Economía y Trabajo

  • <p>&laquo;Este es un libro para entender, de verdad, por qu&eacute; es tan importante fijarse en el turismo si queremos cuidar nuestro mundo. En medio de las inmediateces de la vida cotidiana, es f&aacute;cil dejarse confundir por los reclamos interesados en hacernos c&oacute;mplices de un movimiento natural y lineal de progreso orientado al goce individual sin otros l&iacute;mites que la voluntad de libertad y de superaci&oacute;n constante de nuevas metas. La promesa de liberaci&oacute;n individual del turismo es, precisamente, el exponente quiz&aacute;s m&aacute;s refinado y perfecto del poder de seducci&oacute;n de la maquinaria de publicidad en que se basa el industrialismo capitalista. <br /> <br /> Pocos mensajes merecen una aprobaci&oacute;n social tan masiva independientemente de las formas de vida, la posici&oacute;n social o las creencias individuales como el de la bondad de visitar nuevos destinos o, como m&iacute;nimo, el inalienable nuevo derecho humano a desconectar de la fatiga y el estr&eacute;s del d&iacute;a a d&iacute;a lo m&aacute;s lejos posible de all&iacute; donde vivimos y nos ganamos el pan. Pareciera como si el turismo constituyera un aut&eacute;ntico oasis de paz, libertad y crecimiento personal al margen de la vor&aacute;gine de un mundo afectado por incertidumbres y urgencias cada vez m&aacute;s extremas, desde el agigantamiento del foso econ&oacute;mico entre el Norte y el Sur hasta el cambio clim&aacute;tico [...] <br /> <br /> No cabe a&ntilde;adir nada m&aacute;s sino animarles a leer y reflexionar a partir de este libro necesario sobre la urgencia de incorporar a la agenda de las propuestas de emancipaci&oacute;n y solidaridad Norte &ndash; Sur a un turismo internacional dominado por corporaciones transnacionales a quienes no importamos ni ustedes ni nosotros, ni las comunidades ni el Planeta&raquo; <br /> <br /> <i>Extracto del pr&oacute;logo de Joan Buades y Ernest Ca&ntilde;ada</i></p>
  • <p>El objeto de esta investigaci&oacute;n de Antonio Ant&oacute;n, profesor de sociolog&iacute;a de la Universidad Aut&oacute;noma de Madrid, es el proceso de reestructuraci&oacute;n del Estado de bienestar, con el impacto de la actual crisis econ&oacute;mica: las tendencias de los Estados de bienestar europeos y los problemas, conflictos y opciones de la reforma social; las diferentes teor&iacute;as y debates; el proceso de modernizaci&oacute;n socioecon&oacute;mica en Espa&ntilde;a y las relaciones entre Estado, mercado y sociedad; la crisis de empleo y las pol&iacute;ticas sociolaborales; las reformas de los sistemas de pensiones, y la situaci&oacute;n de la educaci&oacute;n y las pol&iacute;ticas educativas.</p>
  • <p>Fruto de tres a&ntilde;os de conversaciones, reflexiones y encuentros nace este Cuaderno polif&oacute;nico. En su redacci&oacute;n han participado personas que formaban parte del Foro de Vida Independiente y de la Agencia de Asuntos Precarios Todas aZien; personas con diversidad funcional, mujeres feministas y otras inclasificables. Aqu&iacute; nos dedicamos a abordar cuestiones como la vulnerabilidad y los cuidados, la normativizaci&oacute;n de los cuerpos y sus discriminaciones, la autonom&iacute;a y la independencia, el encierro institucional de la diferencia, la victimizaci&oacute;n y el asistencialismo, los l&iacute;mites y posibilidades de las identidades. Todo ello bajo una hip&oacute;tesis, <br /> &nbsp;una pregunta que se pone en juego d&iacute;a a d&iacute;a: pensar y construir una vida que merezca m&aacute;s la pena, y esto no s&oacute;lo para las personas con diversidad funcional, sino para todas y todos. Instrucciones de lectura: este texto es multiforme, el panfleto convive con el ensayo, el cuento con las conversaciones y las entrevistas; se puede leer de la primera a la &uacute;ltima p&aacute;gina, pero tambi&eacute;n a saltos seg&uacute;n la curiosidad de cada cual.</p>
  • <p>El crecimiento econ&oacute;mico se ha vuelto insostenible para nuestro entorno. Pero la hora del decrecimiento no es solamente la de la urgencia ecol&oacute;gica, sino que, como proponen los autores, debe ser el momento de rehabilitar el tiempo, de trabajar menos para vivir mejor y de inventar nuevas formas de vida para recuperar el placer de la sobriedad.<br /> <br /> El c&eacute;lebre economista y especialista del decrecimiento <span class="subtitol">Serge Latouche</span>, junto con Didier Hapag&egrave;s, profesor de Ciencias econ&oacute;micas y sociales, ambos militantes del decrecimiento, exponen con claridad el proyecto decreciente en este libro breve y conciso.<br /> <br /> Una lectura b&aacute;sica para todas aquellas personas que deseen abordar en profundidad los temas y las propuestas del decrecimiento.</p>
  • <p>&laquo;<em>El Caleidoscopio</em> constituye un libro construido con los finos mimbres de la iron&iacute;a y la sinceridad, con cuyos aspectos m&aacute;s te&oacute;ricos se puede estar de acuerdo o no, pero que, obviamente, no dejar&aacute; ning&uacute;n lector indiferente. La gigantesca crisis econ&oacute;mica y social en que nos encontramos constituye un escenario de tintes borrosos y circunstancias enormemente cambiantes. La realidad se ha vuelto m&aacute;s din&aacute;mica y m&oacute;vil que nunca, se transforma y muta a cada instante. El texto indaga en la gigantesca deriva hacia la nada del capitalismo postmoderno.</p> <p>Es un producto literario de alta calidad que recorre los senderos de la iron&iacute;a, el esperpento y el sarcasmo. Una explicaci&oacute;n pol&eacute;mica, pero seria y trabajada del presente y sus vericuetos, y una narraci&oacute;n espeluznada de los territorios yermos de las urbanizaciones postmodernas y de sus vac&iacute;os habitantes. <em>El Caleidoscopio</em> es todo eso y mucho m&aacute;s. Esperamos que lo disfrutes&raquo;</p> <p>Jos&eacute; Lu&iacute;s Carretero Miramar</p>
  • <p><span class="llista_autor">Una gu&iacute;a sencilla y did&aacute;ctica para expropiar a las entidades financieras.</span></p>
  • <p>La crisis es hoy el fantasma que recorre Europa. De los rescates financieros de los a&ntilde;os 2008 y 2009 a la crisis de la deuda p&uacute;blica de los pa&iacute;ses de la Europa &laquo;perif&eacute;rica&raquo;, una constante subyace a todas las medidas: los intereses y los beneficios financieros van primero. Aunque ello cueste el bienestar inmediato y futuro de poblaciones enteras. Aunque esto implique el desmantelamiento de los sistemas de pensiones y el retroceso de derechos sociales conquistados hace d&eacute;cadas. Aunque tales pol&iacute;ticas deslicen al conjunto de la econom&iacute;a por la senda renqueante del estancamiento. La pr&oacute;xima d&eacute;cada no nos ofrece m&aacute;s que una nueva ronda de privatizaci&oacute;n de servicios y garant&iacute;as sociales, mayor retroceso de los salarios y una crisis social que todav&iacute;a hoy s&oacute;lo conocemos en su fase embrionaria. Por eso la crisis no es s&oacute;lo econ&oacute;mica, sino al mismo tiempo social y pol&iacute;tica. La actual coyuntura desvela sin pudor alguno la incapacidad de la clase pol&iacute;tica realmente existente para desplazar esta situaci&oacute;n a nada que no sea plegarse a los dictados de poderosos intereses econ&oacute;micos. En estas condiciones, quiz&aacute;s s&oacute;lo quede un &uacute;nico camino: dirigir la indignaci&oacute;n, apostar por una pol&iacute;tica construida desde abajo, perder el miedo impuesto por una atm&oacute;sfera mental infectada por la idea de la escasez y conquistar la alegr&iacute;a de un mundo que todav&iacute;a hoy, bajo la amenaza del inicio de una larga decadencia, es m&aacute;s rico que cualquiera de sus precedentes.</p>
  • <p>&laquo;&rdquo;&iquest;Se ve usted como africana o como india?&rdquo; me pregunt&oacute;, un norteamericano miembro del jurado. Al principio esta pregunta me pareci&oacute; absurda. &iquest;Acaso no ve&iacute;a que era &ldquo;ambas&rdquo; cosas?&raquo;. As&iacute; comienza este texto, tejido en la intersecci&oacute;n de experiencia vivida, debates te&oacute;ricos, movimientos pol&iacute;ticos y las condiciones sociales, pol&iacute;ticas y econ&oacute;micas que marcaron la construcci&oacute;n de &laquo;lo asi&aacute;tico&raquo; como un Otro &laquo;postcolonial&raquo; en la Gran Breta&ntilde;a de postguerra. Avtar Brah analiza as&iacute; la relacionalidad de m&uacute;ltiples modalidades de poder ?clase, g&eacute;nero, &laquo;raza&raquo; y racismo, etnicidad, nacionalismo, generaci&oacute;n y sexualidad? y propone pensar el &laquo;espacio de la di&aacute;spora&raquo; como un lugar &laquo;habitado&raquo; no s&oacute;lo por los sujetos que &laquo;se mueven&raquo;, sino tambi&eacute;n por aqu&eacute;llos a los que se construye y representa como &laquo;aut&oacute;ctonos&raquo;. Es aqu&iacute; donde lo postcolonial se derrama en mil evocaciones pr&aacute;cticas y te&oacute;ricas para los feminismos y las apuestas pol&iacute;ticas que tratan de abordar las complejas realidades metropolitanas de nuestro tiempo.</p>
  • <p>Una vez esquilmado el planeta, a las puertas de la ruina ecol&oacute;gica y por lo tanto social y muy cercanos a un previsible declive energ&eacute;tico &ndash;todo ello como resultado de la l&oacute;gica econ&oacute;mica de la sociedad industrial&ndash;, estamos obligados a revisar los conceptos fundamentales que nos han tra&iacute;do hasta aqu&iacute;.<br /> <br /> Al igual que el elefante adulto del cuento permanece atado a un min&uacute;scula estaca porque aprendi&oacute; de peque&ntilde;o que no se pod&iacute;a mover, as&iacute; permanecemos atados a las categor&iacute;as culturales y mentales que aprendimos cuando la industrializaci&oacute;n era peque&ntilde;a en magnitud y todav&iacute;a no era suficientemente destructora. <br /> <br /> Cambiar las gafas para mirar el mundo. Una nueva cultura de la sostenibilidad aborda una serie de conceptos y maneras de ver referidas a aspectos esenciales como son la energ&iacute;a, la tecnolog&iacute;a, la informaci&oacute;n, la realidad virtual, la econom&iacute;a, la movilidad, el crecimiento, las necesidades humanas, el trabajo de las mujeres o la educaci&oacute;n, entre otras, que han de ser revisadas e incluso dadas la vuelta. Propone, tambi&eacute;n, formas de mirar alternativas, construidas desde la perspectiva de una cultura de la sostenibilidad y de la justicia social.</p>
  • <p>Miramos la TV., leemos los peri&oacute;dicos para ver las noticias, para estar informados, para saber qu&eacute; pasa... Pero sabemos que estas noticias nos llegan manipuladas hasta construir la versi&oacute;n oficial de los hechos; son presentadas a trav&eacute;s de un formato determinado (Watkins), pasando la noticia a no ser otra cosa que propaganda (Ellul).</p> <p>Pero este saber, como tantos (Tiresias, en Edipo Rey: &ldquo;qu&eacute; duro es saber cuando saber es in&uacute;til&rdquo;), no modifica nuestro comportamiento y seguimos hablando de las noticias as&iacute; recibidas, eso s&iacute;, discuti&eacute;ndolas. Dif&iacute;cil salir del bombardeo medi&aacute;tico, dif&iacute;cil darle una respuesta. &iquest;D&oacute;nde est&aacute; lo real, en su acontecer o en su representaci&oacute;n?</p> <p>Todo esto viene a cuento ahora sobre la crisis. Cuando los media empezaron hace dos a&ntilde;os a noticiar sobre esto, nos preguntamos: &iquest;qu&eacute; nos quieren? e intentamos ir respondiendo a tal pregunta, avanzando algunas consideraciones y anotando distintas respuestas a la situaci&oacute;n provocada en nombre de la crisis. Hoy queremos volver sobre ello y quiz&aacute;s de una forma m&aacute;s categ&oacute;rica: no es el capitalismo el que est&aacute; en crisis sino que es el capitalismo, en su dinamismo, el que nos pone en crisis, el que pone en crisis a la naturaleza, al trabajo, a los modos de vida a&uacute;n no absorbidos por el capital, a la humanidad en general.</p> <p>No se trata de infravalorar la cr&iacute;tica situaci&oacute;n actual, las desregulaciones, los conflictos, las guerras que atraviesa este modo de producci&oacute;n y de vida capitalista en su incesante lucha por conquistar y colonizar el mundo, la vida toda, por convertir cualquier cosa en mercanc&iacute;a, y los mecanismos que pone en marcha (lo que desde las noticias se llama la crisis) cuando tiene dificultades de valorizaci&oacute;n/crecimiento. Todo esto est&aacute; sucediendo.</p> <p>&iquest;Qu&eacute; pretende tal ruido medi&aacute;tico? Sembrar el p&aacute;nico, diseminar el miedo con la sombra del lockout. &iquest;Qu&eacute; quiere el capital? Lo quiere todo. En su tendencia ilimitada a convertir cualquier cosa, cualquier espacio, cualquier &aacute;mbito en mercanc&iacute;a quiere lo que a&uacute;n escapa a su poder. El capital hace as&iacute; suya nuestra reivindicaci&oacute;n de los a&ntilde;os 60 y 70: &ldquo;&iquest;Qu&eacute; pedimos?, nada; &iquest;qu&eacute; queremos?, todo&rdquo;. La hace suya a su manera, como a su manera ha hecho suyas las reivindicaciones del fin del trabajo, el fin del dinero, el fin de las naciones... &iquest;Qu&eacute; pretende el Estado, con la pol&iacute;tica &ldquo;anti-crisis&rdquo;? Continuando con las misma pol&iacute;tica, garantizar la deuda que ha permitido enriquecer a los m&aacute;s ricos, desembolsando, a costa de empobrecer a todos los dem&aacute;s, siguiendo la f&oacute;rmula ya ensayada en Am&eacute;rica Latina.</p> <p>Quieren lo que a&uacute;n les falta, lo que a&uacute;n no tienen: el agua, los bosques, las semillas, nuestra fuerza de trabajo, nuestro propio cuerpo, nuestra actividad creadora..., lo cual representa un paso m&aacute;s en nuestra desposesi&oacute;n. La crisis es pues una herramienta que usan para arrancar lo que a&uacute;n nos es propio, para convertir en privado lo que a&uacute;n es com&uacute;n, empobreciendo, precarizando&hellip;</p> <p>La crisis, a trav&eacute;s de los media, se convierte en un referente, en una construcci&oacute;n simb&oacute;lica totalizante en nombre de la cual todo debe subordinarse, cualquier cosa, cualquier sacrificio puede exigirse: despidos, resignaci&oacute;n, sumisi&oacute;n... Juega como el terrorismo, otra de las construcciones simb&oacute;licas, en nombre del cual cualquier barbarie es leg&iacute;tima.</p> <p>Etc&eacute;tera, noviembre 2010</p>
  • <p>El presente libro es un recorrido fundamentado por las principales v&iacute;as de precarizaci&oacute;n del trabajo de la modernidad: la subcontrataci&oacute;n, las Empresas de Trabajo Temporal, la utilizaci&oacute;n de falsos aut&oacute;nomos, la flexibilidad laboral, etc., conforman un espacio generado conscientemente para acelerar los mecanismos de explotaci&oacute;n del ser humano.</p> <p>La descentralizaci&oacute;n productiva, as&iacute;, constituye un conjunto de estrategias puestas en marcha para multiplicar los excedentes empresariales a costa de las condiciones de trabajo.</p>
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