<p>La ciudad no es un espacio liso, uniforme. Hay zonas iluminadas, aptas para la libre circulaci&oacute;n, y zonas de penumbra, de movilidades complejas y clandestinas; lugares de prosperidad econ&oacute;mica, y otros que acumulan pobrezas; enclaves seguros y enclaves en/de riesgo.<br /> <br /> Son los da&ntilde;os colaterales de un modelo neoliberal que reduce derechos, no tanto para aumentar los beneficios de unos pocos, como para fomentar la<br /> rivalidad y la competencia en tanto palanca de deseo; que privatiza, no solo los recursos p&uacute;blicos, sino toda vida en com&uacute;n en pro del principio de escasez y su correlato, la responsabilidad individual; que no persigue tanto eliminar las disfuncionalidades como detectarlas y mantenerlas a raya, contenidas dentro de una desigualdad sostenible.<br /> <br /> El neoliberalimo desv&iacute;a la tensi&oacute;n y la ansiedad generada por la ruina a la &laquo;seguridad de los derechos&raquo; a la necesidad del &laquo;derecho a la seguridad&raquo; de forma que la poblaci&oacute;n misma exija m&aacute;s monitoreo, m&aacute;s polic&iacute;a, m&aacute;s castigo. Pero &iquest;acaso no es en esta coproducci&oacute;n desde abajo del dispositivo securitario donde se encuentra su superaci&oacute;n? Inventando nuevas formas colectivas de enfrentar la exclusi&oacute;n y la soledad se conjurar&aacute;n nuestros miedos.<br /> <br /> Este volumen, editado por el Observatorio Metropolitano de Madrid, incluye textos de Lo&iuml;c Wacquant, Stavros Stavrides y Laurent Bonelli, as&iacute; como de las Brigadas Vecinales de Observaci&oacute;n de los Derechos Humanos, Jose &Aacute;ngel Brandariz, Ignacio Gonz&aacute;lez, Pedro Oliver, &Oacute;scar Mart&iacute;n, Manuel Maroto y<br /> Antonio Dom&iacute;nguez.</p>