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<p>El libro analiza con una mirada comparativa «todos los vínculos afectivos del ser humano con el entorno material». En este sentido, <em>topofilia</em> designa esa experiencia única que cifra los lazos existentes entre la persona y el lugar que habita, ya sea éste la ciudad, el extrarradio o el campo.</p> <p>Esta edición incluye una nueva introducción del autor escrita para el público español.</p>
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<p>Frans Masereel nace en 1889 en Blankenberge, Bélgica, y muere en 1972 en Avignon. Ese espacio de tiempo es el ámbito que posibilita una obra como la que aparece en este libro y en otros que ya hemos dado a la imprenta (<em>La idea</em>). Una de las características de su obra es que no necesita hermeneutas ni intermediarios entre el arte y el observador, por lo que todo <em>introito</em> empieza con tu primera mirada. ¡¡A gozar!!</p>
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<p>Nadie se molesta en combatir a la Mafia si la Mafia no existe. La negación de su propia existencia fue, durante décadas, uno de los mayores éxitos de la Cosa Nostra siciliana o de la Camorra napolitana. Los pocos que se atrevían a alzar su voz contra las mafias eran ignorados, tachados de alborotadores oportunistas o, en el peor de los casos, silenciados con métodos expeditivos.</p> <p align="left">La implantación de mafias en la Costa del Sol ha contado durante demasiados años con el mismo beneficio. Si bien algunos denunciaron hace más de quince años la evidencia de que distintas mafias se estaban asentando en tan privilegiado enclave, las administraciones se limitaron a mirar para otro lado o, aún peor, a ponerse al servicio de las mismas mafias cuya existencia negaban.</p> <p align="left">Si el Ayuntamiento de Marbella no hubiera puesto su urbanismo al servicio de inversiones criminales, si la Junta de Andalucía hubiera actuado a tiempo, si algunos miembros de la Judicatura y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no hubieran estado a sueldo de quienes debían combatir, los tentáculos de las mafias nunca habrían podido extenderse tanto y tan profundamente por la Costa del Sol.</p> <p align="left">Antonio Romero y Miguel Díaz, que reiteradamente denunciaron esa situación y que durante tanto tiempo pidieron la disolución del Ayuntamiento de Marbella, hacen en este libro una radiografía de la realidad de las mafias en la Cosa del Sol. El texto también contiene propuestas para derrotar a las mafias, cortando sus tentáculos, quitando el agua que blanquea su dinero sucio.</p>
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<p><font size="4" face="Times New Roman">En su expansión y propagación a lo largo del siglo XX, la forma metrópoli se manifestó en la primera mitad del siglo especialmente en los países centrales, y muy en concreto en Occidente. Las principales metrópolis en 1900 eran Londres y París, seguidas de cerca por Nueva York. La “ciudad vertical” por excelencia, que irrumpía con fuerza por aquel entonces. Esta “ciudad vertical” que luego se iría extendiendo en menor medida por los espacios centrales y que implicaba un intenso consumo energético eléctrico (de procedencia principalmente fósil) para garantizar la movilidad vertical de sus habitantes. La demanda de energía eléctrica se dispararía activada además por la extensión de la iluminación artificial urbana y la extensión de la segunda revolución industrial. En la segunda mitad del siglo, en cambio, la forma metrópoli va a proliferar especialmente en el Sur y en concreto en los Estados periféricos emergentes del nuevo capitalismo global, y muy en concreto en China e India, como resultado de diversos factores: industrialización, fuerte desarticulación del mundo rural y explosión demográfica. Pero este proceso está marcado en general por una urbanización de carácter dependiente de las dinámicas centrales. De entre todos los crecimientos urbanometropolitanos cabe destacar el caso de China, donde desde hace casi tres décadas se está dando el mayor proceso de migración de masas y de urbanización que el mundo haya conocido jamás, con centenares de millones de personas migrando en este periodo desde el interior del gigante asiático hacia las metrópolis de su fachada del Pacífico.</font></p> <p align="left">Todo ello ha hecho que las principales “Megaciudades” del mundo en términos demográficos se encuentren hoy en día en general fuera de los espacios occidentales, y que las dos principales metrópolis de principios del XX.</p>