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En Urbanismo feminista se concretan y detallan diferentes aspectos relativos a esa ciudad que pone la vida en el centro, desde la clara conciencia de que solamente los procesos impulsados desde abajo, y a partir de la complejidad comunitaria, edificarán una realidad urbana radicalmente distinta a la que conocemos.
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<p>Las múltiples crisis sociales que convergen con el desbordamiento de los límites biofísicos del planeta nos garantizan que se van a producir cambios profundos en las formas en que se organiza la vida en común, afectando potencialmente al conjunto de instituciones sociales, políticas, económicas y culturales. La biorregión emerge como la unidad de complejidad mínima necesaria para planificar las transiciones ecosociales.</p> <p>Estos territorios están definidos por características geográficas y límites naturales humanamente reconocibles, integrados en redes cooperativas que persiguen una autosuficiencia conectada. Son, entonces, el soporte territorial básico desde el que diseñar estrategias orientadas a la autonomía energética, alimentaria y económica, preservando la integridad de los ecosistemas e incorporando atributos democráticos, participativos y de justicia social. Una noción que apela a la reorganización radical de las relaciones sociedad-territorionaturaleza, y que nos invita a imaginar, diseñar y materializar nuevas formas de organizar las economías y de habitar los territorios, conforme a normas, técnicas, prácticas y economías para la vida.</p> <p>Este libro tiene como finalidad profundizar en el pensamiento biorregional, así como tender un puente y establecer complicidades con otras agendas como el municipalismo y la agroecología, el ecourbanismo y el urbanismo feminista, las economías transformadoras o el ecofeminismo.</p>
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<p>Cincuenta años después de su publicación, <em>Muerte y vida de las grandes ciudades</em> es, según el New York Times, «probablemente el libro más influyente en la historia de la planificación urbana».</p> <p>Jane Jacobs, columnista y crítica de arquitectura en Nueva York de principios de los años sesenta, afirmaba que la diversidad y la vitalidad de las ciudades estaban siendo destruidas por algunos arquitectos y urbanistas muy influyentes. Popular no sólo entre profesionales, el libro es una fuerte crítica de las políticas de renovación urbanística de los años cincuenta, que destruían comunidades y creaban espacios urbanos aislados y antinaturales.</p> <p>Jacobs defiende la abolición de los reglamentos de ordenación territorial y el restablecimiento de mercados libres de tierra, lo que daría como resultado barrios densos y de uso mixto. Frecuentemente cita el Greenwich Village neoyorkino como ejemplo de una comunidad urbana dinámica. Rigurosa, lúcida y deliciosamente epigramática, es un programa para la gestión humanista de las ciudades. Sensata, documentada,amena e indispensable.</p>
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<p>La nueva ciudad carece no sólo de capas sucesivas de acontecimientos sedimentados a lo largo del tiempo capaces de animar a sus moradores; se halla igualmente desprovista de miradas que puedan vivirla, pues el capital humano disponible para construir el devenir histórico de tal distopía es una miríada de seres indiferentes al descalabro de la ciudad histórica. Inmersos en un delirio aséptico, cobijados y guarecidos de los peligros de la vida en sus coches y casas, aislados e inmovilizados ante el teclado y la pantalla, ¿pueden los incidentes desfallecidos de sus vidas dejar alguna huella en las piedras de la ciudad?</p>
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<p>El campo de la geografía crítica ha experimentado una creativa explosión en las últimas décadas. La geografía ha pasado de ser una disciplina presuntamente neutra, dedicada a espacializar fenómenos objetivos (los climas, la población, las infraestructuras), a convertirse en un verdadero campo de batalla en la explicación de la producción de las formas de dominio y, concretamente, del capitalismo contemporáneo. En Desarrollo desigual, un clásico en su campo, Neil Smith ofrece la primera teoría completa del desarrollo geográfico desigual, entrelazando teorías del espacio y lo que llama «producción de la naturaleza» con una crítica del desarrollo capitalista. Con sus análisis pioneros, el trabajo de Smith anticipó muchos de los contornos desiguales que ahora marcan la globalización neoliberal.</p> <p>Principal compañero de David Harvey (quien a su vez prologa este libro) en la reelaboración crítica de los estudios sobre el espacio, Neil Smith se ha convertido en una referencia obligada para cualquiera que esté interesado en entender las geografías contemporáneas del capitalismo. Esta tercera edición de Desarrollo desigual, traducida por primera vez al castellano, incluye un epílogo que actualiza su análisis en el marco de la reciente crisis de la globalización neoliberal.</p>
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<p>Los cambios recientes a escala global han creado un nuevo escenario para los gobiernos y políticas urbanas. Además de aplicar principios de austeridad, una respuesta cada vez más común ha sido innovar en los contenidos y en las forma de diseñar e implementar las políticas urbanas. La gobernanza multi-nivel, la co-provisión y la co-producción de servicios son algunos de sus elementos básicos. Las experiencias son diversas en sus contenidos, estrategias y los espacios urbanos donde se desarrollan. Pero, ¿en qué consisten?, ¿por qué se desarrollan?, ¿qué resultado tienen?</p> <p>Ante la diversidad del fenómeno, este texto no pretende ofrecer respuestas únicas a estas preguntas, sino mostrar la diversidad de la naturaleza, condiciones de desarrollo e impactos de los procesos de innovación en políticas urbanas. Para cada pregunta se ofrece una breve revisión del estado de la cuestión y varias aportaciones que abordan distintos aspectos o casos de innovación desde diferentes perspectivas analíticas y diseños de investigación, así como un análisis comparativo entre ellos. </p>
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<p>Le Corbusier ha sido considerado el arquitecto más ­influyente del siglo XX y su trayectoria representa la relación contemporánea entre arquitectura, urbanismo y poder. Sin embargo, su legado se ha querido banalizar con una pátina de neutralidad.</p> <p>Hoy en día, empezamos a conocer las filiaciones totalitarias y fascistas que modelaron su propuesta teórica, cristalizada en los edificios que habitamos, en las calles que transitamos y, por supuesto, en la tarea de quienes diseñan desde sus estudios y despachos «las muy desesperantes ciudades que conocemos».<br /> <br /> Este estudio desmonta la pretendida separación entre el personaje y su obra, y revela que existe una profunda coherencia entre ambos. Durante el período de entreguerras y hasta el final del conflicto, Le Corbusier se presentó como «partidario del orden, de la familia y de la jerarquía; temas que durante la Segunda Guerra Mundial le condujeron, muy rápidamente, hacia la capital de una Francia colaboracionista: Vichy».<br /> <br /> El verbo polémico de Marc Perelman nos adentra en la reducida concepción de la vida humana del Padre de la arquitectura moderna: «habitar, trabajar, recrearse». La estandarización unidimensional de la arquitectura, la geometrización de los espacios y, con ellas, de la vida misma dan forma a la utopía totalitaria de la ciudad corbusiana. Un proyecto, en definitiva, destinado en última instancia al control disciplinario de los cuerpos en el espacio y el tiempo.</p>
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<p>Este libro pretende explorar la génesis, las valoraciones y la evolución de una idea —la de las expediciones urbanas— que, desde que fuera propuesta y llevada a la práctica bajo la iniciativa del singular geógrafo norteamericano William Bunge en el Detroit de finales de los 1960, ha sido mitificada por algunos y poco conocida (y mucho menos reconocida) por la mayoría. En aquellas expediciones se trataba de poner todo el acerbo de conocimiento geográfico y el método científico en general, no al servicio del colonialismo, la conquista y el expolio como en las exploraciones clásicas, sino justamente al servicio de los pobres y de los desposeídos que vivían en las ciudades norteamericanas, anticipando muchas de las propuestas recientes de investigación participativa y cartografías colectivas.</p>
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<p><strong>Está todo por hacer</strong> es la versión actual de un artículo ya publicado en el número 17-18 de la revista Salamandra (Ediciones de la Torre Magnética, 2008), del Grupo Surrealista de Madrid. En pocas líneas su autor nos expone el papel de la poesía en el descubrimiento de las trampas que nos tiende el espectáculo de la dominación, así como su función politizadora en sentido radical de la vida cotidiana.</p> <p><strong>Una presa contra el pacifismo</strong> constituye un diálogo escrito por Aurélien Berlan, con un añadido cosignado por Victoria Xardel, durante la ocupación del bosque de Sivens, en el departamento de Tarn (Francia), durante las luchas contra la construcción de una presa en el paraje de Le Testet. Trata de la falsa cuestión de la violencia que a menudo divide y enfrenta a los que se oponen a proyectos inútiles fruto de oscuros intereses político-económicos. Esa dicotomía artificial entre «pacifistas» y «violentos» es desmontada de manera original mediante un debate entre dos personajes, un «no violento» y un fantasma de la resistencia. El escrito apareció en una serie de hojas editadas ad hoc en la acampada contra la presa, con el título de «Sans aucune retenue» (sin ninguna retención, pero también, sin cortapisa).</p> <p><strong>El urbanismo derretido. En Santander y la conurbación Cántabra</strong>, de Miquel Amorós, consiste en un estudio sobre las últimas fases del proceso urbanizador de una ciudad de provincias, que trata de superar la crisis ocasionada por el cierre de las grandes industrias con un salto cualitativo constructor, basado en el desarrollo turístico y la segunda residencia. La introducción de tecnologías punta (el Internet de las cosas) sirve de coartada a la clase dirigente cántabra para crear en la capital un espacio monitorizado que funcione a la vez como superficie comercial, reserva turística y habitáculo vigilado de élites. La transformación de las conurbaciones en smart cities es la fase postrera de su transformación en empresas.</p> <p><strong>La idea de Progreso</strong> es un texto de Dwight Macdonald, un clásico casi desconocido en el Estado español, donde fulmina el tópico de la neutralidad de la ciencia y de la técnica, rebatiendo los postulados cientistas y desarrollistas del marxismo. Fue un intelectual de extrema izquierda que brilló en los años treinta y cuarenta, principalmente en la dirección de «Partisan Review» y «Politics», revistas de crítica política y literaria que abarcan la mayoría de sus aportaciones. Gran develador de los Procesos de Moscú, antibelicista y enemigo de los imperialismos, en sus últimos años defendió los derechos civiles de la población afroamericana, prestó apoyo a la New Left estudiantil y luchó contra la guerra de Vietnam.</p> <p><strong>D’animals i d’animalades. Una Vall unida per a no ser destruïda</strong> es un escrito dirigido a los habitantes de la Vall d’Albaida (País Valencià) por un miembro de la Assemblea contra la Planta de Residus Animals, donde se exponen las consecuencias mortíferas de la construcción de la susodicha planta incineradora en La Pobla del Duc. Como se trata de un texto de combate merece especial atención, puesto que no recurre a los lugares comunes ciudadanistas ni apela al diálogo con las autoridades, responsables o cómplices del proyecto.</p> <p><strong>¿Son anarquistas los indígenas? Notas sobre las traducciones interétnicas de algunas ideologías</strong>, de Antonio Pérez, antropólogo con varios años de trabajo en la Amazonia y Melanesia, que ha impartido cursos en centros académicos españoles y americanos y dirige la Fundación Kuramai. Se trata del resumen de una ponencia presentada en el 51º Congreso Internacional Americanista de Ciudad de México celebrado en julio de 2009 (puede leerse completa consultando las actas en Internet), donde se analizan las relaciones entre el Estado y los pueblos indígenas según Kropotkin, el Marx de los Cuadernos Etnológicos y Levi-Strauss, y se repasan los cambios en las ideas políticas de aquellos. Después se estudian las relaciones históricas entre los amerindios y los anarquistas, para evaluar el grado de incidencia de las ideas de unos en las praxis de otros. Se concluye en una proximidad innegable entre el anarquismo y los movimientos amerindios, pero recalcando la complejidad y contradicción de la sociedad indígena, que hace imposible toda interpretación lineal y simplista.</p> <p><strong>Encima del volcán</strong> es la versión original de un artículo publicado en el diario francés «Le Monde», el 4 de diciembre de 2014, firmado por Jacques Philipponneau, miembro del grupo Encyclopédie des Nuisances y partícipe en sus ediciones, y por René Riesel, situacionista, ex secretario de la Conféderation paysanne y ligado a la EdN. Se señala la segregación social de una juventud sin futuro ni voluntad de tenerlo en el sistema dominante que, participando en la lucha contra los proyectos inútiles del complejo económico-industrial, inventa formas concretas de solidaridad y practica modos de vida diferentes.</p> <p><strong>Presismo y anarquismo. La «lucha anticarcelaria» en el gueto hasta la campaña contra los FIES</strong>, primera parte de un trabajo de Fernando Alcatraz, compañero muy implicado en la lucha contra el sistema penal y en favor de los presos, en la que se analiza y critica la relación entre el gueto libertario y las luchas anticarcelarias; luchas que han proporcionado a éste parte de su identidad, pero al precio de degradarse en moda, propaganda testimonial y rutina. El gueto es un fenómeno social nacido en los años ochenta, que ha caracterizado la agrupación episódica de sectores juveniles seudomarginales, típicos de la posmodernidad. Fernando define el «presismo» como la ideología guetista que mitifica al preso hasta conferirle la categoría de vanguardia social y nuevo sujeto revolucionario, menos para auxiliarle en la obtención de la libertad que para mantener un juego de apariencias. En el gueto suele fingirse un apoyo puramente campañista, exterior, sin resultados, porque a menudo solamente se busca una coartada para la buena conciencia y el narcisismo autoindulgente de sus miembros. De ahí que la ausencia de reflexión sobre el conflicto carcelario, la negativa a hacer balance de errores y aciertos y, por encima de todo, la falta de estrategia. El gueto se satisface con serlo, se complace consigo mismo, y no quiere que nadie le agüe la fiesta con análisis y valoraciones.</p> <p><strong>Las ilusiones renovables revisitadas</strong> es el título del prólogo a la edición francesa del libro de Los Amigos de Ludd <em>Las ilusiones renovables</em>, editado por Muturreko en 2006. Su autor, José Ardillo, arranca con la paradoja de la energía, motor de la industrialización global y punto débil del capitalismo tecnológico. Replantea la cuestión nuclear después del desastre de Fukushima, ligada a la gran aspiración de los dirigentes, el control absoluto de la población. Analiza el declive de la producción petrolera, que ha dado pie a teorías «piconeras» y «cornucopias», postulantes respectivamente de la escasez y de la abundancia futuras. La demanda energética, que el fomento de la movilidad privada no puede sino incrementar, ha conducido a la aberración de la fractura hidráulica y a las renovables industriales. De todas las ilusiones pregonadas por el sistema capitalista, la más irreal es la que asegura acabar con los males de crecimiento mediante la producción de energía limpia suficiente. La llamada «transición energética» responde a un plan de la dominación basada en la creencia de que ello es factible.</p> <p><strong>Cuando la brisa hace caer las máscaras. Reflexiones acerca de la lucha en el Cabanyal (Valencia, 2005-2011)</strong>, es una valoración crítica de la experiencia de lucha emprendida por la Asamblea del Cabanyal contra los proyectos de gentrificación del ayuntamiento de Valencia y del trust financiero inmobiliario que lo instrumentaliza. El valor del documento reside en el carácter de reflexión positiva que tiene, ajena tanto a triunfalismos como a nihilismos pasivos. Su longitud no es obstáculo para la lectura, pues siempre es de agradecer un paseo sincero por los logros, vacilaciones y miserias de la resistencia de un barrio histórico a su aniquilación, algo a la vez muy infrecuente y muy instructivo.</p> <p><strong>La quiebra de la ciudad horizontal. El caso de Bon Pastor (Barcelona)</strong> por Stefano Portelli, es un anticipo del libro <em>La ciudad horizontal</em> (Bellaterra, abril 2015), resultado de una rigurosa investigación desde dentro del barrio de las Casas Baratas de Bon Pastor, residuo de antiguas políticas de vivienda social. Su alejamiento de los centros de poder urbano permitió al barrio una vida prolongada a la cual otras políticas más acordes con la especulación inmobiliaria y, por lo tanto, favorables al hábitat vertical, han puesto fin. Bon Pastor, igual que Can Tunis, las chabolas de Montjuïc o el Camp de la Bota, era uno de esos barrios que albergaban una vida colectiva intensa, surgida de una convivencia estrecha y una experiencia común más propia de aldeas aisladas o de comunidades indígenas que de las conurbaciones modernas. El valor humano de aquel resto de «ciudad horitzontal» constituía un patrimonio incapaz de competir con el precio disparatado de los solares. Era un escándalo financiero que no podía durar, por lo que la resistencia a los derribos fue aplastada sin miramientos, sus habitantes fueron desalojados a la fuerza por la Guardia Urbana y reinstalados en bloques impersonales de pisos, arquitectura más indicada para la moderna pobreza, fundamentalmente moral.</p>
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<p><font size="4" face="Times New Roman">En su expansión y propagación a lo largo del siglo XX, la forma metrópoli se manifestó en la primera mitad del siglo especialmente en los países centrales, y muy en concreto en Occidente. Las principales metrópolis en 1900 eran Londres y París, seguidas de cerca por Nueva York. La “ciudad vertical” por excelencia, que irrumpía con fuerza por aquel entonces. Esta “ciudad vertical” que luego se iría extendiendo en menor medida por los espacios centrales y que implicaba un intenso consumo energético eléctrico (de procedencia principalmente fósil) para garantizar la movilidad vertical de sus habitantes. La demanda de energía eléctrica se dispararía activada además por la extensión de la iluminación artificial urbana y la extensión de la segunda revolución industrial. En la segunda mitad del siglo, en cambio, la forma metrópoli va a proliferar especialmente en el Sur y en concreto en los Estados periféricos emergentes del nuevo capitalismo global, y muy en concreto en China e India, como resultado de diversos factores: industrialización, fuerte desarticulación del mundo rural y explosión demográfica. Pero este proceso está marcado en general por una urbanización de carácter dependiente de las dinámicas centrales. De entre todos los crecimientos urbanometropolitanos cabe destacar el caso de China, donde desde hace casi tres décadas se está dando el mayor proceso de migración de masas y de urbanización que el mundo haya conocido jamás, con centenares de millones de personas migrando en este periodo desde el interior del gigante asiático hacia las metrópolis de su fachada del Pacífico.</font></p> <p align="left">Todo ello ha hecho que las principales “Megaciudades” del mundo en términos demográficos se encuentren hoy en día en general fuera de los espacios occidentales, y que las dos principales metrópolis de principios del XX.</p>