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<p>Cuando estalla la Primera Guerra Mundial, un reducido grupo de anarquistas, entre los que se encontraban algunas de las figuras más importantes de la época dentro del movimiento como Piotr Kropotkin, James Guillaume y Jean Grave, entre otros, se posicionó a favor de la alianza en guerra contra Alemania. Inmediatamente, casi la totalidad del movimiento anarquista mundial se pronunció, repudiando la postura de estos viejos y admirados compañeros y maestros.</p> <p>En estas páginas recopilamos una ínfima parte de ese debate que duró al menos unos tres años, hasta que la Revolución Rusa pasó a ser el tema principal de discusión entre los compañeros y las compañeras de la época. Los artículos aquí presentados no buscan más que servir como esbozo para conocer una parte de aquel enorme debate, siempre tan actual, sobre el militarismo, la guerra, el patriotismo y los principios anarquistas. No se debe buscar otra cosa en este libro, a la espera de algún estudio que analice en profundidad lo que aquella guerra supuso para el movimiento anarquista y revolucionario mundial.</p>
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<p>Los ejes de este relato del que algunas mujeres son las principales protagonistas, lo constituyen la educación de las clases trabajadoras, la libertad de pensamiento, el derecho de reunión y asociación, la independencia personal con respecto al estado, la iglesia y sus instituciones coactivas y normativas, los derechos laborales, y la vindicación feroz de la paridad. Como trama y urdimbre se entremezclan en nuestra narración, como se entremezclan cotidianamente los pasos de nuestros contemporáneos en la ciudad amada, transitada, desolada de la que el Raval es parte intrínseca.</p> <p>El librepensamiento ocupa una parte central en el libro, es un eje sobre el que se articulan todas las iniciativas de esta población en construcción, de estos grupos de ciudadanos a la búsqueda de alternativas a la pobreza económica y intelectual. Fue el movimiento colectivo alternativo más importante del siglo XIX y los primeros 30 años del XX, que impregnó asociaciones de todo tipo, los incipientes sindicatos o algunas opciones partidistas. Acompañó al republicanismo radical y al anarquismo insurreccional, pero también al pacífico, ya que el librepensamiento se basaba en la desobediencia a las instituciones y a todo poder: religioso, estatal o militar.</p>
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<p>Un incendio el 15 de enero de 1978, acabó con la sala de fiestas Scala de Barcelona y con la vida de cuatro de sus trabajadores. Incitados por un confidente de la Policía, Joaquín Gambín, un grupo de militantes libertarios tiran unos cócteles molotov contra el Scala al final de una manifestación contra los Pactos de la Moncloa. Las enormes dimensiones y la voracidad del incendio difícilmente se podían atribuir a los cócteles arrojados. El interés de Estado y la voluntad de poner fin a la influencia del anarquismo en el movimiento obrero, en pleno consenso postfranquista, explican las irregularidades en la investigación y en el juicio que llevaría a cuatro militantes cenetistas, incluyendo el autor del libro, a la cárcel durante 8 años.</p>
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<p>Para conocer mejor el desarrollo del anarquismo en nuestro país, nos parece imprescindible estudiar una parte del legado que nos dejó el infatigable historiador anarquista Max Nettlau. Este anarquista austríaco dedicó toda su vida y sus recursos personales a las investigaciones del anarquismo internacional; no obstante, muchos de sus manuscritos duermen el sueño de los justos en las polvorientas estanterías del Instituto de Historia Social de Ámsterdam. Estos estudios sobre la Internacional española los llevó a cabo Nettlau gracias a la invitación que le hizo Federico Urales de desplazarse a Barcelona, ya que allí tendría la oportunidad de consultar una ingente documentación sobre la misma. Además de tomar las notas pertinentes, Nettlau publicó, en <em>La Revista Blanca</em>, una serie de artículos sobre este tema que viene a ser una síntesis de su voluminosa obra, pero que nos ofrece lo más sustancial de sus investigaciones.</p>
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<p>El 15 de septiembre de 1932 Buenaventura Durruti pronuncia un discurso ante cien mil personas, al pie de Montjuic. Era su primera aparición pública tras más de siete meses encarcelado y deportado. En un pasaje de su discurso Durruti dijo : “Creyeron lo gobernantes que los anarquistas éramos rebaño y que encarcelando a unos cuantos y deportando a otros tantos todo entraría en orden ; fallaron en sus cálculos : ignoran la razón del ser del anarquismo.”</p> <p>Meses antes, en enero de ese año, varios pueblos del Alto Llobregat se sublevan, desarman a los guardias, toman los ayuntamientos, forman comités revolucionarios y proclaman la instauración del Comunismo Libertario. Cinco días –“lo que dura la vida de una flor”- duró aquella inaudita experiencia revolucionaria. El Gobierno republicano decidió dar una lección sin precedentes, construyó una mentira de Estado y reprimió con escarnio a decenas de personas, en su mayoría anarquistas. Fue la oportunidad del poder para –a través de la denominada Ley de Defensa de la República- ejercer un duro golpe sobre la CNT y la FAI : encarcelados en un viejo barco –el Buenos Aires- más de cien anarquistas (entre ellos algunos que no habían tomado parte en la insurrección como Durruti o los hermanos Ascaso) fueron deportados sin rumbo cierto. La travesía duró meses. Tocaron puerto en Cádiz, Las Palmas, Dakar, Guinea y el Sahara. En su periplo sucedieron motines, huelgas de hambre, fugas, epidemias y la muerte de un deportado.</p> <p>Finalmente serían divididos en dos grupos : la mayoría extrañados en la Colonia Penitenciaria de Villa Cisneros, el resto enviado a Fuerteventura. Poco a poco el Gobierno fue liberando a pequeños grupos hasta que a finales de agosto los que habían sido designados como los “más peligrosos” quedaron libres y regresaron a Barcelona.</p>
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<p>La Antología de textos de y sobre Salvador Seguí i Rubinat, <em>El Noi del Sucre</em> es un compendio actualizado y ampliado de sus artículos, entrevistas, mítines, resúmenes de intervenciones y textos biográficos; a los que se ha sumado un anexo con sus dos novelas cortas; aportaciones a su trayectoria elaboradas, pocos días después de su asesinato, por la redacción de la <em>Novela Roja</em>; y, la entrevista de 1974 a su compañera Teresa Muntaner.</p> <p>Seguí fue la figura más significativa y conocida de la CNT de mediados de los años diez y principios de los veinte del siglo XX. Su asesinato a manos de pistoleros de la patronal y del Estado contribuyó, sin duda, a agigantar aún más su relevancia entre las clases populares.</p> <p>Sobre su ideología y actividad sindical, social y política se han tramado toda una serie de hipótesis para alejarlo del anarquismo y del anarcosindicalismo o para conjeturar que, en los últimos momentos de su vida o de no haber sido asesinado, habría abrazado tal o cual ideología diferente a las anteriormente citadas y/o se hubiera implicado en el parlamentarismo.</p> <p>En esta <em>Antología</em> se pueden leer evidentes desmentidos de ambos supuestos y además conocer su gran capacidad para la observación y el análisis de la realidad política y su evolución (la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, el conflicto de Marruecos, el sistema monárquico y caciquil de la Restauración, la violencia empresarial y la deriva hacia un sistema político corporativo y dictatorial en España). Y, especialmente, sus posiciones sobre el papel y significado del sindicalismo revolucionario (anarcosindicalismo, a partir de 1922, con la entrada de la CNT en la AIT), que para él era la organización natural y prioritaria del proletariado; y, sobre su manera de entender el comunismo libertario.</p> <p>Este libro ha sido impreso cien años después de su asesinato como homenaje a Seguí y a todas las víctimas de la violencia patronal y estatal de los años de plomo.</p>
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<p>Primeras décadas del siglo XX. Catalunya. La industrialización ha cambiado la geografía local, llenando Barcelona de un proletariado urbano que intenta subvertir su explotación a través de lucha y militancia. En ese entorno, un joven Salvador Seguí, hijo de campesinos ilerdenses migrados a la ciudad, entra de lleno en la militancia obrera. De verbo fácil y convicciones fuertes, se convertirá en protagonista destacado de buena parte de las luchas que jalonan ese momento crucial, casi fundacional, del movimiento obrero organizado.</p> <p>Pepe Gálvez y Alfonso López recrean en esta obra documental su recorrido, rescatando al tiempo ese contexto de extrema violencia antisindical que no pudo acallar la fuerza y voluntad de acción del movimiento obrero. Confrontación que alcanzaría cotas inusitadas de violencia en torno a la huelga de La Canadiense, que logra paralizar Barcelona entera y pone la alianza entre patronal y Estado contra las cuerdas.</p>
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<p>«El 1 de mayo es un momento de afirmación, de amor a la vida y de llegada de la primavera, así que ha de ser algo así como el principio del fin del sistema capitalista de explotación, opresión, guerra y miseria generalizada y trabajo esclavo». Esto escribe el famoso historiador Peter Linebaugh en este compendio esencial de reflexiones sobre un 1 de mayo tan denigrado y al mismo tiempo tan glorioso y eléctrico.</p> <p>Es un día en el que el rico y el poderoso se esconden llenos de miedo y hacen que el parlamento prohíba la fiesta de mayo -un día magnífico y descontrolado de renacimiento, renovación y rechazo-. Estas reflexiones sobre el rojo y el verde -en los cuales probablemente descansa la única esperanza para el futuro- están pobladas por las opiniones de la anarco-comunista nativa americana Lucy Parsons, el movimiento sindical Dodge Revolutionary Union Movement, Karl Marx, José Martí, W.E.B. Du Bois, Rosa Luxemburg, SNCC y una larga lista de nombres sensibles y ricos</p>
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<p>El libro que tienes entre tus manos es una de las puertas para entender la magnitud de la tragedia del pueblo español, y en concreto de mujeres y hombres del anarquismo y el anarcosindicalismo, que fueron capaces en 1936 de ganar al ejército y al fascismo y empezar a construir el sueño de la revolución.</p> <p>Por ello, al terminar la guerra en 1939, el fascismo franquista se cebó con aquellos combatientes y truncó tantas vidas como pudo. Tanto que, todavía hoy, 84 años después, muchas de esas vidas permanecen en el silencio de las cunetas de cada pueblo de España, sin demandar aún a los asesinos. En definitiva, el objetivo es, recuperar el nombre y la identidad de cada persona que, en los tiempos oscuros del franquismo, tuvo la dignidad de luchar contra la ignominia de un sistema corrupto, represor, y asesino, cuando toda España era una cárcel.</p> <p>Hubo quien no aceptó ese régimen político opresor y plantó cara a la mentira del sistema. Y para que las mujeres y hombres que vieron truncados sus sueños, de un mundo mucho mejor, entre iguales, no pierdan su identidad, rescatamos aquí una pequeña parte de su historia. Para que se sepa, el nombre y apellidos de generosos y cautivos anarquistas, no queden en el olvido y podamos recuperar su historia, que es la historia de un pueblo que luchó por la libertad. QUE SU NOMBRE NO QUEDE EN EL OLVIDO</p>