conforman con el Estado del Bienestar habr&aacute; que recordarles que &ldquo;quienes hacen a medias la revoluci&oacute;n no hacen m&aacute;s que cavarse la tumba&rdquo;. Por otra parte, aquellos que hablan de revoluci&oacute;n sin referirse a la vida cotidiana, sin comprender lo que hay de subversivo en el amor, <em>tienen un cad&aacute;ver en la boca</em>. Una de las armas para renovar el mundo es el lenguaje -en todas sus variantes-, que debe aventurarse en el terreno de la poes&iacute;a, la comunicaci&oacute;n abierta y lo sensual para enfrentarse al imperio de lo cuantitativo y del c&aacute;lculo -com&uacute;n al capitalismo y al estalinismo-. De nada sirve el sacrificio y la militancia si niegan la libertad, que es la esencia de la revoluci&oacute;n.</p> <p>En la segunda parte del libro, Vaneigem explora las posibilidades. Habla de invertir la perspectiva: dejar de ver con los ojos de la comunidad alienada, de la ideolog&iacute;a, de la familia, de los dem&aacute;s. Hay que recuperar la creatividad y la espontaneidad. Es espont&aacute;neo aquello que no surge de una obligaci&oacute;n interiorizada en el subconsciente y que adem&aacute;s escapa del dominio de la abstracci&oacute;n. Por ello, es necesario reestructurar el subconsciente -como propon&iacute;a el surrealismo- para potenciar la subjetividad (emociones, pasiones, deseos, goces). El arte, el juego, la diversi&oacute;n, la amistad y lo er&oacute;tico se despliegan en la pasi&oacute;n creadora, n&uacute;cleo central de lo revolucionario. Esta nueva edici&oacute;n revisada incluye un op&uacute;sculo del autor, <em>Banalidades de base</em>, donde se definen una serie de conceptos sobre la Internacional Situacionista, y una larga entrevista a Vaneigem en la que realiza un repaso sobre su obra.</p>
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