trabajo sexual

  • <p>Marx entendi&oacute; el capitalismo como una etapa necesaria para llegar a una sociedad sin clases en un mundo sin escasez. Fascinado por la potencia productiva del capitalismo industrial que tan ferozmente combat&iacute;a, dej&oacute; de lado la explotaci&oacute;n del trabajo no asalariado, el trabajo no pagado de las mujeres dedicado a la reproducci&oacute;n de la mano de obra; un trabajo que consideraba natural y arcaico. Estas dos limitaciones del trabajo te&oacute;rico de Marx marcaron en enorme medida el desarrollo de las teor&iacute;as y luchas marxistas, centradas desde entonces en la f&aacute;brica y casi siempre magnetizadas por el fetichismo tecnol&oacute;gico.<br /> <br /> Silvia Federici y otras feministas de los a&ntilde;os setenta, tomando a Marx pero siempre m&aacute;s all&aacute; de Marx, partieron de su idea de que &quot;el capitalismo debe producir el m&aacute;s valioso medio de producci&oacute;n, el trabajador mismo&quot;. A fin de explotar esta producci&oacute;n se estableci&oacute; el patriarcado del salario. La exclusi&oacute;n de las mujeres del salario otorga un inmenso poder de control y disciplina a los varones a la vez que esvaloriza e invisibiliza su trabajo. Esta invisibilizaci&oacute;n no solo es &uacute;til para explotar el gigantesco &aacute;mbito de la reproducci&oacute;n de la fuerza de trabajo. Al mismo tiempo, y al igual que la desvalorizaci&oacute;n de otras muchas figuras (esclavos, colonizados, migrantes), sirve al capitalismo en su principal objetivo: construir un entramado de desigualdades en el cuerpo del proletariado mundial que le permita reproducirse.</p>
  • Fanny Hill

    17,00
    <p><em>Fanny Hill</em> (1748-1749) es considerada uno de los cl&aacute;sicos de la literatura er&oacute;tica universal. A los pocos meses de su publicaci&oacute;n esta novela fue prohibida por inmoral, su autor, John Cleland, y su editor condenados, siendo protagonista del primer juicio de un libro por obscenidad en Massachusetts, Estados Unidos, en 1821, en el que, entre otros ep&iacute;tetos, la pobre Fanny fue descrita como &laquo;pose&iacute;da por el diablo porque incitaba a los ciudadanos a tener pensamientos lujuriosos&raquo;.</p> <p>En 1960, los grupos de acci&oacute;n moral quemaron ejemplares en Inglaterra y Jap&oacute;n. En Espa&ntilde;a, <em>Fanny Hill</em> no vio la luz hasta 1977. La novela cuenta la historia de una inocente chica de pueblo, Fanny, que apenas llega a Londres se ve abocada a trabajar en un burdel. Se enamora de Charles, un apuesto y bien dotado gal&aacute;n, con el que vivir&aacute; gozosamente varias semanas antes de que este desaparezca misteriosamente. A partir de entonces, Fanny asumir&aacute; su carrera de prostituta con todas las consecuencias, sin mostrar arrepentimiento o pena alguna, antes bien destacando las ventajas de la profesi&oacute;n que la acaban llevando de amante en amante hasta una envidiable y saneada posici&oacute;n; al final, Charles reaparecer&aacute; y se casar&aacute;n.</p> <p>Con esta historia, Cleland contravino numerosas normas, entre otras, las de las novelas de la &eacute;poca, que condenaban a las prostitutas a la miseria. Frente a la s&oacute;rdida realidad de la prostituci&oacute;n londinense de aquella &eacute;poca, dej&oacute; a un lado todo detalle de mal gusto y se rio de las costumbres cristianas, pues la novela es la &laquo;confesi&oacute;n&raquo; de una mujer que jam&aacute;s reneg&oacute; de su vida anterior.</p>
  • <p>Dentro del binomio prostituci&oacute;n-feminismo resulta bastante habitual recurrir a su dimensi&oacute;n metaf&oacute;rica como espacio de pr&aacute;cticas, experiencias o militancias, siendo las met&aacute;foras que delimitan el fin de un espacio y el comienzo del siguiente. As&iacute; la prostituci&oacute;n ha intentado insertarse dentro del feminismo y cuando lo ha conseguido se ha producido una ruptura, al parecer, irreconciliable. Si el cuerpo de las mujeres es la &uacute;ltima frontera del capitalismo, el prost&iacute;bulo es la &uacute;ltima frontera del feminismo. A trav&eacute;s de esta alegor&iacute;a, podemos observar c&oacute;mo la prostituci&oacute;n se va configurando como el eterno espacio por &laquo;conquistar&raquo; dentro de los feminismos y c&oacute;mo, al mismo tiempo, ha quedado relegada en los m&aacute;rgenes y la periferia de un movimiento que lucha por la visibilidad del mayor conjunto de pluralidades posibles.</p> <p><em>Feminismos desde las esquinas</em>, pretende representar toda la carga metaf&oacute;rica que puede albergar una esquina, en el sentido de representar la parte exterior del lugar donde convergen dos lados de una cosa. Dos lados, feminismo y prostituci&oacute;n, que se encuentran en la emergencia del movimiento en defensa de los derechos de las trabajadoras del sexo. Un movimiento que, desde las esquinas, reclama la participaci&oacute;n en el espacio de los feminismos, que aspiran a ser cada vez m&aacute;s plurales e interseccionales. La cuesti&oacute;n que hoy se dirime en el espacio p&uacute;blico es si tiene lugar y si lo tiene en los t&eacute;rminos que el movimiento reivindica. De ah&iacute;, nos surgen las preguntas: &iquest;son feminismo y prostituci&oacute;n espacios con capacidad de cruce y de encuentro?, &iquest;es nueva la confrontaci&oacute;n en el espacio p&uacute;blico entre ambos fen&oacute;menos? Elena Mart&iacute;nez nos sumerge en el debate desde la experiencia propia con las mujeres que ejercen la prostituci&oacute;n y las pol&iacute;ticas que las atraviesan.</p>
  • I TENIA COR

    18,00
    <p>Per qu&egrave; cal defensar els drets de les treballadores sexuals? Per qu&egrave; &eacute;s treball el treball sexual? Com construeixen les putes la seva ag&egrave;ncia? La &laquo;croada moral&raquo; ha establert els l&iacute;mits del que &eacute;s decent, del que &eacute;s bo i del que &eacute;s normal responent all&ograve; que Gayle Rubin defineix com a &laquo;p&agrave;nic sexual&raquo;. Han utilitzat les lleis i ordenances per perseguir les treballadores sexuals (especialment les ja colpejades per la seva posici&oacute; de classe, ra&ccedil;a o g&egrave;nere) controlant, aix&iacute;, les pr&agrave;ctiques sexuals de totes les dones i dissidents sexuals.</p> <p>La trama del llibre &eacute;s un viatge cap al cor d&rsquo;un dels barris m&eacute;s controvertits de Barcelona: el Raval. Motterle recorre els seus carrerons en les manifestacions organitzades per les Putes Llibert&agrave;ries, escoltant hist&ograve;ries de vida en antres llegendaris o en la intimitat de casa seva, i ens recorda les barricades que van al&ccedil;ar les &laquo;dones mal inclinades&raquo; a principis del s. XX.</p> <p>Mitjan&ccedil;ant una mirada c&ograve;mplice i interseccional, ens proposa una an&agrave;lisi situada dels dispositius de poder que acaben negant els drets de les treballadores sexuals. Desmitificant els imaginaris m&eacute;s difosos sobre el treball sexual, analitza i celebra les pr&agrave;ctiques emancipat&ograve;ries encarnades per les protagonistes, sintonitzant-nos amb les seves necessitats.</p>
  • <p><em>La Resurrecci&oacute;n de las Monstruas</em> es un mapa que toma forma de texto, el cual va mutando entre el ensayo, la poes&iacute;a y la autoficci&oacute;n, buscando capturar las palpitaciones de un cuerpo atravesado por la norma, pero tambi&eacute;n por la enfermedad y el control m&eacute;dico-social. La autora en esta obra manifiesta la importancia de crear nuevos imaginarios sociales, pero tambi&eacute;n sexuales, donde el deseo y el placer deben formar parte de nuestra cultura. La invisibilizaci&oacute;n de la sexualidad o la reproducci&oacute;n de les monstruas es una negaci&oacute;n en s&iacute; misma, a su existencia&hellip;</p>
  • <p>Con esta nueva aparici&oacute;n, seguimos la colecci&oacute;n de relatos, episodios y narraciones hist&oacute;ricas que han tenido como escenario el barrio del Raval.</p> <p>La presentaci&oacute;n de este nuevo t&iacute;tulo supone una excepci&oacute;n respecto al n&uacute;mero de p&aacute;ginas que ha mantenido hasta ahora la colecci&oacute;n. La justificaci&oacute;n de esta excepcionalidad viene dada por la importancia de este libro que rompe por fin un silencio bibliogr&aacute;fico vergonzoso y nos desvela y da a conocer la s&oacute;rdida historia que durante un siglo se desarroll&oacute; en aquella c&aacute;rcel de nuestro barrio.</p> <p>&ldquo;El lector que tenga esta obra en sus manos est&aacute; ante un libro que va m&aacute;s all&aacute; de los muros que delimitaban los patios de la c&aacute;rcel. No es exagerado afirmar que Elsa Plaza ha escrito una historia de Barcelona a trav&eacute;s de la c&aacute;rcel de Amalia. O, dicho de otro modo, una historia de los mecanismos de intervenci&oacute;n dispuestos por el poder (pol&iacute;tico, econ&oacute;mico, eclesi&aacute;stico&hellip;) para controlar, encauzar y reprimir a los y las disidentes y los excluidos y las excluidas en el proceso de implantaci&oacute;n y consolidaci&oacute;n del capitalismo industrial en la ciudad condal.(&hellip;) un colosal trabajo historiogr&aacute;fico que representa, adem&aacute;s, un acto de justicia para con los miles de hombres, mujeres y ni&ntilde;os y ni&ntilde;as que malvivieron y penaron a la sombra de los muros del antiguo convento de los pa&uacute;les. Que ahora vea la luz como un n&uacute;mero extraordinario de la colecci&oacute;n Hist&ograve;ries del Raval es, por a&ntilde;adidura, una constataci&oacute;n de que se pueden llevar a cabo grandes proyectos de historia y memoria desde la base del tejido social de los barrios con pocas herramientas y presupuestos muy limitados. Los vecinos y vecinas del Distrito V que convivieron durante un siglo con la c&aacute;rcel estar&iacute;an orgullosos de esta publicaci&oacute;n.&rdquo;</p>
  • <p>En <em>Liberad el feminismo</em>, Morgane Merteuil, prostituta por elecci&oacute;n y feminista, pone en cuesti&oacute;n la deriva que ha tomado el feminismo en las sociedades occidentales y aboga por un feminismo realista, inclusivo y de alcance mundial.</p> <p>A lo largo de su historia, el movimiento feminista ha contribuido sin duda al reconocimiento de multitud de derechos de los que las mujeres carec&iacute;an; sin embargo, la corriente actualmente dominante, abolicionista de la prostituci&oacute;n y penalizadora de los clientes, propugna un modelo de mujer emancipada que choca frontalmente con los deseos y las vivencias de los trabajadores y las trabajadoras del sexo. Frente a este modelo biempensante y burgu&eacute;s, que considera que hay que ayudar a las prostitutas a liberarse de su sumisi&oacute;n al patriarcado, la autora reivindica un feminismo que acoja la multitud de maneras de ser, de pensar, de actuar y de vivir la sexualidad, un feminismo que se reapropie de ese espacio simb&oacute;lico de la dominaci&oacute;n masculina que es la prostituci&oacute;n. En definitiva, un feminismo liberado de sus propios cors&eacute;s.</p>
  • Más allá de su carácter de testimonio personal, Puta feminista es un libro profundamente reflexivo, en el que la consigna de que «lo personal es político» toma un significado especialmente relevante.
  • <p>&laquo;Prostituzioak adiera ugari ditu, eta sakoneko emozioak azaleratzen ditu. Batez ere, inoiz sexurik saldu ez dutenei gertatzen zaie hori, sexu-salmenta modu sinbolikoan ulertzen dutenei. Prostituzioaren ideiak imanak bezala erakartzen ditu lanari,maskulinitateari, klaseari eta gorputzei buruzko galderak; gaiztakeria arketipikoari eta zigorrari buruzkoak; nork 'merezi' duen zer; zer esan nahi duen komunitate batean bizitzeak; zer esan nahi duen norbait komunitate horren mugetatik at bidaltzeak. Prostituzioarekiko jarrer ek lotura handia izan dute beti arrazarekin, mugekin, migrazioarekin eta nazio-identitatearekin, batzuetan ageriki, maiz ezkutuan. Sexu-lana ganbera korazatu bat da, non gizarteak bere beldur eta kezkarik larrienak gordetzen baititu&raquo;. <br /> &mdash;Juno Mac eta Molly Smith</p>
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