El prisma de Control Urbano es una lente de aumento sobre nuestro presente, dentro de un contexto globalizador que ha radicalizado las lógicas de segregación social y, con ellas, las desigualdades de clase, raza y género.
Yo soy frontera es una contribución intelectual de primer orden, llamada a renovar las herramientas de crítica a los regímenes migratorios y fronterizos.