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<p>Los medios conservadores presentan a las feministas como mujeres antihombres, siempre enfadadas. Pero muy al contrario, el feminismo ha logrado mejorar la vida de todas las personas. Gracias al feminismo, todos vivimos de forma más igualitaria: en el trabajo y en casa, en nuestras relaciones sociales y sexuales. Gracias al feminismo, la violencia doméstica ya no es un secreto, se ha normalizado el uso de anticonceptivos y todos somos un poco más libres.<br /> <br /> No obstante, el feminismo quería mucho más que la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando hablaba de hermandad entre mujeres, quería superar las fronteras de clase y raza, transformar el mundo de raíz. El feminismo es antirracista, anticlasista y antihomófobo o no merece ese nombre. Muchas mujeres blancas hacen uso del feminismo para defender sus intereses pero no mantienen este compromiso con las mujeres negras, precarias y lesbianas; eso no es feminismo.<br /> <br /> Tanto daño hace al movimiento una mujer que reproduce el sexismo como aporta un hombre feminista. El feminismo es para las mujeres y para los hombres. Necesitamos nuevos modelos de masculinidad feminista, de familia y de crianza feminista, de belleza y de sexualidad feminista. Necesitamos un feminismo renovado que explique con palabras sencillas que pretendemos superar el sexismo y colocar el apoyo mutuo en el centro. Eso es el feminismo. Y ese es el objetivo de este libro</p>
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Sin stockMúsica y mujeres es un libro único sobre la musicología y el feminismo, que da voz a compositoras españolas sobre la creación musical y la condición de género
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<p>El presente es el único texto crítico existente a fecha de hoy sobre la situación de la mujer en las Fuerzas Armadas. El único trabajo que ha juntado las piezas del puzle para facilitar una visión de conjunto que permita a la ciudadanía tomar conciencia de la magnitud de un problema tan grave como es la impunidad de la violencia sobre la mujer en el seno del Ejército, y que ello suponga un punto de encuentro y reflexión desde el que impulsar un imprescindible cambio.</p> <p>Dividido en dos partes, en la primera, se presentan denuncias de acoso en cuatro periodos de tiempo, y, en la segunda, se analizan con la intención de extraer conclusiones en forma de patrones y estadísticas. Y los datos resultan muy reveladores: un número de denuncias y de condenas muy bajo, una clara tendencia a proteger a los denunciados y expulsar a las denunciantes, una ausencia de control político y una falta de interés mediático.</p> <p>El objetivo de este libro es claro: que cuando acontezca un delito de esta naturaleza, las víctimas encuentren un respaldo institucional que las proteja y una estructura legal que les ofrezca todas las garantías de independencia e imparcialidad exigibles. Todo lo cual se resume en una premisa que convendría que el lector recordase cada vez que visualice un abuso, un acoso o una agresión, y le parezca incomprensible la resolución que se da al mismo: desaparición o restricción de la Justicia militar a tiempos de guerra, conflictos militares y delitos de naturaleza exclusivamente militar.</p>
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<p>Tres años después del deslumbrante éxito de su primer libro, <em>Puta</em>, que impulsó a Nelly Arcan a la vanguardia de la escena mediática y le valió sendas nominaciones a los premios Médicis y Femina, la joven autora canadiense escribió <em>Loca</em>, una desgarradora reflexión sobre el cuerpo femenino y su mercantilización, la pareja, los límites de la cordura y la maternidad.</p> <p>Profundamente herida tras vivir un romance con un periodista de origen francés, narcisista y consumidor de ciberpornografía, la protagonista de este demoledor texto escribe una larga carta al ser amado, a la que pone punto final el día antes de suicidarse. En ella relata con crudeza y todo lujo de detalles las diferentes etapas de la relación amorosa, desde el primer encuentro hasta el rapto pasional, pasando por el estancamiento, la distancia y, finalmente, la ruptura, incluido el trauma del aborto.</p> <p>Como en casi todos los libros de Nelly Arcan, el amor es siempre hipotético, no es más que una eventualidad, y cuando finalmente se presenta, solo lo hace por un momento, no perdura jamás.</p>
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<p>Este libro ofrece un conjunto de reflexiones que el campo de la salud debe absorber para incidir con conductas que promuevan la autonomía y la dignidad. Resulta consternadora la rémora de las viejas concepciones acerca de los procesos de salud-enfermedad, la ceguera cognitiva respecto de la generización inexorable de tales fenómenos y, muy especialmente, la recusa de percepción contextual para hacer inteligible el lenguaje del cuerpo que enuncia sus significados contrariando a los presupuestos naturales. A menudo he sostenido una advertencia, y me parece más que adecuado dar la bienvenida a este libro volviendo a ella: para quienes creen a pie juntillas que hay una lectura transparente de los fenómenos de la naturaleza, es bueno que sepan que la naturaleza no sabe que se llama naturaleza. Su lenguaje es el que hemos inventado, una arbitraria operación mediadora con la que damos por sentado principios y leyes. Conviene abdicar de su prepotencia, y hacer de la salud un estatuto libertario, tal como emerge como acicate de las páginas de este texto.</p> <p>Artículos de Dora Barrancos, Sabrina Balaña, Agostina Finielli, Carla Giuliano, Andrea Paz, Carlos Ramírez, Marta Dillon, Moira Pérez, Laura Contrera, Débora Tajer, Luciano Fabbri, Blas Radi, Karina Felitti, Valeria Salech, Violeta Osorio, Julieta Saulo y Ruth Zurbriggen.</p>
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<p><em>Paris era mujer</em> es el retrato colectivo e ilustrado de una comunidad única de mujeres que llegó a conocerse con el nombre de «mujeres de la orilla izquierda». Las escritoras Colette, Djuna Barnes y Gertrude Stein, las poetisas H. D. y Natalie Clifford Barney, las pintoras Romaine Brooks y Marie Laurencin, las editoras Bryher, Alice Toklas, Margaret Anderson y Jane Heap, las fotógrafas Berenice Abbott y Gisèle Freund, las libreras Sylvia Beach y Adrienne Monnier y la periodista Janet Flanner formaban parte de ese entorno legendario. </p> <p>La profusión de fotografías, cuadros, dibujos y fragmentos literarios, muchos inéditos hasta ahora, unida al vívido y revelador texto de Andrea Weiss nos da una visión sin par de la extraordinaria trama de mujeres para quienes París no era ni amante ni musa, sino otra clase de mujer.</p> <p>«La Orilla Izquierda me atraía y todavía me atrae y me retiene. No podría irme de aquí ni en sueños, sería imposible, sería como si un órgano pudiera irse a otra parte del cuerpo.» Adrienne Monier, mecenas literaria y propietaria de La Maison des Amies des Livres.</p>