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<p>La ´Patafísica fue uno de los revulsivos más serenos del siglo XX. Una suerte de medicamento vomitivo que alivia allí donde inflama y cura donde congestiona la zona afectada. El objetivo de los siguientes ensayos es dar a conocer las intenciones y peripecias del Colegio de ´Patafísica, y además incluyen la escasamente conocida historia de los miembros de la sucursal argentina, así como las andanzas del Otro Ilustre Colegio de ´Patafísica de Valencia.</p>
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<p>Se nos erizan los baudios, los émbolos nos trepidan de alegría porque Los Electroduendes —la Bruja Avería, la Bruja Truca, el Hada Vídeo, Maese Cámara y Maese Sonoro—, protagonistas de algunas de las historias más de pila máster de la historia de la televisión española, han vuelto casi cuarenta años después para escandalizar a los más mojigatos con sus «ripios maravillosamente demagógicos». Este volumen, que contiene una cuidada selección de guiones de aquel espacio mítico e irreverente que estuvo en antena desde 1984 hasta 1988 en el marco del programa La bola de cristal —acompañada de dos prólogos y un epílogo del autor que dan claves sobre el contexto de creación de «Los Electroduendes»—, constituye un auténtico viaje en el tiempo para toda una generación que cayó rendida a sus pies —los niños de los ochenta—, al tiempo que supone un magnífico acercamiento para todos aquellos que todavía no hayan tenido la fortuna de conocer a los que probablemente fueran (y sean) los más ácidos y descarados analistas de nuestra sociedad.</p>
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<p>La lectura de <em>¡Viva Rusia!</em>, cuarta e inédita entrega de la saga cinematográfica dedicada a los Leguineche, permite conocer el desenlace previsto para las grotescas andanzas de la decadente familia de aristócratas creada por Luis G. Berlanga y Rafael Azcona, cuyas peripecias —que habían arrancado en 1978 con el fogonazo de La escopeta nacional— acaban conformando unos nuevos «episodios nacionales» centrados en la sinuosa transición española a la democracia.</p> <p>Inédito hasta ahora, el guion de <em>¡Viva Rusia!</em> fue la postrera colaboración entre Berlanga y Azcona, un mano a mano que duró más de tres décadas. La película no llegó a realizarse en el último momento, pero el aprecio del cineasta valenciano hacia su guión —completado con la intervención de Jorge Berlanga y Manuel Hidalgo— quedó patente al depositar su manuscrito en la caja 1034 de la cámara acorazada del Instituto Cervantes como parte de su legado, con instrucciones de no ser abierta hasta el mismo día de su centenario.</p> <p>Ahora, por fin, podemos acceder al muy berlanguiano último capítulo de la saga más célebre y desopilante de la historia del cine español, un texto de gran importancia para la cultura española del siglo xx.</p>
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<p>Para Baj, como veremos, la ´patafísica es anarquista, surreal, escandalosa, absurda y luddita, muy luddita. Es un ariete poderosísimo contra la ciencia, el robot consumidor y consumido, la masificación de la sociedad posindustrial, megaindustrial o industrial a secas. Y es por contra el triunfo de la imaginación frente al racionalismo economicista, el humor que desafía y desnuda al poder, la alegría de vivir pese a todo y contra todo. Es, pues, «un momento de resistencia del individuo contra toda forma de abuso de poder, de arrogancia» como el propio Baj la definió.</p> <p>En esta falsa entrevista, Enrico Baj explica de manera clara y sencilla las claves de la ciencia de las soluciones imaginarias y repasa sus hitos más destacados. La edición cuenta además con un prólogo y un epílogo de José Manuel Rojo en los que sitúa la peripecia vital de Baj y de sus amigos -inseparable de los movimientos de resistencia intelectual que atravesaron la segunda mitad del siglo xx- y nos acerca a la desconocida pero interesantísima historia de los grupos que caminaron a la par que la Internacional Situacionista.</p>
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<p><em>[…] El surrealismo no está hecho para complacer a aquellos que tienen necesidad de una «línea» política u otra: demasido anarquista para la mayoría de marxistas, demasiado marxista para los anarquistas; demasiado amante de la poesía y de la pintura para los políticos, demasiado deseoso de revolución para los escritores y artistas; demasiado inclinado a las investigaciones teóricas para los activistas, demasiado indisciplinado para los profesores; demasiado poéticamente riguroso para los chantajistas espiritualistas, demasiado cercano a lo maravilloso para los aquejados de racionalismo instrumental; demasiado freudiano para la izquierda positivista y puritana, demasiado salvaje para los médicos usurpadores y los conservadores del psicoanálisis […]. El surrealismo sólo puede florecer a su manera. Contra y alejado de los paradigmas dominantes […].</em></p> <p>Cuando en 1966 algunos pretendieron celebrar un entierro —el fin del surrealismo con la muerte de Breton— brotó una semilla al otro lado del océano, y muestra del vigoroso árbol que creció es esta sucinta pero escogida compilación del pensamiento y la actividad del Grupo Surrealista de Chicago. El conjunto de estos textos es representativo de una actividad revolucionaria que ha atacado sin tregua el urbanismo penitenciario, la ideología de los zoos, la Organización Mundial del Comercio, la cultura rancia y elitista, el fetichismo de la mercancía representado en el arte de Warhol y la acomodación al estado encarnada en el «viejo» y estalinista Picasso. Pero también el Grupo Surrealista de Chicago ha hecho una crítica radical del racismo, del patriarcado... en definitiva de la autoridad. Y siempre con la ayuda del «umor», de la experimentación, del juego y del amor. En perpetua compañía de Bugs Bunny y sus «cómplices populares», del blues y de los «inspirados del borde de las autopistas del pensamiento y la imaginación creadora», los componentes del Movimiento Surrealista en los Estados Unidos han redactado las volantinas más hilarantes, cáusticas e incendiarias y han escrito los análisis más lúcidos de los acontecimientos, llegando a su cenit en el análisis y la defensa de la Revuelta de Los Ángeles de 1992.</p> <p>Los textos incluidos en <em>¿Qué hay de nuevo, viejo?</em> —dispuestos de modo cronológico para tener una visión más clara de la naturaleza emocional e intelectual, poética y política de esta particular aventura— nos acercan a una de tantas realidades norteamericanas que constantemente son ignoradas en Europa. De alguna manera, de estos textos se destila una de las otras historias de los EE.UU.</p>
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<p>El gran mérito de Jorge Cafrune es haber logrado poner en voz el cancionero de Atahualpa Yupanqui, de Jaime Dávalos y tantos compositores de la Argentina profunda, desplegando eficazmente una ritualidad anclada en la tradición gauchesca. Su figura pública y privada se ofreció compacta y sin fisuras: la performance del gaucho retobao encarnó a destiempo, en un siglo que supo hacer de la payada una gran orgía de sangre. Quizá porque toda muerte es absurda y es empresa humana llenarla de sentido, el mito del cantor del pueblo creció junto a la certeza de que su muerte , acaecida a comienzos de 1978, había sido decretada por los militares porque su voz entonaba verdades que precisaban con toda furia acallar. Pero, ¿cuánta verdad cabe en ese mito? ¿Cómo fueron los últimos días de Jorge Cafrune?</p> <p>Esta investigación que comienza con una pregunta retórica intenta horadar más que los hechos en sí, en ese magma de significaciones que acompañan la leyenda de una muerte y que encuentran en la canción militante de una década radicalizada el rico material donde abrevar.</p>
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<p><font class="txparrafo">«Especialistas homologados por autoridades desconocidas o meros auxiliares, los expertos revelan o comentan desde muy por encima todos mis necios errores, detestables talentos, grandes infamias y malas intenciones.» <br /> <br /> Guy Debord (28 de diciembre de 1931 – 30 de noviembre de 1994) fue cineasta, miembro fundador y principal teórico de la Internacional Situacionista (1958-1972), estratega, amante del buen vino y del <i>dolce far niente</i>. Escribió dos obras fundamentales de crítica social, <i>La sociedad del espectáculo</i> (1967) y una actualización de esa misma crítica en <i>Comentarios sobre la sociedad del espectáculo</i> (1988). Debord, que era un apasionado de la cultura española, también tradujo al francés el anónimo <i>Un «incontrolado» de la columna de hierro</i> y las <i>Coplas por la muerte de su padre</i>, de Jorge Manrique.<br /> <br /> En 1993 redactó este pequeño volumen —el último libro que publicó en vida— para refutar muchas de las opiniones emitidas sobre la I. S., sobre sus libros y sobre su persona entre los años 1988 y 1992. <br /> <br /> «Me he dedicado ante todo y de forma casi exclusiva a vivir como más me convenía. […] No he tenido la vana pretensión abstracta de salvar el mundo; todo lo más, pensé en ayudar a aquellos a quienes consideraba mis amigos.» </font></p>
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<p>Si voleu saber què és el moviment Mod i com es pot seguir a qualsevol racó de les nostres comarques, aquest és el llibre que us ho exposarà de la manera més entenedora i propera possible, amb quaranta exemples de nois i noies que ho viuen o ho han viscut en idèntiques circumstàncies a les vostres.</p>