Filosofia

  • <p>Un apasionante di&aacute;logo entre el fil&oacute;sofo afroamericano Cornel West y la investigadora alemana Christa Buschendorf en el que analizan la evoluci&oacute;n del pensamiento pol&iacute;tico afroamericano a trav&eacute;s de las figuras de Frederick Douglass, W. E. B. Du Bois, Martin Luther King, Ella Baker, Malcom X e Ida B. Wells.</p> <p>Cornel West (Tulsa, Oklahoma, 1953) se presenta como independiente a las pr&oacute;ximas elecciones presidenciales (2024) de Estados Unidos. Catedr&aacute;tico de Filosof&iacute;a y uno de los intelectuales p&uacute;blicos m&aacute;s relevantes de su pa&iacute;s, no ve posible que ninguno de los dos partidos que hist&oacute;ricamente se han disputado el poder est&eacute; en condiciones de solucionar los verdaderos problemas a los que se enfrenta el planeta, desde el cuidado de la tierra a la redistribuci&oacute;n de la riqueza. Para hacerlo, seg&uacute;n &eacute;l, se requiere un esp&iacute;ritu prof&eacute;tico.</p> <p>En este libro-di&aacute;logo, West y la investigadora alemana Christa Buschendorf, analizan en qu&eacute; consiste ese pensamiento y por qu&eacute; es tan relevante hoy d&iacute;a. Y lo hacen a trav&eacute;s de un examen de las trayectorias pol&iacute;ticas de seis figuras revolucionarias estadounidenses: Frederick Douglass, W. E. B. Du Bois, Martin Luther King, Ella Baker, Malcom X e Ida B. Wells. Una reflexi&oacute;n a fondo sobre la &eacute;tica p&uacute;blica, es decir, sobre el verdadero sentido de la justicia.</p>
  • <p>Durante los a&ntilde;os veinte la ciudad de N&aacute;poles se convirti&oacute; en el destino predilecto para una parte importante de la intelectualidad europea que percibi&oacute; la urbe italiana como un lugar impregnado de significado en el que analizar las distintas expresiones culturales y sociales de la modernidad. Esto favoreci&oacute; el encuentro de fil&oacute;sofos como Theodor W. Adorno y Walter Benjamin, artistas como el futurista Marinetti y escritores como Bertolt Brecht. </p> <p>En esta edici&oacute;n aparecen por primera vez en castellano los trabajos con los que el fil&oacute;sofo marxista Alfred Sohn-Rethel contribuy&oacute; al ecosistema intelectual napolitano. Se trata de los ensayos &laquo;El ideal de lo roto. Sobre la t&eacute;cnica napolitana&raquo;, &laquo;Un atasco en Via Chiaia&raquo; y &laquo;El ascenso al Vesubio de 1926&raquo;, al que acompa&ntilde;an dos escritos m&aacute;s que pertenecen a los a&ntilde;os de exilio en Reino Unido: &laquo;Las ratas de Sigurd&raquo; y &laquo;Dudley Zoo&raquo;. Una historia de elefantes&raquo;. Son relatos ensay&iacute;sticos en los que se presentan sugerentes reflexiones sobre la t&eacute;cnica y su relaci&oacute;n con la naturaleza para retratar la cultura napolitana como un rinc&oacute;n de la modernidad que resiste a las formas homogeneizadoras de la sociedad capitalista. </p> <p>Los temas de los ensayos brindan la oportunidad de explorar en los or&iacute;genes del pensamiento del autor, as&iacute; como investigar el periodo de gestaci&oacute;n de las ideas que conforman el proyecto filos&oacute;fico de uno de los te&oacute;ricos de la tradici&oacute;n marxista m&aacute;s desatendidos en nuestro idioma, pero que Adorno valor&oacute; en Dial&eacute;ctica negativa por ser el primero en descubrir que &laquo;en la actividad necesaria y universal del esp&iacute;ritu se oculta, inevitablemente, el trabajo social&raquo;. </p> <p>La traducci&oacute;n e introducci&oacute;n del presente libro han sido realizadas por Chaxiraxi Escuela Cruz e incluye el art&iacute;culo de Carl Freytag, &laquo;Alfred Sohn-Rethel en Italia&raquo;.</p>
  • <p>Estas 33 lecciones sirven como caja de herramientas para efectuar un examen certero de la composici&oacute;n de clase en el presente y para articular formas de resistencia.</p> <p>&laquo;La construcci&oacute;n de la sociedad comunista, donde se da a cada cual seg&uacute;n sus necesidades, permanece siempre como objetivo fundamental, independientemente de las condiciones, los cambios y los procesos que determinan las relaciones de fuerza existentes&raquo;.</p> <p>En este libro, Antonio Negri toma la intervenci&oacute;n de Lenin en el pensamiento obrero ante la primera gran crisis capitalista en torno a la denominada guerra imperialista para explicar la mutaci&oacute;n de la composici&oacute;n de clase que compon&iacute;a la fuerza de trabajo. Negri defiende la capacidad del leninismo para adaptarse a diferentes configuraciones de la clase trabajadora en Rusia, China, Am&eacute;rica Latina y otros lugares. Con esta reflexi&oacute;n de las tesis leninistas, Negri trata de renovar la lectura marxista un siglo despu&eacute;s con los escritos de Lenin</p>
  • <p>Relatos de dos coleccionadores de libros. Estos, probablemente, organizan sus libros de una manera tradicional, en horizontal y no apilados, acurrucados uno al lado del otro para que la fibra del papel no se arrugue. Ellos son pensadores y, adem&aacute;s, conocen todos los libros que poseen. Los dos tienen que cambiar con frecuencia de residencia, huyendo de alguna cosa, buscando alguna cosa, escondi&eacute;ndose de alguna cosa. </p> <p>Los libros son m&aacute;s dif&iacute;ciles de mover que los muebles o las ropas: exigen cuidado, no se pueden mojar, no se pueden doblar, si hay muchos juntos pesan demasiado, ocupan espacio, las ediciones se agotan, no se replican y si no los organizas bien en las cajas hay que reconstruir toda la l&oacute;gica y di&aacute;logo. Cada uno de estos dos pensadores pertenece a una &eacute;poca y a una di&aacute;spora. En la &eacute;poca de Walter Benjamin, un libro a&uacute;n pod&iacute;a flotar en el agua durante d&iacute;as sin deshacerse, aunque quedase amarillento y manchado. Era un objeto hecho para durar. Las letras grabadas con tipos, el trabajo de componer los textos, letra por letra, formando palabras, frases, p&aacute;rrafos y por fin una p&aacute;gina. Esta solidez fue desapareciendo y dando espacio a lo que conocemos hoy: la mano de obra barata, m&aacute;quinas enormes imprimiendo miles de libros a la vez, estoques acumulados en grandes almacenes, papeles baratos que poco duran. Disminuy&oacute; el peso, la espesura y el valor del libro. Las bibliotecas tambi&eacute;n encogieron, igual que nuestras casas y nuestro tiempo para leer. </p> <p>Muchos escribieron sobre el amor a las bibliotecas, a la brisa suave al oler un libro nuevo, a la poes&iacute;a de encontrar una raridad en la estante de una librer&iacute;a. Pero ahora mismo, veo poco romanticismo. El ensayo de Nathanael Araujo es un reflejo vivo de la falta de rigor en estos objetos sufridos desde su di&aacute;spora.</p>
  • <p>En esta editorial, somos lentas. Es un hecho. Sin embargo, logramos publicar un libro, a veces dos, al a&ntilde;o. Es un trabajo que tarda, se hace mano a mano, va y viene, es como bordar, afilar un cuchillo o practicar alguna de estas labores ancestrales. Un ciclo que empieza en la confianza y el m&eacute;todo y se va desplazando por otros terrenos, de maneras m&aacute;s abstractas. Exiliados del tiempo lento es un libro paciente, que tard&oacute; para existir. Empez&oacute; mucho antes del proyecto de esta editorial, con otra forma, espacio, raz&oacute;n, hasta convertirse en un conjunto de ensayos recolectados diez a&ntilde;os despu&eacute;s de la publicaci&oacute;n del libro original: <em>Escritos para desocupados</em> (Sur+, 2013).</p> <p>Vivian Abenshushan es escritora interdisciplinar y vive en M&eacute;xico. El d&iacute;a que decidi&oacute; abandonar su rutina laboral para tener tiempo y derecho al ocio, interrumpi&oacute; un ciclo de explotaci&oacute;n capitalista para pensar nuevas formas de vivir, comer, dormir. Su valiente escritura de guerrilla contra la velocidad agobiante, ante la defensa de una lentitud estrat&eacute;gica (casi b&eacute;lica), permea esta colecci&oacute;n de textos y apuntes. El proceso ha sido m&aacute;s lento de lo que esper&aacute;bamos entre principio y fin, por suerte.</p>
  • <p>El fil&oacute;sofo Manuel DeLanda retoma problemas cl&aacute;sicos de la filosof&iacute;a como la existencia, la diferencia y la ontolog&iacute;a a la luz de una interrogaci&oacute;n sobre las multiplicidades virtuales. Inspirado en el proyecto filos&oacute;fico de Gilles Deleuze, especialmente en los planteos de su libro <em>Diferencia y repetici&oacute;n</em> (1966), DeLanda avanza en un pensamiento que busca resaltar y potenciar el realismo presente en el fil&oacute;sofo franc&eacute;s retomando un concepto fundamental: lo virtual.</p> <p>Sacando provecho de las matem&aacute;ticas complejas, la teor&iacute;a del caos, la topolog&iacute;a, la termodin&aacute;mica y la biolog&iacute;a, el autor despliega una reflexi&oacute;n conceptual sobre lo virtual, bajo la hip&oacute;tesis de que esta es una categor&iacute;a &ndash;o mejor, un modo de existencia&ndash; decisiva para abandonar un pensamiento de las esencias, la metaf&iacute;sica de la presencia y la causalidad lineal. Explorar en qu&eacute; sentido lo virtual organiza la existencia y c&oacute;mo su poder atractor opera como factor de dinamismo y actualizaci&oacute;n abre la posibilidad de pensar el ser del devenir y, con ello, un nuevo realismo.</p> <p><em>Ciencia intensiva y filosof&iacute;a virtual</em> es una potente intervenci&oacute;n de DeLanda en la actual discusi&oacute;n filos&oacute;fica, preocupada por la construcci&oacute;n de nuevas ontolog&iacute;as.</p>
  • <p>Dado que Marx dec&iacute;a no ser marxista, Antonio Gramsci podr&iacute;a ser considerado el marxista m&aacute;s citado del mundo y el &uacute;nico &mdash;entre los de la generaci&oacute;n bolchevique&mdash; cuyo pensamiento adquiri&oacute; relevancia y trascendencia mundial a contrapelo del reflujo del marxismo en los &uacute;ltimos cincuenta a&ntilde;os. A&uacute;n inmerso en las pasiones de su &eacute;poca, Gramsci alcanz&oacute; la trascendencia de un cl&aacute;sico, en tanto se revel&oacute; y se revela contempor&aacute;neo, a caballo entre &ldquo;pasado y presente&rdquo;, recorriendo tem&aacute;ticas y cuestiones de alcance universal y, por lo tanto, siempre actuales.</p> <p>Este libro explora el hilo rojo que atraviesa el pensamiento de Gramsci: la constituci&oacute;n de una voluntad pol&iacute;tica que se proyecta desde la condici&oacute;n subalterna hacia la autonom&iacute;a &mdash;conformando un sujeto organizado y creador/portador de una concepci&oacute;n del mundo&mdash; y hacia la hegemon&iacute;a, es decir al ejercicio de un poder de convencimiento y persuasi&oacute;n, capaz de generar consenso.</p> <p>Finalmente, la reconstrucci&oacute;n del itinerario y horizonte te&oacute;rico-conceptual gramsciano habilita, en un plano sociol&oacute;gico, la comprensi&oacute;n de la conformaci&oacute;n procesual y desigual de las subjetividades pol&iacute;ticas en relaci&oacute;n con aspectos, dimensiones o cualidades subalternas, aut&oacute;nomas y hegem&oacute;nicas.</p>
  • <p>Hoy se cuestiona ya no s&oacute;lo el poder del arte, sino que &eacute;ste tenga derecho a vivir. &iquest;Hasta qu&eacute; punto es posible la obra de arte? Confrontando con la actividad art&iacute;stica como problema en s&iacute;, revisando la historia de la est&eacute;tica tradicional y sus categor&iacute;as, o criticando ese arte que ofrece mero consuelo o embriaguez, y que se rige por una l&oacute;gica mercantilista, Adorno persigue examinar la problem&aacute;tica de la autonom&iacute;a del arte y garantizar su derecho a la vida y la legitimaci&oacute;n de su verdad.</p> <p><em>Teor&iacute;a est&eacute;tica</em>, libro p&oacute;stumo de Adorno en el que confluyen todas las inquietudes est&eacute;ticas que lo acompa&ntilde;aron en el desarrollo de toda su obra y texto fundamental para comprender la deriva de la est&eacute;tica contempor&aacute;nea, muestra c&oacute;mo el arte, aunque parte del mundo en que vivimos, debe ser atisbo de lo que a&uacute;n no existe, ha de ser expresi&oacute;n ut&oacute;pica, potencia de resistencia y ruptura con la realidad social. S&oacute;lo as&iacute; podremos salvar el arte de su decadencia o, lo que es lo mismo, salvarnos a nosotros mismos del devenir catastr&oacute;fico al que nos vemos abocados.</p>
  • <p>El objetivo de este libro es desarrollar un an&aacute;lisis de eso que llamamos &laquo;el armario&raquo;, desde una perspectiva pol&iacute;tica, no solo individual. Se ha escrito mucho sobre la salida del armario: sobre c&oacute;mo hacerlo, sobre los beneficios para la persona que sale de &eacute;l, sobre el acompa&ntilde;amiento, sobre las dificultades para llevarlo a cabo, etc&eacute;tera. Pero se ha escrito muy poco sobre c&oacute;mo se construye ese dispositivo: &iquest;de qu&eacute; est&aacute; hecho, c&oacute;mo funciona, cu&aacute;ndo aparece, qu&eacute; mecanismos, discursos y pr&aacute;cticas lo configuran, c&oacute;mo se &laquo;entra&raquo; en &eacute;l?; &iquest;cu&aacute;les son sus implicaciones en las pol&iacute;ticas que regulan la sexualidad y el g&eacute;nero, y los efectos individuales y colectivos sobre las personas que viven en &eacute;l, o que salen de &eacute;l?</p> <p>Veremos que el armario se puede entender de muchas formas, con diversas dimensiones pol&iacute;ticas: como un espacio, como una relaci&oacute;n social, como un sistema de opresi&oacute;n, como un r&eacute;gimen pol&iacute;tico, como una temporalidad, como una epistemolog&iacute;a, como un dispositivo disciplinario, como una tecnolog&iacute;a del g&eacute;nero, como un trauma, como una forma de violencia, como una violaci&oacute;n de los derechos humanos, como un productor de identidades, como un concepto colonial, como una pr&oacute;tesis, como un acto performativo, como una forma cibern&eacute;tica, como una corporalidad, como una utop&iacute;a, como un ata&uacute;d, como una met&aacute;fora, como una instituci&oacute;n, como un duelo, como una arquitectura, como un sistema termodin&aacute;mico.</p>
  • <p>El problema meridional ha sido estudiado a lo largo de todo el siglo XIX&nbsp;por un gran n&uacute;mero de investigadores. Su denuncia de los males sociales y pol&iacute;ticos se ha presentado como un problema relacionado con la distribuci&oacute;n de la riqueza o con la necesidad de atajar las fuentes de la desigualdad. Esta agenda se sosten&iacute;a gracias a un ideal reformista que dejaba en el aire la cuesti&oacute;n esencial: qu&eacute; fuerza deber&iacute;a hacerse protagonista de la transformaci&oacute;n del Sur, puesto que la burgues&iacute;a italiana no respond&iacute;a a su llamada.</p> <p>Situ&aacute;ndose en la &eacute;poca donde imperaba el fascismo en el pa&iacute;s, Antonio Gramsci va m&aacute;s all&aacute; y traslada a los problemas concretos de entonces a la f&oacute;rmula de los consejos sovi&eacute;ticos y adem&aacute;s adapta el concepto de consejo campesino que se hizo famoso durante la revoluci&oacute;n rusa. Al igual que en la ciudad, tambi&eacute;n en el campo, el Consejo organizar&aacute; de manera permanente a las masas, las educar&aacute; en t&eacute;rminos socialistas, ser&aacute; la sede en la que la comunidad campesina afrontar&aacute; sus propias necesidades y planificar&aacute; colectivamente la misma acci&oacute;n productiva. Para el autor, en este Consejo campesino nacer&aacute; un nuevo tipo de productores, surgir&aacute; una nueva conciencia del hombre.</p>
  • <p>En <em>El estilo literario de Marx</em>, el poeta y fil&oacute;sofo venezolano Ludovico Silva sostiene que gran parte de la confusi&oacute;n en torno a la obra del barbudo de Tr&eacute;veris se debe a la incomprensi&oacute;n de su modo de expresi&oacute;n literaria. A trav&eacute;s de meticulosas lecturas de pasajes clave de su producci&oacute;n intelectual, Silva a&iacute;sla los elementos clave en el estilo de Marx: su b&uacute;squeda de una unidad &laquo;arquitect&oacute;nica&raquo; en el nivel del texto, su capacidad para expresarse dial&eacute;cticamente en el nivel de la frase y, sobre todo, su gran don para la met&aacute;fora.</p> <p>La sensibilidad &uacute;nica que muestra Silva hacia las elecciones literarias de Marx le permite iluminar una serie de t&eacute;rminos que han sido persistente, y fatalmente, malinterpretados por muchos de los lectores m&aacute;s influyentes de Marx, incluyendo alienaci&oacute;n, reflexi&oacute;n, y base y superestructura. El n&uacute;cleo argumental de este libro es que no podemos esperar entender a Marx si lo tratamos como un cient&iacute;fico, un fil&oacute;sofo o un escritor literario, pues en realidad era las tres cosas al mismo tiempo.</p>
  • <p>La filosof&iacute;a cambi&oacute; de rumbo con la obra de Michel Foucault. El pensamiento ya no debe alzarse en una pirueta hacia las ideas ni buscar en el interior de las cosas una forma. Tampoco tiene que recorrer la compleja dial&eacute;ctica de lo concreto a lo abstracto ni seguir el camino de las relaciones sociales. Para Foucault todo resultaba m&aacute;s sencillo: la filosof&iacute;a tiene que mancharse las manos, escavar hacia el subsuelo, tiene que ser una arqueolog&iacute;a capaz de historizar y diagnosticar el presente en que vivimos. Para alcanzar su objetivo, esta arqueolog&iacute;a huir&aacute; de universales, claves de inteligibilidad o nociones previas y analizar&aacute; pr&aacute;cticas y discursos que constituyen el fundamento de los reg&iacute;menes de poder que nos oprimen.</p> <p>Este proyecto, con la <em>Historia de la sexualidad</em>, se centra en las condiciones bajo las que se formaron los saberes, los sistemas de poder y los sujetos de la sexualidad. En tercer tomo, El cuidado de s&iacute;, Foucault problematiza y analiza &laquo;textos griegos y latinos de los dos primeros siglos de nuestra era&raquo; para hallar una mayor claridad sobre la doctrina del placer y las pasiones. Esta historia nos descubri&oacute; que la sexualidad ajena a lo normal no debe ser una justificaci&oacute;n de la marginaci&oacute;n social o la exclusi&oacute;n pol&iacute;tica, sino que puede y debe ser una de las principales barricadas desde la que iniciar una rebeli&oacute;n genuinamente emancipadora.</p>
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