Religiones, teología y ateología

  • <p><span class="texto_articulo_revista"><font face="Georgia" color="#333333">El objetivo del libro es arrojar luz sobre un gran n&uacute;mero de aspectos desconocidos -sexualidad, homosexualidad, ablaci&oacute;n sexual femenina, matrimonio, hiyab, adulterio, divorcio...- de la cultura isl&aacute;mica, adem&aacute;s de tratar de corregir opiniones err&oacute;neas y estereotipadas con respecto a ella, aportando datos e informaciones de primera mano sobre conceptos y pr&aacute;cticas arraigadas en algunas sociedades del mundo &aacute;rabe y musulm&aacute;n que est&aacute;n en cierta medida fuera del alcance de la mirada occidental. Temas que se consideran tab&uacute;es para la investigaci&oacute;n, como por ejemplo los diferentes tipos de matrimonio secreto que se practican en un ambiente herm&eacute;tico y alejado de investigadores y medios de comunicaci&oacute;n. <br /> <br /> Waleed Saleh Alkhalifa naci&oacute; en Iraq en 1951, en la ciudad fronteriza de Mandali, destruida y abandonada por sus habitantes durante la Guerra entre Ir&aacute;n e Iraq. Es licenciado en Filolog&iacute;a &Aacute;rabe por la Universidad de Bagdad. En 1978 se vio obligado a abandonar su pa&iacute;s y se exili&oacute; primero a Marruecos y luego a Espa&ntilde;a en 1984, donde se doctor&oacute; por la Universidad Aut&oacute;noma de Madrid (UAM), en la que actualmente ejerce la docencia como profesor. Ha traducido al &aacute;rabe a Gabriel Garc&iacute;a M&aacute;rquez, as&iacute; como obras de autores &aacute;rabes al espa&ntilde;ol. Es autor de varios libros de did&aacute;ctica de la lengua &aacute;rabe y de Siglo y medio de teatro &aacute;rabe (2000), Cuentos tradicionales &aacute;rabes (2003), Irak: invasi&oacute;n, ocupaci&oacute;n y caos (2005, VV.AA.) y su m&aacute;s reciente El ala radical del Islam: el Islam pol&iacute;tico realidad y ficci&oacute;n (2007). Es colaborador habitual de los medios de comunicaci&oacute;n de Espa&ntilde;a y del mundo &aacute;rabe.</font></span></p>
  • <p>A finales de 1967, en las calles del activo barrio hippie del Haight-Ashbury de San Francisco, era frecuente cruzarse con extra&ntilde;os individuos vestidos con capas negras y crucifijos de plata, junto a perros pastores alemanes. Sin lugar a dudas, El Proceso, tambi&eacute;n conocido como La Iglesia del Juicio Final, fue uno de los cultos m&aacute;s extra&ntilde;os y salvajes de todo el siglo XX. Su lujosa revista, repleta de invocaciones a la guerra, el asesinato y la reconciliaci&oacute;n entre Satan&aacute;s y Cristo, atrajo durante un tiempo a figuras como Mick Jagger, Marianne Faithfull o George Clinton. Tambi&eacute;n se lleg&oacute; a decir que Charles Manson fue seguidor de El Proceso e incluso que Sirhan Sirhan, el asesino del candidato Robert F. Kennedy, fue inspirado por el culto.</p> <p>&ldquo;CRISTO dijo: Amad a vuestros enemigos. El enemigo de CRISTO era SATAN&Aacute;S y el enemigo de SATAN&Aacute;S era CRISTO. A trav&eacute;s del Amor se destruye la enemistad. A trav&eacute;s del Amor, el santo y el pecador destruyen la enemistad entre ellos. A trav&eacute;s del Amor, CRISTO y SATAN&Aacute;S han destruido su enemistad y se han unido para el Final; CRISTO para juzgar, SATAN&Aacute;S para ejecutar la sentencia&rdquo;. Este fue parte del discurso apocal&iacute;ptico de El Proceso, un culto liderado por los enigm&aacute;ticos Robert y Mary Ann De Grimston; un discurso que anunciaba el inminente Final de los Tiempos, cuyas tropas de choque ser&iacute;an bandas de &Aacute;ngeles del Infierno &ldquo;con botas negras y subidos sobre harleys tambi&eacute;n negras, ataviados con chaquetas de cuero negro con el s&iacute;mbolo de El Proceso, con tachuelas en la parte delantera y la cruz en la parte de atr&aacute;s&rdquo;.</p>
  • <p>Hay muchas formas de perder la fe, pero todas son iluminadoras, pues una voz incr&eacute;dula es por definici&oacute;n una voz racional. Blackford y Sch&uuml;klenk han reunido en este libro cincuenta ensayor que no solo presentan muchos argumentos a favor del ate&iacute;smo, sino que tambi&eacute;n ponen de manifiesto que, a diferencia de la creencia popular, los ateos son personas tan moralmente dignas y humanitarias como los creyentes. Este es un libro muy recomendable para quienes hayan considerado alguna vez la posibilidad de abjurar de lo divino. Es mucho m&aacute;s que una colecci&oacute;n de ensayos sobre &laquo;c&oacute;mo se llega a ser ateo&raquo;. Muchos de los colaboradores analizan las razones filos&oacute;ficas y emp&iacute;ricas que les llevaron al ate&iacute;smo. De hecho, este libro puede considerarse de alg&uacute;n modo como una especie de manual de ate&iacute;smo.&nbsp;</p>
  • <p>El hombre crea a Dios porque tiene miedo a lo desconocido y se tranquiliza dando un Nombre altisonante a su supina ignorancia sobre el origen del universo; porque al adorar a un Ser que cree superior y justo espera una recompensa como el ni&ntilde;o que obedece a sus padres y luego obedece las normas sociales del Poder, que se refuerzan con la invisibilidad m&aacute;gica de aquel Ser; porque el hombre idealiza su propia imagen dot&aacute;ndola de las cualidades m&aacute;s sublimes y personific&aacute;ndolas en un Ser supremo; porque al ser el &uacute;nico animal consciente de su muerte y desear vivir por instinto tiene que inventarse un Seguro de su inmortalidad, y porque tiene la necesidad de dar sentido a su existencia para que todas sus pasiones y acciones no hayan resultado in&uacute;tiles.</p>
  • <p>Un pol&eacute;mico recorrido a trav&eacute;s de las creencias religiosas y sus or&iacute;genes econ&oacute;micos. Desde una perspectiva absolutamente cr&iacute;tica y enraizada en los planteamientos de la clase dominada, analiza el te&iacute;smo de la clase dominante. Para ello, realiza un pol&eacute;mico recorrido a trav&eacute;s de las creencias religiosas y de sus or&iacute;genes econ&oacute;micos, as&iacute; como un ataque a ciertas ideas fijas pretendidamente originarias del cristianismo.</p>
  • <p>Cada d&iacute;a, la directora de funerarias Caitlin Doughty recibe docenas de preguntas sobre la muerte. Las mejores son las de los ni&ntilde;os. &iquest;Qu&eacute; le pasar&iacute;a al cuerpo de un astronauta si lo empujaran desde un transbordador espacial? &iquest;Se hace caca al morir? &iquest;Puede la abuela celebrar un funeral vikingo?</p> <p>En <em>&iquest;El gato se comer&aacute; mis ojos?</em>, Doughty combina sus conocimientos funerarios sobre el cuerpo y la intrigante historia que se esconde tras las ideas err&oacute;neas m&aacute;s comunes sobre los cad&aacute;veres para ofrecer respuestas objetivas, divertidas y sinceras a treinta y cinco preguntas peculiares planteadas por sus fans m&aacute;s j&oacute;venes. Con su inimitable enfoque, Doughty detalla la sabidur&iacute;a y la ciencia de lo que ocurre con nuestros cuerpos despu&eacute;s de morir. &iquest;Por qu&eacute; gimen los cad&aacute;veres? &iquest;Qu&eacute; hace que los cuerpos se coloreen durante la descomposici&oacute;n? &iquest;Y por qu&eacute; el pelo y las u&ntilde;as parecen m&aacute;s largos despu&eacute;s de la muerte? Los lectores aprender&aacute;n cu&aacute;l es la mejor tierra para momificar el cuerpo, si se puede conservar el cr&aacute;neo de tu mejor amigo como recuerdo y qu&eacute; ocurre cuando mueres en un avi&oacute;n.</p> <p>Bellamente ilustrado por Diann&eacute; Ruz, <em>&iquest;El gato se comer&aacute; mis ojos?</em> nos muestra que la muerte es ciencia y arte, y que s&oacute;lo plante&aacute;ndonos preguntas podremos empezar a abrazarla.</p> <p><em>&laquo;&iquest;El gato se comer&aacute; mis ojos?</em> es divertido, oscuro y, en ocasiones, asombrosamente existencial, revelando no s&oacute;lo lo poco que entendemos sobre la muerte, sino tambi&eacute;n lo mucho que los ni&ntilde;os pueden soportar.&raquo; &mdash;Marianne Eloise, <em>Guardian</em></p> <p>&laquo;Aqu&iacute; hay ciencia seria, pero tambi&eacute;n lecciones culturales sobre la muerte y el morir, un poco de historia y un toque de truculencia envuelto en ese sudario de humor agudo e ingenioso.&raquo; &mdash;<em>Philadelphia Tribune</em></p>
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