feminismo

  • <p>El objeto de este libro es claro: la sociedad capitalista. Se trata de comprender qu&eacute; es y c&oacute;mo funciona; sus irracionalidades, coerciones e injusticias end&oacute;genas; sus tendencias inherentes a la crisis y sus l&iacute;neas de conflicto; sus potenciales inmanentes para la transformaci&oacute;n. Partiendo libre y ecl&eacute;cticamente de &laquo;los dos Karls&raquo; (Marx y Polanyi), as&iacute; como de las teor&iacute;as feministas y ecologistas y de las teor&iacute;as cr&iacute;ticas de la raza, este libro propone una visi&oacute;n ampliada de la sociedad capitalista. Esta visi&oacute;n abarca no solo la econom&iacute;a visible, &laquo;productiva&raquo;, sino tambi&eacute;n los &laquo;talleres ocultos&raquo;, las condiciones de posibilidad subyacentes de esta &uacute;ltima, en concreto: los procesos de reproducci&oacute;n social asim&eacute;tricos en cuanto al g&eacute;nero, la din&aacute;mica racializada de la expropiaci&oacute;n, las formas de dominio pol&iacute;tico estructuradas por las diferencias de clase, as&iacute; como la depredaci&oacute;n sistem&aacute;tica de los ecosistemas. Todo ello es parte integrante esencial de lo que es, en realidad, una sociedad capitalista.</p> <p>Una visi&oacute;n ampliada del capitalismo implica tambi&eacute;n una visi&oacute;n ampliada del socialismo. Desde esta perspectiva, el socialismo debe superar no solo la explotaci&oacute;n del trabajo asalariado por parte del capital, sino tambi&eacute;n sus m&uacute;ltiples formas alternativas de explotaci&oacute;n parasitaria: el trabajo de cuidados no remunerado, los bienes p&uacute;blicos y la riqueza expropiada a los sujetos racializados y a la naturaleza no humana. El socialismo debe ser, pues, feminista, antirracista y antiimperialista, ecosostenible y democr&aacute;tico.</p>
  • <p>Una revoluci&oacute;n desde los afectos: esa es la propuesta principal de este libro, que entreteje los principios del anarquismo social con el deseo de extender el &aacute;mbito de lo pol&iacute;tico a las formas que damos a nuestras relaciones.</p> <p>Las formulaciones contempor&aacute;neas de esta &laquo;anarqu&iacute;a relacional&raquo; se concretan por primera vez en Suecia durante la primera d&eacute;cada del siglo XXI, pero beben no solo de la larga tradici&oacute;n del anarquismo, sino tambi&eacute;n de aportes de la sociolog&iacute;a, la antropolog&iacute;a, el feminismo, la teor&iacute;a queer y los activismos no-mon&oacute;gamos. En un momento en que las perspectivas revolucionarias parecen haberse desplazado m&aacute;s all&aacute; del horizonte, el reto de la anarqu&iacute;a relacional es construir desde abajo redes de afectos y maneras de cuidarnos, modelos de convivencia con quienes nos acompa&ntilde;an acordes a los mismos ideales que desear&iacute;amos rigieran en la sociedad, superando la normatividad, las estructuras de poder y de autoridad heredadas y los mecanismos de control estereotipados.</p>
  • <p>&laquo;Era necesaria una organizaci&oacute;n dirigida por mujeres y para las mujeres, una organizaci&oacute;n consagrada a superar la subordinaci&oacute;n de las mujeres en todas sus facetas, en el hogar, el centro de trabajo o en el movimiento anarcosindicalista mismo&raquo;.</p> <p>Mujeres Libres naci&oacute; en 1936 con la urgencia de crear una organizaci&oacute;n dirigida por y para las mujeres que, en aquellos d&iacute;as de fervor revolucionario, ansiaban una transformaci&oacute;n social, profunda y efectiva en todos los &aacute;mbitos.</p> <p>Con un impecable rigor hist&oacute;rico y apoy&aacute;ndose en multitud de testimonios, Martha A. Ackelsberg reconstruye la historia de una organizaci&oacute;n a la que, en apenas tres a&ntilde;os, se adhirieron m&aacute;s de veinte mil mujeres dispuestas a ocupar su lugar en la revoluci&oacute;n y en la nueva sociedad. En este estudio, se analizan las razones y necesidades de coordinaci&oacute;n de quienes, haciendo de la capacitaci&oacute;n y la sororidad sus pilares elementales, tuvieron que enfrentarse a la mayor parte de sus compa&ntilde;eros y a las propias estructuras org&aacute;nicas del movimiento libertario, ancladas en l&oacute;gicas que garantizaban los privilegios masculinos. Los debates de entonces sirven ahora para contextualizar las desigualdades propias de una &eacute;poca que hoy, lejos de estar superadas, siguen siendo desaf&iacute;os de primer orden. O estas cuestiones son integradas como fundamentos esenciales de la lucha por la liberaci&oacute;n o cualquier sociedad futura arrastrar&aacute; consigo los<br /> lastres de la dominaci&oacute;n patriarcal.</p> <p>La obra de Mujeres Libres nos interpela y pone de manifiesto, ochenta a&ntilde;os despu&eacute;s, la actualidad de esos desencuentros y la inaplazable necesidad de abordarlos y superarlos.</p>
  • MI HISTORIA

    21,00
    <p>Emmeline Pankhurst creci&oacute; muy consciente de la actitud predominante en su &eacute;poca: que los hombres eran considerados superiores a las mujeres. Cuando ten&iacute;a solo catorce a&ntilde;os asisti&oacute; a su primera reuni&oacute;n por el sufragio femenino y regres&oacute; a casa como sufragista confirmada. A lo largo de su carrera soport&oacute; la humillaci&oacute;n, la prisi&oacute;n, las huelgas de hambre y la reiterada frustraci&oacute;n de sus objetivos por parte de los hombres que ostentaban el poder, pero ascendi&oacute; hasta convertirse en una luz gu&iacute;a del movimiento sufragista.</p> <p>Escrita al comienzo de la Primera Guerra Mundial, <em>Mi historia</em> llama la atenci&oacute;n sobre la causa de Pankhurst mientras defiende su decisi&oacute;n de cesar el activismo hasta el final de la guerra. Notable por sus descripciones del sistema penitenciario brit&aacute;nico, <em>Mi historia</em> es un documento invaluable de una vida dedicada a los dem&aacute;s, de un momento hist&oacute;rico en el que un grupo oprimido se levant&oacute; para defender la m&aacute;s simple de las demandas: la igualdad.</p> <p>Pankhurst desarroll&oacute; un estilo de protesta de confrontaci&oacute;n que har&iacute;a que ella y sus seguidoras fueran arrestados muchas veces antes de que finalmente todas las mujeres mayores de veinti&uacute;n a&ntilde;os obtuvieran el derecho al voto. En 1927 se postular&iacute;a para el parlamento.</p> <p>Contada con sus propias palabras, esta es la historia de la organizaci&oacute;n e indignaci&oacute;n, las penurias y las huelgas de hambre de Pankhurst y su obstinada determinaci&oacute;n de desmantelar los numerosos obst&aacute;culos dise&ntilde;ados para impedir que ella y todas las mujeres reclamasen su libertad. <em>Mi historia</em> es un registro de la incansable defensa de una mujer por el bien de muchas otras.</p>
  • Partisanas

    22,50
    <p>Hannie Schaft, conocida como &laquo;la chica pelirroja&raquo;, era a sus veinte a&ntilde;os una de las terroristas m&aacute;s buscadas por la Gestapo en los Pa&iacute;ses Bajos. En Varsovia los ejecutores de la soluci&oacute;n final intentaban atrapar a &laquo;la peque&ntilde;a Wanda con las trenzas rubias&raquo;, que se llamaba Niuta Tejtelbojm, ten&iacute;a veinte a&ntilde;os y era jud&iacute;a.</p> <p>En los frentes de la Guerra Civil espa&ntilde;ola, los militares facciosos de Franco se las ten&iacute;an que ver con milicianas de diecis&eacute;is a&ntilde;os. En los guetos del este de Europa, en los Pa&iacute;ses Bajos, en el ej&eacute;rcito partisano de Tito, de Lyon a Bialystok, muchas mujeres empu&ntilde;aron las armas contra el terror nacionalsocialista y fascista. <br /> <br /> Pero la derrota del fascismo no signific&oacute; el reconocimiento de su labor en la resistencia armada. La guerra fr&iacute;a ya dominaba la l&oacute;gica pol&iacute;tica y los homenajes y el recuerdo hist&oacute;rico se limitaron generalmente a celebrar la oposici&oacute;n controlada por los aliados. La resistencia comunista y anarquista fue cubierta con un manto de olvido, cuando no perseguida durante la posguerra; y de la mujer se esperaba su vuelta silenciosa al hogar, ignorada muchas veces su labor en la guerra hasta por sus propios camaradas. Hab&iacute;an cuestionado demasiado profundamente su rol de seres pac&iacute;ficos e indefensos, y durante a&ntilde;os s&oacute;lo merecieron el desprecio o el silencio de la historiograf&iacute;a de la resistencia. <br /> <br /> <em>Partisanas</em> nos adentra en un cap&iacute;tulo silenciado de nuestra historia reciente, rindiendo un merecido homenaje a toda una generaci&oacute;n de luchadoras.</p>
  • Frente a los intentos de expulsarlas a un régimen de apartheid social y jurídico bajo el pretexto de su salvación, esta obra apuesta por el fortalecimiento de la legitimidad, de los derechos y de la capacidad organizativa de las trabajadoras sexuales como el único camino verdaderamente emancipador.
  • <p><em>Masculinidad femenina</em> es un cl&aacute;sico de los estudios queer. Judith Halberstam realiza en este libro un itinerario apasionante por las diferentes formas de masculinidad que han sido desarrolladas por las mujeres en los &uacute;ltimos tres siglos: desde las mujeres que viv&iacute;an haci&eacute;ndose pasar por hombres en los siglos XVIII y XIX, hasta las nuevas culturas actuales transg&eacute;neros, drag kings, transexuales masculinos, pasando por el estudio de importantes subculturas lesbianas como la cultura butch-femme, y el an&aacute;lisis de la masculinidad femenina en el cine. Muchas de estas formas de masculinidad hab&iacute;an sido englobadas bajo el calificativo demasiado totalizador de &ldquo;lesbianas&rdquo;. Halberstam reinterpreta con gran rigor hist&oacute;rico cada una de estas formas de masculinidad, y nos revela que los g&eacute;neros y las sexualidades son mucho m&aacute;s complejos y diversos de lo que supone el sistema heterocentrado en que vivimos. Un sistema que las mujeres masculinas han conseguido desafiar y subvertir.</p> <p>Javier S&aacute;ez</p>
  • <p>Este libro recoge trazos hist&oacute;ricos de mujeres que, desde principios del siglo XX, se organizaron para conseguir derechos e instaurar otra racionalidad desde la que afrontar los conflictos que asolaban el mundo. Encarnaron un feminismo que podemos nombrar como pacifista y que concebimos como una tradici&oacute;n de pensamiento y acci&oacute;n, difusa en su delimitaci&oacute;n, pero clara en su defensa de la paz. El n&uacute;cleo del feminismo pacifista lo constituyeron mujeres que desplegaron un potente discurso contra la guerra y propusieron las bases para lograr una paz permanente. Asimismo, contribuyeron a esta tradici&oacute;n las que se organizaron a favor de lo que conocemos como paz positiva, las que reclamaron derechos y propusieron medidas para establecer condiciones de vida m&aacute;s justas e igualitarias, para ellas y sus sociedades. Una clave de este feminismo pacifista fue su internacionalismo, su vinculaci&oacute;n con organizaciones que traspasaron fronteras y constituyeron un movimiento internacional de mujeres.</p>
  • <p>El presente libro trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistem&aacute;ticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. En sus distintos cap&iacute;tulos, Angela Y. Davis ofrece un an&aacute;lisis riguroso y esclarecedor que no s&oacute;lo pone de manifiesto las estrategias de lucha de las mujeres negras, sino los problemas de composici&oacute;n de las diferencias que siguen desgarrando los movimientos pol&iacute;ticos actuales.</p>
  • <p>De la emancipaci&oacute;n de la servidumbre a las herej&iacute;as subversivas, un hilo rojo recorre la historia de la transici&oacute;n del feudalismo al capitalismo. Todav&iacute;a hoy expurgado de la gran mayor&iacute;a de los manuales de historia, la imposici&oacute;n de los poderes del Estado y el nacimiento de esa formaci&oacute;n social que acabar&aacute; por tomar el nombre de capitalismo no se produjeron sin el recurso a una extrema violencia. La acumulaci&oacute;n originaria exigi&oacute; la derrota de los movimientos campesinos y urbanos, que normalmente bajo la forma de la herej&iacute;a religiosa reivindicaron y pusieron en pr&aacute;ctica diversos experimentos de vida comunal y reparto de la riqueza. Su aniquilaci&oacute;n abri&oacute; el camino a la formaci&oacute;n del Estado moderno, la expropiaci&oacute;n y cercado de las tierras comunes, la conquista&nbsp; y expolio de Am&eacute;rica, la apertura del comercio de esclavos a gran escala y una guerra contra las formas de vida y las culturas populares que tom&oacute; a las mujeres como su principal objetivo.</p> <p>Al analizar la quema de brujas, Federici no s&oacute;lo desentra&ntilde;a uno de los episodios m&aacute;s inefables de la historia moderna, sino el coraz&oacute;n de una poderosa din&aacute;mica de expropiaci&oacute;n social dirigida sobre el cuerpo y la reproducci&oacute;n femenina. &Eacute;sta constituye a un tiempo el acta de nacimiento de nuestra &eacute;poca como el registro de unas voces imprevistas (las de los subalternos: Calib&aacute;n y la bruja) que todavia hoy resuenan con fuerza en las luchas que resisten a la continua actualizaci&oacute;n de la violencia originaria.</p>
  • <p>Finanzas, trabajo, clima, alimentos. &iquest;De que modo est&aacute;n conectadas las crisis del siglo XXI? En El capitalismo en la trama de la vida, Jason W. Moore sostiene que las fuentes de la actual turbulencia global tienen una causa com&uacute;n: el agotamiento del capitalismo como forma de organizar la naturaleza, incluida la naturaleza humana. A partir de los grandes an&aacute;lisis del capitalismo hist&oacute;rico de Braudel a Wallerstein y Arrighi, de las recientes aportaciones de la econom&iacute;a pol&iacute;tica ecologista y de determinadas lecturas del feminismo, Moore nos ofrece una s&iacute;ntesis innovadora: el capitalismo supone un determinado tipo de &laquo;ecolog&iacute;a mundial&raquo; que implica formas de producci&oacute;n y distribuci&oacute;n de la riqueza, sistemas de poder y ecosistemas hechos tanto de naturalezas humanas como extrahumanas.</p> <p>Bajo esta perspectiva, la mayor fuerza hist&oacute;rica del capitalismo ?as&iacute; como la fuente de sus principales problemas? ha resultado de su capacidad para crear &laquo;naturalezas baratas&raquo;, en forma de mano de obra, alimentos, energ&iacute;a y materias primas por las que ha pagado poco o nada. Esta capacidad es lo que ahora se ha vuelto problem&aacute;tico. Al repensar el capitalismo a trav&eacute;s de una vibrante dial&eacute;ctica de la &laquo;humanidad en la naturaleza&raquo;, Moore transporta a los lectores en un viaje te&oacute;rico desde el ascenso del capitalismo hist&oacute;rico hasta el caleidoscopio de las m&uacute;ltiples capas de la crisis actual. Este libro muestra c&oacute;mo la cr&iacute;tica del &laquo;capitalismo en la naturaleza&raquo; ?en lugar de considerar el capitalismo y la naturaleza por separado? resulta fundamental a la hora de comprender nuestra coyuntura, as&iacute; como de empujar en la direcci&oacute;n de la emancipaci&oacute;n en el siglo venidero.</p>
  • Feminismos

    27,00
    <p>&laquo;Ser feminista es la &uacute;nica opci&oacute;n decente en nuestro mundo. En un contexto en el que el g&eacute;nero determina una desigualdad estructural, la neutralidad no es una opci&oacute;n realista: o se est&aacute; contra el patriarcado o se contribuye m&aacute;s o menos activamente a perpetuarlo. Y aunque hay muchas formas de interpretar esta afirmaci&oacute;n, cualquiera que se defina como feminista estar&aacute; de acuerdo en algo: en un mundo feminista tus genitales no determinar&iacute;an tu destino.&raquo;</p> <p>La presente obra es el resultado de la colaboraci&oacute;n de mujeres que han volcado su vida y su dedicaci&oacute;n profesional al estudio, la comprensi&oacute;n y la divulgaci&oacute;n del feminismo. Es un grano de arena m&aacute;s que se suma al esfuerzo de millones de mujeres, sobre todo, y de hombres por visibilizar uno de los mayores problemas y retos con los que se ha enfrentado la sociedad desde los or&iacute;genes hasta nuestros d&iacute;as: la desigualdad por raz&oacute;n de g&eacute;nero.</p>
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