comisiones obreras

  • El MIL

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    El MIL: Una historia política es el libro de referencia sobre el Movimiento Ibérico de Liberación y la figura de Salvador Puig Antich
  • <p>Visto desde el punto de vista de los valores, los testimonios personales, a pesar de su inevitable subjetivismo, son en &uacute;ltimo extremo una de las fuentes que m&aacute;s inter&eacute;s conceden a la historia. Y las autobiograf&iacute;as, cuando est&aacute;n escritas con honradez, sin buscar con ellas justificaciones que las invaliden y se hacen con la objetividad que la vida permite &mdash;lo que no excluye la pasi&oacute;n&mdash; son un medio de primera utilidad y muchas veces, como ocurre con la de Fidel Ib&aacute;&ntilde;ez, un texto de sugerente lectura.</p> <p>Otra raz&oacute;n m&aacute;s hay para considerar estas memorias como un documento de inter&eacute;s especial: conocer de primera mano el nacimiento, desarrollo y trabajo del movimiento obrero en Arag&oacute;n, y m&aacute;s concretamente el de Comisiones Obreras. Fidel Ib&aacute;&ntilde;ez &mdash;y eso le cualifica de manera especial&mdash; fue el primer secretario general (o responsable m&aacute;ximo, si as&iacute; se prefiere) que tuvo Comisiones Obreras en Arag&oacute;n y fue, en su condici&oacute;n de tal, el encargado de poner en pie y de iniciar un camino que har&iacute;a de Comisiones, con todas las limitaciones que la situaci&oacute;n de la dictadura impon&iacute;a, el m&aacute;s importante movimiento organizado de masas de la &eacute;poca.</p> <p>En definitiva pues, estamos ante unas memorias que van m&aacute;s all&aacute; de la explicaci&oacute;n de una vida. Unas memorias que son testimonio social y pol&iacute;tico de una &eacute;poca, precisamente la que ha marcado el actual presente que tenemos y que, sin duda, seguir&aacute; siendo referencia imprescindible para el futuro. Si algo queda pues, es agradecer a Fidel este recorrido que, entre otras muchas cosas, deja constancia del valor y del trabajo, por decirlo con palabras que estamos empezando a usar, de un viejo militante.</p>
  • <p>Estas son las memorias de un revolucionario desconocido, de un hijo de la segunda mitad del XX procedente de un pueblo andaluz que naci&oacute; de nuevo en Barcelona, en l'Hospitalet del urbanismo salvaje. Se hizo hombre trabajando a destajo, estudiando en las escuelas nocturnas, viendo cine y descubriendo el mundo de los libros&hellip; En busca de la Rep&uacute;blica, conoci&oacute; la CNT y el POUM y se inici&oacute; en la aventura militante desde las nuevas izquierdas. En el 68 cruza la frontera, y en Par&iacute;s formar&aacute; parte de la &ldquo;promoci&oacute;n Krivine&rdquo;, que estaba renovando la tradici&oacute;n trotskysta. De regreso, asistir&aacute; al furor y a las crisis de la primera LCR. Ocupar&aacute; cargos, pero los combina con el activismo vecinal y cultural. Vive la Transici&oacute;n como una ruptura con la Rep&uacute;blica. Forma parte de la izquierda derrotada que ve c&oacute;mo se cierran las asociaciones de vecinos, desaparecen ramas sindicales, cierran editoriales, fracasan proyectos culturales, y c&oacute;mo las mentiras del franquismo dan lugar a otra historia oficial que acabar&aacute; olvidando la historia social y militante&hellip; En los ochenta desarrolla una intensa labor de divulgaci&oacute;n cultural, a contracorriente. Los noventa son de crisis abierta. La contrarrevoluci&oacute;n conservadora global se combina con el desplome local de la LCR, que coincide con una traum&aacute;tica separaci&oacute;n sentimental, y en consecuencia con una crisis personal en la que todo es puesto en cuesti&oacute;n. Estas memorias est&aacute;n concebidas como un intento de explicar un tiempo y una generaci&oacute;n. Un tiempo de ilusiones y derrotas, y una generaci&oacute;n que crey&oacute; posible la revoluci&oacute;n.</p>
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