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<p>«Lo que ahora aparece como la debilidad principal de los textos situacionistas —sobre todo los de Vaneigem— apenas era visible hace treinta años; es más, eso era precisamente lo que en su época parecía una de sus mayores fuerzas: la capacidad (de orden exclusivamente retórico) de hacer ver casi al alcance de la mano unas metas intocables y de encandilar mediante una solución mágica de las contradicciones en una «superación» inaudita de las condiciones objetivas. [...] El carácter irrealizable —utópico en el sentido estricto del término— del programa situacionista no proviene sólo de la inclinación «idealista» de Vaneigem. También se debe, como acabamos de ver, a un progresismo que incita a querer «salvar» la sociedad industrial y abolir al mismo tiempo la civilización de la mercancía, así como a un defecto de estructura del sistema de pensamiento situacionista, que hace necesario el recurso de la metáfora alquímica de la transmutación para dar cuenta de la «inversión de perspectiva» revolucionaria.»</p>
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<p>[...] Esta nueva selección se compone de materiales que serían inhallables si se los quisiera rastrear en sus publicaciones originales. Son textos fulgurantes en un momento cultural en donde se vuelve arduo discernir por dónde circulan las palabras todavía capaces de sublevar la inteligencia adormecida, palabras que marchen contra el hallazgo generacional de una prosa acomodaticia. [...] El conjunto de estos textos continúa girando alrededor de la violencia técnica: analizan el vínculo entre una historia técnica y una historia nacional, o devuelven algunos fósiles —publicidades, medallas, vestigios en la lengua— al contexto que los hidrata en sus sentidos olvidados. <br /> Levantan la ceniza del pasaje de un deseo colectivo y sus formas olvidadas de acicate, o se demoran en los atributos espirituales que permiten acoplar un envión sensitivo a la imagen ritmada por la pulsión eléctrica, por la música o la velocidad. También se ocupan de las bajamares de la quietud, de los paliativos de una sensibilidad maníaco depresiva extendida, de los incitadores parciales que vuelven a activar el lazo negado entre deseo y dolor, de un cuerpo pertinaz. [...]</p>
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<p>És indubtable que el segle XX ens ha deixat incomptables personatges d'una talla intel·lectual impressionant, però no aniríem gaire equivocats si qualifiquéssim Jean-Paul Sartre com un dels homes més representatius d'aquesta centúria. Sartre va viure de prop molts dels esdeveniments que han fet del segle XX un dels més intensos de la història de la humanitat. A ningú escapa, però, que Jean-Paul Sartre no ha tingut el reconeixement que es mereixia. Amb la seva mort l'any 1980, la seva obra filosòfica i literària, per no parlar de la seva obra política, va anar essent condemnada a l'ostracisme i a l'oblit. Sartre incomodava fins al punt que les mateixes facultats de filosofia franceses havien oblidat en un calaix de sastre les obres més representatives de l'autor. Era evident que el compromís que en vida havia mantingut li passava factura un cop mort. Tot i ser enterrat al cementiri parisenc de Montparnasse en companyia de 50.000 persones que volgueren tributar-li homenatge, després de la seva mort es va anar construint un mur d'oblit i silenci al voltant de la seva extensa obra que va portar a fer creure als editors francesos, i per extensió als editors d'arreu del món, que Sartre ja no es portava, o en clau més estrictament comercial, que Sartre ja no venia. Malgrat tot, però, Sartre continua essent un dels principals intel·lectuals que ens va deixar la darrera centúria. La història del segle XX i la història de Jean-Paul Sartre són indestriables. De fet, són històries paral·leles, ja que Sartre va reflexionar sempre al voltant de les principals qüestions que s'esdevenien en el món en el qual li havia tocat viure. La guerra mundial contra el feixisme, la Guerra Freda, el colonialisme i els processos revolucionaris d'alliberament nacional, el premi Nobel, el Maig del 1968, l'emergència de les nacions sense estat a Europa o el conflicte araboisraelià són alguns dels temes que hem cregut convenient de recollir en aquesta petita antologia d'un intel·lectual imprescendible per entendre el segle XX. Us convidem, doncs, a endinsar-vos en aquest Paisatge d'un segle de la mà de Jean-Paul Sartre, un dels principals homes-segle.</p>
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<p>Se presenta aquí un des-cubrimiento de cómo son las ‘cosas’, inspirado en parte por los problemas y contradicciones de los estudios de Física actuales (de los cuales se ofrece una selección crítica), y que surge de la renuncia a la defensa de la verdad de la Realidad.</p>
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<p>Como el Régimen que padecemos se asienta en la fe y cultivo de una Vida Privada y una Moral Personal, parece que una política de la gente contra el Poder debe ante todo atacar y disolver la institución del Individuo (el Hombre), y para eso la vía más cierta y eficaz es seguramente la de analizar el ‘2 en 1’, la institución de la Pareja, que no en vano alcanza más preponderancia que nunca bajo este Régimen, como que, centrándose la Administración del Amor en ella, sobre ella afirma su dominio el Capital-Estado. A ese intento se dedica el presente libro.</p>
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<p>La hipótesis del autor es que lo que se ha llamado posmodernidad está pasando a la historia, y que una vez destruida la afirmación conservadora y reaccionaria de que la Historia había llegado a su fin, un sinfín de perspectivas y horizontes se abren para un nuevo capítulo en el que la Humanidad, en defensa de su existencia, primero como realidad consolidada frente a todas las asechanzas que la amenazan, y segundo como historia verificable, o sea, con un futuro abierto, ha de realizar nuevas hazañas en el campo de la Utopía, entendida hoy como «lo posible imposibilitado», ya por el momento en que se hallen todavía las ciencias y las técnicas, ya por la actividad de las grandes formaciones imperialistas en defensa de sus bastardos intereses, que tratan de convertir lo legítimamente «universal» en una «globalización», por ellos y para ellos controlada, de esos bastardos intereses. El libro va acompañado de otros trabajos en la misma línea y así mismo de un homenaje a Jean-Paul Sartre en el centenario de su nacimiento.</p>
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<p><em>Cuerpos, masas, poder: Spinoza y sus contemporáneos</em> clarifica las circunstancias que, en el siglo XVII, hacen de la filosofía spinoziana una aouesta materialista por la liberación frente a las mediaciones introducidas por los forjadores de la ideología del liberalismo capitalista. Muestra así hasta qué punto los asuntos sobre los que interviene son los mismos que articulan la disputa política en nuestro tiempo y permite entender la actualidad de su posicionamiento y la pertinencia de su consideración como instrumento teórico de primer orden.</p>
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<p>Immanuel Kant no es la obra más conocida de su autor, pero sí, desde luego, la más cómica. Todo es en ella anacrónico y disparatado, pero sería un error pensar que se trata sólo de una sucesión de chistes de loros en la cubierta de un transatlántico de lujo que se dirige a Nueva York. Bernhard –como antes sus compatriotas Raimund o Nestroy– sabía ofrecer las cosas más atroces envueltas en carcajadas. En cuanto a la serie de siete dramolette que encabeza Comida alemana, Thomas Bernhard utiliza ese género breve, en el que fue maestro, para decir barbaridades de los alemanes. Los tres primeros, escritos en dialecto cerrado de la Alta Baviera, exigen una difícil opción para ser representados (utilizar un dialecto español existente, inventarse un dialecto nuevo o resignarse, como se ha hecho aquí, a un español más o menos coloquial), pero los cuatro restantes sólo requieren talento.</p>
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<p><em>French Theory</em> describe el desembarco de los pensadores postestructuralistas franceses –Foucault, Derrida, Barthes, Deleuze, Baudrillard, Lacan, Kristeva– en Estados Unidos en la década de los setenta y la propagación y mutaciones de sus ideas en el Nuevo Mundo: la deconstrucción, la diseminación, el biopoder, las micropolíticas, el nomadismo, el cuerpo sin órganos, el simulacro, lo hiperreal...<br /> La incidencia de esta corriente filosófica clave del siglo XX es difícil de calibrar y persiste en el nuevo milenio: desde las «guerras semióticas» que se libran en las más prestigiosas universidades estadounidenses hasta las «guerras culturales» que enfrentan a liberales y neoconservadores, pasando por las novelas cyberpunk y el éxito comercial de la saga cinematográfica Matrix. Más allá de la anécdota, se trata de saber cómo estos textos tan tajantes, a veces de acceso tan difícil, han podido inscribirse de forma tan profunda en la fábrica cultural e intelectual estadounidense hasta el extremo de incitar a un periodista a la comparación de esta «invasión francesa» con «la invasión de la música pop inglesa una década antes». François Cusset</p>
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<p>El haber llegado yo a ser filósofo "en acto", si es que esto ha tenido lugar, y yo creo, claro, que esto ha ocurrido, fue el efecto de una anamnesis producida por una situación objetiva dentro del curso accidental de mi existencia. El accidente consiste en cinco años de encarcelamiento que pasé en la prisión de Saint-Michel de Toulouse y después en el centro de detención de Muret, entre 1978 y 1983 –años evidentemente precedidos por un paso al acto, es decir, por una trasgresión. Ahora bien, fueron cinco años de práctica filosófica, de fenomenología experimental, y de traspasar los límites de la fenomenología tras ese "paso al acto" que no tenía en sí nada de estrictamente filosófico. Uno debe siempre estar preparado a filosofar a muerte, como hacía Sócrates, y filosofar en el morir que es una vida; pero «una vida» que aquí quiere decir una existencia y una facticidad, es decir, una accidentalidad. Por ejemplo, la condena a muerte de Sócrates es un accidente necesario, que Sócrates hace que sea así. La vocación filosófica, si es que la hay, se da, como en el caso de Proust, en el futuro anterior de un después, como resistencia del después. El después atraviesa y estructura lo que esos cinco años de prisión fueron para mí –pero también los veinte que le siguieron, y que me han conducido hoy ante ustedes como ante la ley.</p>
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<p>El pasado año 2003, desde la Asociación Cultural Alfonso Sastre-Alfonso Sastre Kultur Elkartea y dentro de nuestro ciclo anual de conferencias y debates genéricamente conocido como ASKENCUENTROS, organizamos unas jornadas de reflexión que se revelaron como un auténtico e inusitado éxito por partida doble: por el gran interés social despertado –aforo completo en el Centro Cultural Koldo Mitxelena de Donostia a lo largo de todas las sesiones, celebradas los días 18, 19 y 20 de noviembre– como por la calidad y altura intelectual de las ponencias y comunicaciones que en dicho contexto fueron presentadas. El título de las jornadas en cuestión fue el mismo que ahora encabeza este libro: El retorno de los intelectuales a la realidad.</p>