patriarcado

  • <p>La periodista y psic&oacute;loga Darcy Lockman ofrece una l&uacute;cida mirada al problema m&aacute;s pernicioso al que se enfrentan las madres y padres modernos: las relaciones progresistas se convierten en tradicionales cuando se introducen los ni&ntilde;os en el hogar. En una &eacute;poca de activismo feminista, concienciaci&oacute;n y cambio aparentemente sin precedentes, los datos muestran que persiste obstinadamente un &aacute;rea de desigualdad de g&eacute;nero: la desproporcionada cantidad de trabajo parental que recae en las mujeres, independientemente de su origen, clase o estatus profesional.</p> <p>Lockman investiga la causa de esta omnipresente desigualdad para responder por qu&eacute;, en los hogares en los que ambos progenitores trabajan a jornada completa y est&aacute;n de acuerdo en que las tareas deben repartirse a partes iguales, las contribuciones de las madres a la gesti&oacute;n del hogar, la carga mental y el cuidado de los hijos siguen superando a las de los padres. &iquest;D&oacute;nde est&aacute; nuestra revoluci&oacute;n, nuestra insurgencia, nuestra agitaci&oacute;n civil?</p> <p>Lockman expone c&oacute;mo la promesa feminista de una verdadera pareja de hecho casi nunca se cumple, e identifica tres principios que han sostenido la divisi&oacute;n cultural del trabajo en funci&oacute;n del g&eacute;nero, desgranando las formas en que tanto hombres como mujeres perpet&uacute;an involuntariamente las viejas normas.</p>
  • En Urbanismo feminista se concretan y detallan diferentes aspectos relativos a esa ciudad que pone la vida en el centro, desde la clara conciencia de que solamente los procesos impulsados desde abajo, y a partir de la complejidad comunitaria, edificarán una realidad urbana radicalmente distinta a la que conocemos.
  • Desde su publicación en 2018 este libro ha supuesto una auténtica revolución en la comprensión del terror sexual y las narrativas asociadas a la violación como un mecanismo social de disciplinamiento de los cuerpos de las mujeres.
  • <p>Qu&eacute; papel juega el &laquo;cuerpo&raquo; hoy en d&iacute;a en tanto categor&iacute;a de acci&oacute;n pol&iacute;tica? &iquest;Cu&aacute;les son los procesos por los cuales se constituye? &iquest;C&oacute;mo desmantelamos los dispositivos de &laquo;cercamiento&raquo; de nuestros cuerpos y reclamamos colectivamente nuestra autonom&iacute;a?</p> <p>Quiz&aacute;s m&aacute;s que nunca, &laquo;el cuerpo&raquo; ocupa hoy el centro de la pol&iacute;tica, tanto radical como institucional. De un lado, los movimientos feministas, antirracistas, trans, ecologistas, etc., toman el cuerpo como un terreno de confrontaci&oacute;n, as&iacute; como un veh&iacute;culo para pr&aacute;cticas sociales transformadoras. De otro, el cuerpo se ha convertido en un significante de la crisis de la reproducci&oacute;n empujada por el giro neoliberal del desarrollo capitalista, as&iacute; como por el resurgimiento de la represi&oacute;n y la violencia.</p> <p>En <em>Ir m&aacute;s all&aacute; de la piel</em>, la activista y te&oacute;rica Silvia Federici examina estos procesos complejos, en el contexto hist&oacute;rico de la transformaci&oacute;n capitalista del cuerpo en una m&aacute;quina de trabajo, ampliando as&iacute; uno de los temas principales de su primer libro, <em>Calib&aacute;n y la bruja</em>. En una doble direcci&oacute;n, examina los nuevos paradigmas que hoy rigen la concepci&oacute;n del cuerpo en la imaginaci&oacute;n colectiva radical, pero tambi&eacute;n en los nuevos reg&iacute;menes disciplinarios que el Estado y el capital est&aacute;n implementando en respuesta a la creciente revuelta contra los ataques diarios a nuestra reproducci&oacute;n cotidiana. El resultado es un libro iluminador y extremadamente contempor&aacute;neo.</p>
  • <p>Algunos grupos antifeministas se crearon en los a&ntilde;os noventa del siglo XX, pero no ha sido hasta las primeras d&eacute;cadas del siglo XXI cuando, gracias al anonimato que proporcionan las redes, se han organizado, interconectado, y han construido espacios propios. Este movimiento tiene distintas caras: los &iacute;nceles o c&eacute;libes involutarios, los artistas del ligue, alt-right o fundamentalistas&hellip; Todos ellos tienen en com&uacute;n el odio a las mujeres y la reacci&oacute;n ante una emergencia feminista que hace tambalearse los pilares patriarcales de la sociedad.</p> <p>Aunque la misoginia no es algo nuevo, definirse defendi&eacute;ndola expl&iacute;citamente s&iacute; que lo es. Por eso resulta imprescindible entender que no estamos ante una reacci&oacute;n aislada y centrada en los valores de los autoritarios de g&eacute;nero. Se trata m&aacute;s bien, tal y como explica Susanne Kaiser, de una puesta al d&iacute;a de los valores de la extrema derecha, y de la puerta de entrada a la misma. Todos estos nuevos actores comparten el deseo de volver a la sociedad en la que imperaba la supremac&iacute;a masculina, pero tambi&eacute;n la blanca, la autoritaria y la cristiana.</p>
  • <p>La perversa idea de la supuesta inferioridad, tanto moral como intelectual y biol&oacute;gica, de la mitad de la humanidad, las mujeres, representa el fundamento del sistema patriarcal. El amplio argumentario sobre estos supuestos se ha ido construyendo de la mano de grandes pensadores de todos los tiempos. El acuerdo com&uacute;n, salvo honrosas excepciones, situaba a las mujeres, por naturaleza, en el &aacute;mbito de lo privado. Todas estas creencias y prejuicios han condenado, y lo siguen haciendo, a millones de mujeres a grandes sufrimientos y violencias, y adem&aacute;s han frustrado sus leg&iacute;timas aspiraciones y deseos. Pero tambi&eacute;n han privado a la humanidad de la mitad de las inteligencias. Conocer el pasado nos puede servir para impedir el avance de la misoginia que, desgraciadamente, no es cosa del pasado.</p>
  • <p>Desde la crisis de 2008, el neoliberalismo, para sostener sus modos de explotaci&oacute;n, para contener la implosi&oacute;n social en cada territorio, ha necesitado de una alianza cada vez m&aacute;s f&eacute;rrea con el fascismo y con formas varias de fundamentalismo religioso. Con ello ha pretendido reordenar la re-producci&oacute;n social en t&eacute;rminos capitalistas, recolocar un mandato de g&eacute;nero en crisis y retrazar las l&iacute;neas entre lo humano y lo categorizado como menos-que-humano (feminizado, racializado, naturalizado).</p> <p>Frente a esta nueva ofensiva neoliberal, el feminismo transnacional ha aparecido como un actor inesperado. Ha reabierto lo que parec&iacute;a clausurarse y lo ha hecho de nuevo con esa mezcla de radicalidad y masividad, de fuerza internacionalista y operatividad local, de conectividad y arraigo. Lo que se juega hoy en las disputas por los sentidos del feminismo no es la divisi&oacute;n de un movimiento que por otro lado siempre fue m&uacute;ltiple y poli&eacute;drico. Se juega la capacidad de incidir en el punto de sutura entre neoliberalismo y fascismo. Se juega la potencia feminista misma, en su desbordamiento.</p>
  • <p>El objeto de este libro es claro: la sociedad capitalista. Se trata de comprender qu&eacute; es y c&oacute;mo funciona; sus irracionalidades, coerciones e injusticias end&oacute;genas; sus tendencias inherentes a la crisis y sus l&iacute;neas de conflicto; sus potenciales inmanentes para la transformaci&oacute;n. Partiendo libre y ecl&eacute;cticamente de &laquo;los dos Karls&raquo; (Marx y Polanyi), as&iacute; como de las teor&iacute;as feministas y ecologistas y de las teor&iacute;as cr&iacute;ticas de la raza, este libro propone una visi&oacute;n ampliada de la sociedad capitalista. Esta visi&oacute;n abarca no solo la econom&iacute;a visible, &laquo;productiva&raquo;, sino tambi&eacute;n los &laquo;talleres ocultos&raquo;, las condiciones de posibilidad subyacentes de esta &uacute;ltima, en concreto: los procesos de reproducci&oacute;n social asim&eacute;tricos en cuanto al g&eacute;nero, la din&aacute;mica racializada de la expropiaci&oacute;n, las formas de dominio pol&iacute;tico estructuradas por las diferencias de clase, as&iacute; como la depredaci&oacute;n sistem&aacute;tica de los ecosistemas. Todo ello es parte integrante esencial de lo que es, en realidad, una sociedad capitalista.</p> <p>Una visi&oacute;n ampliada del capitalismo implica tambi&eacute;n una visi&oacute;n ampliada del socialismo. Desde esta perspectiva, el socialismo debe superar no solo la explotaci&oacute;n del trabajo asalariado por parte del capital, sino tambi&eacute;n sus m&uacute;ltiples formas alternativas de explotaci&oacute;n parasitaria: el trabajo de cuidados no remunerado, los bienes p&uacute;blicos y la riqueza expropiada a los sujetos racializados y a la naturaleza no humana. El socialismo debe ser, pues, feminista, antirracista y antiimperialista, ecosostenible y democr&aacute;tico.</p>
  • <p>El presente es el &uacute;nico texto cr&iacute;tico existente a fecha de hoy sobre la situaci&oacute;n de la mujer en las Fuerzas Armadas. El &uacute;nico trabajo que ha juntado las piezas del puzle para facilitar una visi&oacute;n de conjunto que permita a la ciudadan&iacute;a tomar conciencia de la magnitud de un problema tan grave como es la impunidad de la violencia sobre la mujer en el seno del Ej&eacute;rcito, y que ello suponga un punto de encuentro y reflexi&oacute;n desde el que impulsar un imprescindible cambio.</p> <p>Dividido en dos partes, en la primera, se presentan denuncias de acoso en cuatro periodos de tiempo, y, en la segunda, se analizan con la intenci&oacute;n de extraer conclusiones en forma de patrones y estad&iacute;sticas. Y los datos resultan muy reveladores: un n&uacute;mero de denuncias y de condenas muy bajo, una clara tendencia a proteger a los denunciados y expulsar a las denunciantes, una ausencia de control pol&iacute;tico y una falta de inter&eacute;s medi&aacute;tico.</p> <p>El objetivo de este libro es claro: que cuando acontezca un delito de esta naturaleza, las v&iacute;ctimas encuentren un respaldo institucional que las proteja y una estructura legal que les ofrezca todas las garant&iacute;as de independencia e imparcialidad exigibles. Todo lo cual se resume en una premisa que convendr&iacute;a que el lector recordase cada vez que visualice un abuso, un acoso o una agresi&oacute;n, y le parezca incomprensible la resoluci&oacute;n que se da al mismo: desaparici&oacute;n o restricci&oacute;n de la Justicia militar a tiempos de guerra, conflictos militares y delitos de naturaleza exclusivamente militar.</p>
  • <p>&iquest;Una nace mujer o se hace mujer? &iquest;Pueden los hombres ser feministas? &iquest;Todav&iacute;a necesitamos el feminismo en el siglo xxi? Este libro responde estas y otras muchas preguntas explorando la lucha por la igualdad a lo largo de los &uacute;ltimos siglos.</p> <p>Con un lenguaje claro, concisas explicaciones que desbrozan la jerga acad&eacute;mica, esquemas que simplifican complejas teor&iacute;as e ingeniosas ilustraciones, El libro del feminismo examina las revolucionarias ideas y las audaces iniciativas que han configurado este fascinante y diverso movimiento.</p> <p>Tanto si has sido feminista durante toda tu vida como si acabas de interesarte por este movimiento, en este libro hallar&aacute;s una verdadera fuente de inspiraci&oacute;n.</p>
  • <p>El Prado es todav&iacute;a, doscientos a&ntilde;os despu&eacute;s, una instituci&oacute;n en la que se silencia y se excluye a la mujer. A las artistas y a las visitantes: todas invisibles y todos ciegos ante la ausencia de la voz y la experiencia femeninas. &iquest;Por qu&eacute; el Museo Nacional del Prado ignora a las mujeres? En las salas del referente espa&ntilde;ol y en las del resto de instituciones internacionales, el relato que se alaba en el siglo XXI es el mismo con el que el siglo XIX cont&oacute; el mundo y construy&oacute; sus intereses. Cuadro a cuadro, este libro revisa el legado patriarcal que ha llegado hasta nuestros d&iacute;as, aunque hoy lo se&ntilde;alemos como injustificable y rechacemos cualquier pr&aacute;ctica que ampl&iacute;e la brecha entre hombres y mujeres.</p> <p>Esta no es una historia del arte tradicional: es una gu&iacute;a contra las ausencias, las vejaciones, los eufemismos, los silencios y tergiversaciones que han hecho desaparecer a la mitad de la poblaci&oacute;n, con una violencia soterrada y a la vista. Y esta es tambi&eacute;n una historia contra la ceguera, una narraci&oacute;n sobre las condiciones pol&iacute;ticas y sociales que determinan la creaci&oacute;n art&iacute;stica y privilegian a ellos sobre ellas. Es el momento, ante el auge de los fascismos, de que los museos asuman sus responsabilidades y pasen a ejercer una pr&aacute;ctica de pensamiento cr&iacute;tico, y se nieguen a dar por sentado el marco del menosprecio y la desigualdad.</p>
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