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<p>Para mis padres todo esto que estoy viviendo es todavía un juego, mi madre no quiere ver la realidad, mi padre no quiere entender que la historia sabe repetir sus errores agravándolos. Cuando los encontré el año pasado en Biarritz escondí los ojos con unas gafas de sol y he tenido todo el tiempo las manos detrás de la espalda. Sabía que me habría traicionado a mi y desilusionado a ellos. Mis manos, sobre todo, no son ya aquellas que acariciaban a Emiliano, jugaban al tenis con mi padre, abrían temerosas, los primeros tratados de anatomía. Ahora han aprendido a golpear, han tocado cosas que nadie debería conocer o usar, han repetido gestos que tienen una trágica fatalidad propia, se han hecho más grandes y han desarrollado músculos que no son aquellos de una jovencita. He conocido olores que ninguna facultad de medicina conoce, he visto la vida huir entre los estertores, las lágrimas y el miedo. Con horror he aprehendido que la muerte sabe a mierda. Ahora están junto a mi la misericordia y la impudicia, la determinación y lo irremediable, sé dominar los entusiasmos, sé odiar la violencia y sé cuando es necesario olvidarlas ofensas.</p>
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<p>Es mucho lo que se ha escrito, y se ha dicho, sobre el periodo de 1936-1939 en España, pero lo que queda por escribir y decir es aún mayor. Aquel fue un tiempo de ilusiones y esperanzas para el pueblo y los trabajadores, a la vez un periodo en el que se pusieron en práctica, por la parte más reaccionaria de la sociedad, todos los métodos conspirativos, represivos y traidores para acabar con ellas...</p>
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<p>La histórica revista mujeres Libres se imprimió por primera vez en mayo de 1936. Editada por mujeres del poderoso movimiento libertario, la revista buscaba a través de la formación, la reflexión y la denuncia, dotar a las mujeres de una voz específica en la lucha global por la igualdad y la libertad de los seres humanos.</p> <p> </p> <p>“El primer objetivo de la lucha de la mujer consiste en hacer comprender al hombre y en primer lugar a sus padres, hermanos y parientes, qye sin la libertad de las mujeres no vale nada la de los hombres” o “Estamos ciertas que miles de mujeres reconocerán aquí su propia voz, y pronto tendremos junto a nosotras toda una juventud que se agita desorientada en fábricas, campos y universidades, buscando afanosamente la manera de encauzar en fórmulas de acción sus inquietudes”. Son dos de las declaraciones de intenciones que las editoras incluyeron en este primer número.</p> <p>La revista pronto se convirtió en el órgano de expresión de Mujeres Libres, una organización que llegó a contar con 28.000 mujeres afiliadas, 147 agrupaciones locales conocidas y una gran actividad cultural, pedagógica y revolucionaria.</p> <p>--</p> <p>Dentro de la labor de difusión de la cultura libertaria, la Fundación Anselmo Lorenzo ha decidido reimprimir la primera época (1936-39) de esta revista anarcofeminista, sepultada en la doble fosa del fascismo y del patriarcado. Desenterrar la historia escrita por nuestras compañeras, precursoras de un mundo nuevo, y que su lucha sirva de experiencia, aprendizaje e inspiración al movimiento feminista actual. Porque fueron somos. Porque somos, serán.</p>
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<p>El presente proyecto de la Fundación Salvador Seguí, tiene varios objetivos: en primer lugar con motivo del 80 aniversario del final de la guerra civil y el exilio, realizar un homenaje a los hombres y mujeres y de forma especial a las y los militantes libertarios que sufrieron las atrocidades del franquismo a raíz de la pérdida de la guerra civil.</p> <p>Durante muchas décadas las consecuencias de la victoria del franquismo han permanecido ocultas por muchas razones.</p> <p>Para ello hemos ampliado el concepto “exilio” reservado básicamente para aquellos que abandonaron el país. Es exilio también, permanecer en un campo de concentración, en una cárcel, sufrir marginación laboral y social y luchar en la clandestinidad por diversos</p> <p>medios. Tratamos del exilio interior, aquellos que no se pudieron o quisieron marchar fuera de España y arrastraron las terribles consecuencias de la cruel dictadura.</p> <p>Abarcamos a esa media España que se sumió en el silencio porque no tenía posibilidades de expresarse. Dos exilios, interior y exterior, donde hubo miles de ciudadanos que tuvieron que permanecer callados, ocultos, sin poder expresarse o hacerlo con riesgo de su vida. Aún así, jugándose la vida siempre hubo grupos más o menos organizados tratando de combatir la dictadura franquista. Recordar a todos aquellos hombres y mujeres anónimos, es un ejercicio de respeto y corrección. Pero, además hay algo más que admiración hacia aquellos que no se callaron y supieron en la medida de sus posibilidades dar una respuesta al horror. Hay enseñanzas, hay ejemplos, que hoy nos pueden servir de guía. Queremos reflexionar con vosotros sobre estos valores con los que se enfrentaron a la barbarie fascista.</p>
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<p>La historia, acunada durante años en la memoria de las personas mayores de Fuerteventura y en la de los descendientes del personaje, dibujaba a grandes trazos un perfil humano extraordinario, la de un hombre dedicado a la sanación popular en la Fuerteventura de la primera mitad del siglo veinte, gracias al cual muchas personas habían sobrevivido a sus enfermedades”, señala el autor en la introducción del libro.</p> <p>Giráldez subraya también que las primeras indagaciones “reportaron informaciones sobre la vida del personaje que lo hacían excepcional: un médico que no se sabía si era médico, un hombre que llegó a Fuerteventura no se sabe cómo ni por qué, unas curas extrañas por sus aciertos y remedios naturales, una persona que decidió vivir en un escondido barranco pero que era conocido en toda la isla, alguien a quien hasta los misterios que acompañaron a su muerte están por resolver”.</p> <p><em>El médico de los corderos. Una historia oral de Fuerteventura</em> está editada por Libreando Ediciones, en colaboración con Baladre y Zambra. El autor rescata la historia oral a través de los testimonios de 57 mayores, entre los cuales se encuentran Tino Jordán García y María Juana Mendoza (Triquivijate), así como de las tres nietas de Don Agustín, Victoria, Carmen y Ana.</p>
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<p>El 27 de maig de 1937, en plena guerra civil, 456 fills i filles de republicans van embarcar en el transatlàntic <em>Mexique</em>, que va salpar des de Bordeus rumb a Mèxic. Estava previst que hi fossin durant tres o quatre mesos, però la derrota republicana i l’inici de la Segona Guerra Mundial van transformar el seu exili en definitiu.</p> <p>Libros del Zorro Rojo recupera en aquest àlbum il·lustrat un cas real, esdevingut a Espanya fa just vuitanta anys, narrat des de la perspectiva d’un nen, una veu infantil carregada de matisos —entre ells, la incertesa, l’esperança i la innocència— que transgredeix l’eufemisme de «dany col·lateral». Una edició que també conta la història d’un vaixell, sabent que no existeix un registre de tots aquells que travessen cada dia l’oceà, traslladant a éssers humans que tenen dret a una vida digna sense que la terra es desfaci sota els seus peus.</p> <p>La delicadesa del text, escrit per la guardonada María José Ferrada, s’uneix a la força expressiva de les il·lustracions d’Ana Penyas per retratar, d’una manera original i sincera, un viatge d’emocions molt proper a la sensibilitat infantil.</p>
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<p>La edición de Recuerdos de un libertario Recuerdos de un andaluz de Manuel Temblador López en 1980 constituyó una rareza en la provincia de Cádiz. Estas memorias, que hablaban de la vida del jornalero andaluz, de su organización sindical en torno a la Confederación Nacional del Trabajo, de sus luchas sociales, de la represión fascista y del exilio, fue un canto de cisne en tiempos en los que España comenzaba a desperezarse de cuarenta años de dictadura. Cuando el autor llegó con sus memorias a su pueblo natal de Arcos de la Frontera (Cádiz) en los años ochenta, una sociedad en la que todavía se palpaba el miedo acogió a este libro de forma extraoficial. Fue vendido por el propio Temblador y por algunos jóvenes militantes de la reorganizada CNT. No era un libro más porque en él se escribía la historia robada a cientos de familias de la ciudad, y éstas junto a una juventud despierta, ávidos de saber, recurrieron al texto escrito por este histórico militante cenetista con el afán de recuperar las vivencias de una generación que con firmeza defendió su ideal en los contextos más difíciles: el de la Segunda República, la Guerra de España, la Segunda Guerra Mundial y la Dictadura Franquista.</p> <p>El paso del tiempo, la consolidación de la nueva democracia y el capitalismo financiero en la España del siglo XXI hicieron de Recuerdos de un libertario andaluz de Manuel Temblador una obra totalmente desconocida para las nuevas generaciones y el gran ausente en las bibliotecas y en las estanterías que recogían todos los libros de autores locales. Su reedición se nos antoja un deber para con la historia de los jornaleros andaluces y de las clases más desfavorecidas así como un acicate para la formación moral de las nuevas generaciones y la recuperación de la memoria histórica. Este libro que les presentamos es una edición mejorada que incluye algunas correcciones de aquel primer texto, fotografías inéditas, una recopilación de artículos del mismo autor y un índice onomástico como instrumento de referencia para ordenar la gran cantidad de datos que ofrece.</p>
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<p>Antonio <span class="hiddenSpellError">Téllez</span> narra la història de la lluita d'aquells que, acabada la Segona Guerra Mundial, van decidir que encara no havia arribat el moment de descansar. S'havia de continuar l'oposició fins a liquidar el règim sanguinari que s'havia imposat a l'Estat espanyol després de la Guerra Civil.</p> <p>Partint de la vida d'un dels personatges més coneguts de la resistència contra el franquisme a Catalunya, Francesc <span class="hiddenSpellError">Sabaté</span> Llopart (<em>el Quico</em>), <span class="hiddenSpellError">Téllez</span> presenta tota una generació de militants llibertaris hereus de les idees anarcosindicalistes i actors de la revolució de 1936. L'any 1944 els protagonistes d'aquest llibre comencen un combat, mitjançant la propaganda i l'acció de guerrilla, contra una dictadura que nega ferotgement a l'individu qualsevol dret a la llibertat d'expressió, l'ensenyament, l'associació, la difusió d'idees i, fins i tot, el dret a pensar. Un règim responsable d'una política econòmica i social que provoca mostres nombroses de descontentament entre la població des de començaments dels anys cinquanta.</p> <p>Pocs homes i dones lluitadors van sobreviure a la repressió i a la desesperança durant aquella llarga batalla. Acorralats per la policia i els serveis d'informació espanyols; i abandonats per la CNT (Confederació Nacional del Treball) a causa de la seva voluntat de continuar la lluita activa, els grups d'acció mantenien una pugna cada vegada més precària, desesperada i solitària, mentre l'organització llibertària a l'exili s'esclerotitzava.</p> <p>Els estrets llaços d'amistat que unien l'autor del llibre amb alguns dels protagonistes principals i els esforços dedicats a recopilar documents i testimonis directes dels fets permeteren a Antonio <span class="hiddenSpellError">Téllez</span> donar a conèixer alguns dels aspectes menys coneguts de la resistència llibertària de l'època: l'estructuració i el funcionament dels grups d'acció, el paper de les diferents organitzacions reagrupades en el Moviment Llibertari Espanyol de la postguerra, i el paper de nombrosos militants que, ni herois ni màrtirs, no van ser una generació sacrificada inútilment.</p> <p>Tot plegat converteix aquest llibre en un dels relats més apassionants i profunds sobre la resistència llibertària, un text indispensable que s’ha convertit en un referent de tots els escrits posteriors sobre Sabaté i sobre la lluita armada contra el franquisme a Catalunya.</p>
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<p>El 15 de septiembre de 1932 Buenaventura Durruti pronuncia un discurso ante cien mil personas, al pie de Montjuic. Era su primera aparición pública tras más de siete meses encarcelado y deportado. En un pasaje de su discurso Durruti dijo : “Creyeron lo gobernantes que los anarquistas éramos rebaño y que encarcelando a unos cuantos y deportando a otros tantos todo entraría en orden ; fallaron en sus cálculos : ignoran la razón del ser del anarquismo.”</p> <p>Meses antes, en enero de ese año, varios pueblos del Alto Llobregat se sublevan, desarman a los guardias, toman los ayuntamientos, forman comités revolucionarios y proclaman la instauración del Comunismo Libertario. Cinco días –“lo que dura la vida de una flor”- duró aquella inaudita experiencia revolucionaria. El Gobierno republicano decidió dar una lección sin precedentes, construyó una mentira de Estado y reprimió con escarnio a decenas de personas, en su mayoría anarquistas. Fue la oportunidad del poder para –a través de la denominada Ley de Defensa de la República- ejercer un duro golpe sobre la CNT y la FAI : encarcelados en un viejo barco –el Buenos Aires- más de cien anarquistas (entre ellos algunos que no habían tomado parte en la insurrección como Durruti o los hermanos Ascaso) fueron deportados sin rumbo cierto. La travesía duró meses. Tocaron puerto en Cádiz, Las Palmas, Dakar, Guinea y el Sahara. En su periplo sucedieron motines, huelgas de hambre, fugas, epidemias y la muerte de un deportado.</p> <p>Finalmente serían divididos en dos grupos : la mayoría extrañados en la Colonia Penitenciaria de Villa Cisneros, el resto enviado a Fuerteventura. Poco a poco el Gobierno fue liberando a pequeños grupos hasta que a finales de agosto los que habían sido designados como los “más peligrosos” quedaron libres y regresaron a Barcelona.</p>
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<p>Tras la sublevación militar de 1936, el maestro republicano Santiago Marcos, huyendo de la represión fascista, logró esconderse en una bodega familiar de la Castilla rural, donde permaneció oculto veintidós años, tras los cuales fue finalmente detenido. Durante sus décadas subterráneas escribió más de diez mil versos, a menudo sobre la guerra civil y la segunda guerra mundial, por lo que su obra y su vida son las de un simbólico topo que no dejó de resistirse al fascismo con su palabra, todavía hoy desconocida en la desmemoriada España democrática.</p> <p>Rehabilitar su figura y dar a conocer su producción marcada por la urgencia de la supervivencia y del testimonio directo es una tarea tan justa como, precisamente, urgente para el autor de este libro, Claudio Rodríguez Fer, hijo de un íntimo amigo desde la infancia del poeta topo y de sus hermanos, quienes sacrificaron sus vidas para protegerlo del fascismo</p>
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<p>«A duras penas, en la confusión, pudimos acercarnos a La Junquera. La gente, asustada, gritaba: “¡Llegan los fascistas!”.»</p> <p>Para Enric Mèlich, el exilio y la frontera significan vivencias políticas y lucha. Tras cruzar a Francia con catorce años por el paso de Le Perthus, cuando las tropas franquistas ya tomaban Cataluña, Mèlich vivió un exilio intenso, atravesado por la lucha contra el fascismo y por el deseo de ayudar a derrotar el franquismo.</p> <p>Miembro de la resistencia francesa contra los nazis, Mèlich participó de una red de evasión que trasladaba a resistentes, judíos y otros perseguidos a Andorra; y, posteriormente, ingresó en la compañía Jean Robert del maquis francés. Mientras todavía se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial, en octubre de 1944, tomó parte en la catastrófica invasión de la Vall d’Aran, organizada por la UNE, liderada por el PCE, que acabó con la muerte de 129 guerrilleros y otros cientos de heridos, detenidos y condenados a muerte. Mèlich salvó el pellejo, volvió a las filas de la resistencia y, finalizada la guerra, rechazó entrar en el Ejército francés.</p> <p>A partir de entonces, Mèlich centraría su actividad en la lucha clandestina contra el franquismo, pasando a personas y publicaciones a través de la frontera; militando en las Juventudes Libertarias y participando en las actividades de Defensa Interior (DI), la organización del movimiento libertario para la lucha armada contra el franquismo.</p> <p>Distribuidor de la mítica editorial Ruedo Ibérico y librero, la vida de Enric Mèlich, que a la fecha de publicación de este libro seguía manteniendo una inquietud y una actividad intelectual incesantes, es el testimonio de una parte del exilio que no se resignó ni se instaló en la nostalgia.</p>