Filosofia

  • <p>Si nos situamos en un terreno exclusivamente econ&oacute;mico, &iquest;se puede considerar que el capitalismo tiene un l&iacute;mite hist&oacute;rico? Por su parte, la gran marxista Rosa Luxemburgo respond&iacute;a diciendo que s&iacute;, indudablemente, el capitalismo, en tanto que modo de producci&oacute;n, llegar&iacute;a a un estadio &uacute;ltimo en que se convertir&iacute;a en &ldquo;una imposibilidad econ&oacute;mica objetiva&rdquo;, ella descartaba, no obstante, esta eventualidad al considerar que antes incluso de que el capitalismo hubiese podido recorrer la totalidad de su trayectoria hist&oacute;rica, &laquo;la exasperaci&oacute;n de los antagonismos sociales y pol&iacute;ticos&raquo; crear&iacute;a &laquo;una situaci&oacute;n tan insostenible&raquo; que no habr&iacute;a necesidad de que el capitalismo alcanzase un tal extremo par desaparecer. Esto fue escrito en 1913 en su ensayo <em>La Acumulaci&oacute;n del capital</em>. Casi 90 a&ntilde;os despu&eacute;s, &iquest;es posible todav&iacute;a sostener semejante punto de vista?</p>
  • <p>La pregunta por la identidad latinoamericana, la cuesti&oacute;n del ser de Am&eacute;rica, recorre toda la obra de H&eacute;ctor &Aacute;lvarez Murena. No es, en su caso, una pregunta ret&oacute;rica pues parte de una subjetividad cr&iacute;tica sobre la actual sociedad, no se pierde en el lamento ni en la an&eacute;cdota sino que va a las cuestiones m&aacute;s cruciales: la t&eacute;cnica y el lenguaje, y anticipa la cr&iacute;tica de la sociedad tecnocr&aacute;tica y de sus ideolog&iacute;as. Pensamiento a destiempo, anacr&oacute;nico -como Murena gustaba decir- fuera de modas, para indagar con libertad sobre la idea de progreso y de sentido, sobre la condici&oacute;n humana.</p>
  • <p>La izquierda, como opci&oacute;n pol&iacute;tica y moral organizada, es hoy en d&iacute;a inexistente. Han desaparecido las organizaciones capaces de ser un instrumento para la organizaci&oacute;n de las clases subalternas como sujeto activo y para la participaci&oacute;n de las mismas en la pol&iacute;tica. Quedan en su lugar agencias electorales, que compiten entre s&iacute; en el mercado del voto.</p> <p>Esto no s&oacute;lo impide la lucha real por la liberaci&oacute;n del ser humano y el socialismo, sino que pone en franco retroceso, e incluso en peligro de desaparici&oacute;n, a la propia democracia, que es un r&eacute;gimen pol&iacute;tico que no puede existir sin la participaci&oacute;n permanente y masiva del &ldquo;demos&rdquo;, del pueblo.</p> <p>El presente libro pretende participar en la reflexi&oacute;n, necesariamente colectiva y p&uacute;blica, que permita refundar la izquierda como opci&oacute;n pol&iacute;tica de masas. Para ello trata de recuperar el acervo intelectual con el que se recoge la experiencia de la humanidad en su lucha a lo largo de los siglos contra la explotaci&oacute;n, la desigualdad y la opresi&oacute;n, y a favor de la igualdad y de la libertad.</p>
  • <p>Se re&uacute;nen aqu&iacute; estudios de muy diversa traza, unos in&eacute;ditos, otros aparecidos estos &uacute;ltimos a&ntilde;os en publicaciones bastante inasequibles, pero que se dirigen todos al descubrimiento y razonamiento de las falsas ideas o creencias que sostienen la Realidad, ya sea la f&iacute;sica, o la social y personal, ya se trate del uso de la raz&oacute;n misma, de los n&uacute;meros y de las lenguas.</p> <p>&nbsp;</p>
  • <p>El siglo XX es el siglo de la democracia y de los totalitarismos, el de la violencia desplegada hasta l&iacute;mites nunca alcanzados y la descolonizaci&oacute;n a escala global, el de la sociedad opulenta y el hambre en el mundo. Este libro propone un recorrido a trav&eacute;s de estas contradicciones, en una especie de lucha cuerpo a cuerpo contra las patolog&iacute;as m&aacute;s extremas de la &eacute;poca, contra los fracasos de la pol&iacute;tica, contra las enfermedades de la ideolog&iacute;a y contra aquella fiebre del hacer que ha encarnado la m&aacute;s devastadora de las antinomias: el contraste entre la omnipotencia de los medios t&eacute;cnicos y la sistem&aacute;tica inadecuaci&oacute;n de los resultados. Ejemplo de este contraste es la paradoja del comunismo del siglo XX, donde la voluntad prometeica de una reconstrucci&oacute;n del mundo, a partir de la l&oacute;gica productivista del homo faber, se ha convertido en su contrario, produciendo un &ldquo;mundo de cosas&rdquo; y generando una dram&aacute;tica contraposici&oacute;n entre la pol&iacute;tica y la esfera social. En la crisis del modelo industrialista que ha caracterizado la primera mitad del siglo y en la creciente molecularidad del trabajo presente al final del siglo XX se hallan las condiciones tanto para la resoluci&oacute;n de aquella paradoja como para la sumisi&oacute;n m&aacute;s radical y totalitaria de los hombres al despotismo del trabajo.</p>
  • <p>La imagen de la continuidad de cuatro mil a&ntilde;os de la cultura china es, no obstante, una historia llena de rupturas radicales, de profundas mutaciones y de intercambios con otras culturas. En China han surgido pensamientos tan originales como el de Confucio o el del dao&iacute;smo, y el budismo fue asimilado antes de que en la &eacute;poca moderna se estableciera un di&aacute;logo, decisivo para el presente y el futuro, con Occidente. A pesar de ello, la mayor&iacute;a de los occidentales desconocen esta tradici&oacute;n intelectual, o tienen un conocimiento parcial y reducido de ciertos aspectos religiosos o de unos pocos pensadores.</p> <p>Las &laquo;cien escuelas de pensamiento&raquo; que florecieron hace tiempo nos ofrecen sus frutos en estas p&aacute;ginas. Cuanto mejor las conozcamos m&aacute;s f&aacute;cil ser&aacute; la comunicaci&oacute;n con esa gran parte de la humanidad que todav&iacute;a parece tan lejana. La riqueza de la historia intelectual china aporta una diversidad &uacute;nica que nos ayudar&aacute; a comprender mejor el mundo que nos rodea. Las aportaciones al pensamiento universal de la filosof&iacute;a china no pueden continuar siendo olvidadas por m&aacute;s tiempo. <br /> Anne Cheng nos ofrece en esta obra una s&iacute;ntesis magistral &ndash;&uacute;til para especialistas y para cualquier persona interesada&ndash; de la evoluci&oacute;n del pensamiento chino desde la dinast&iacute;a Shang del segundo milenio antes de nuestra era hasta el movimiento del 4 de mayo de 1919 que marca a la vez una ruptura con el pasado y la renovaci&oacute;n de un pensamiento que todav&iacute;a no ha dicho su &uacute;ltima palabra.</p>
  • <p>Este libro es una investigaci&oacute;n sobre las razones que asisten hoy a la desobediencia civil tomando como punto de partida la vida y la obra del escritor norteamericano Henry D. Thoreau (1817-1862). Entre el trabajo acad&eacute;mico y el de divulgaci&oacute;n, esta monograf&iacute;a acerca a la filosof&iacute;a moral y pol&iacute;tica a los problemas de conciencia de una ciudadan&iacute;a que se sabe plural y se quiere libre. Desde el testimonio de un individuo que luch&oacute; tanto contra las iniquidades de su gobierno como contra la santurroner&iacute;a de sus vecinos, define y defiende una alternativa radical ante la apat&iacute;a y el fanatismo. Completado con una antolog&iacute;a de materiales in&eacute;ditos en su mayor&iacute;a, el ensayo bucea en la historia y la literatura en busca de las condiciones que hacen posible la desobediencia civil.</p> <p>En una democracia liberal. &eacute;sta s&oacute;lo puede darse si existe un consenso b&aacute;sico y ciertos valores est&aacute;n lo suficientemente extendidos como para garantizar el juego limpio. Concebir as&iacute; la sociedad como un sistema de cooperaci&oacute;n permite defender una interpretaci&oacute;n de la desobediencia civil en la que sus virtudes y l&iacute;mites no se basan en obligaciones presentes o pasadas, sino en un deber de justicia que mira hacia el futuro. La bibliograf&iacute;a actualizada, junto con la cuidada selecci&oacute;n de direcciones y textos acrecientan el inter&eacute;s de este libro para fil&oacute;sofos pr&aacute;cticos, estudiosos de Thoreau y otros insumisos discretos.</p>
  • Frida Khalo

    11,00
    <p>Eli Bartra se interroga sobre la existencia del arte femenino, que ella se propone considerar como resultado de un proceso social global, y sobre cu&aacute;les son sus caracter&iacute;sticas, pasando revista a las distintas formas en que se ha planteado en teor&iacute;a del arte la presencia de lo ideol&oacute;gico y lo social, lo masculino y lo femenino en el arte.</p>
  • <p>En el d&iacute;a de hoy, y con todas las pasiones, justas y doloridas unas, esp&uacute;reas otras, que promueve en la vida social la existencia de una violencia social permanente, es una gran haza&ntilde;a intelectual decidirse a abordar filos&oacute;ficamente este tema de la violencia; y al decir esto no se quiere decir, como podr&iacute;a entenderse, &laquo;abordarlo pacientemente&raquo;, sino por el contrario, como hace Joxe Azurmendi en los textos que contiene este libro, con toda la pasi&oacute;n y la impaciencia propias de una verdadera vocaci&oacute;n intelectual. El tema de la violencia puede ser un pi&eacute;lago de confusiones como aquel en el que se hundi&oacute; en su momento Georges Sorel (<em>Reflexiones sobre la violencia</em>), o una rigurosa plataforma de an&aacute;lisis, como lo fue para Engels, que abri&oacute; los ojos a la complejidad de los hechos sociales (<em>Teor&iacute;a de la violencia</em>). De esa complejidad parte, y por ella circula con claridad te&oacute;rica y coraje civil Joxe Axurmendi, en este libro que ojal&aacute; contribuya &ndash;tal es nuestro objetivo editorial&ndash; a la elucidaci&oacute;n de una situaci&oacute;n indeseable, y que es preciso abordar inteligentemente, como &uacute;nico camino hacia la consecuci&oacute;n de una paz &ndash;que no pacificaci&oacute;n&ndash; generalmente deseada.</p>
  • <p>Este libro surgi&oacute; como respuesta que trataba de dar cuenta de una breve declaraci&oacute;n de Mar&iacute;a Zambrano; aquella que encontramos en el pr&oacute;logo a la segunda edici&oacute;n de <em>El hombre y lo divino</em>, donde, tras haberse planteado el estatuto que la escritura juega en su pensamiento, conclu&iacute;a que el escribir es un &quot;rito, conjuro, ofrenda&quot;, la &quot;aceptaci&oacute;n del ineludible presente temporal&quot;, que en suma se trata de &quot;hacer una verdad, aunque sea escribiendo&quot;. Descifrar estas palabras supon&iacute;a analizar de qu&eacute; modo M. Zambrano exploraba qu&eacute; fuera &quot;tiempo&quot;, para as&iacute;, y tras recoger los momentos en los que reflexionaba acerca del estatuto de la escritura, vincular ambas cuestiones, y dar cuenta entonces de en qu&eacute; medida escribir se constituye para M. Zambrano en un conjuro contra el tiempo.</p>
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