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<p>La presente edición en castellano recoge parte de la obra de Dézamy, <span style="font-style: italic;">E</span><em>l Código de la comunidad</em>. En concreto, la Tabla de materias, en forma completa, la introducción, el primer capítulo y los capítulos XVIII y XIX, que vienen a ser un resúmen de todo el Código, y el Plano del Palacio Comunal. También le añadimos una breve nota de lectura. </p>
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<p>Este texto, redescubierto casi por azar entre documentos concernientes a la izquierda comunista de anteguerra, debió ser ciclostilado en un corto número de ejemplares por su autor, quien lo envió a los diversos grupos de la «Izquierda Comunista Internacional» (que estaba compuesta por las fracciones belga, italiana y francesa). De Raoul Brémont sólo se sabe que participó en el «grupo de Marsella» de la GCI, por entonces con múltiples escisiones sobre el problema de la ayuda a las víctimas de la guerra civil-imperialista española. Nada permite decir cuál fue su audiencia: pero es, por lo que conocemos, una de las escasas afirmaciones comunistas de aquella época, rica en manifestaciones contrarrevolucionarias de todo tipo. La concepción de la Comunidad aquí elaborada concierne a toda la sociedad, a la humanidad salida por fin de la Prehistoria, y no tiene, pues, nada que ver con el fenómeno de las «comunidades» creadas aquí o allá, que se acomodan muy bien con el mundo existente. </p>
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<p>Paul Nougé, (Bruselas 1895-1967), puede ser considerado como la figura central del grupo de Bruselas que se denominó surrealista a causa de su afinidad con el surrealismo francés. Fueron su pensamiento y sus reflexiones los que definieron y orientaron la práctica del grupo, principalmente la pintura de René magritte. decepcionado por la acción política y sintiéndola como algo extraño, Nougé elabora su propio método para contribuir al cambio social. Uno de sus principios básicos reside en «borrar la propia firma» o sea, obrar con discreción, permanecer en la sombra y en eel anonimato.</p> <p>El texto que presentamos data del año 1935, es fruto de una colaboración entre el Grupo de Bruselas que, nacido en noviembre de 1924, se encontraba solidamente establecido. Se había definido en oposición a los rupos tanto modernistas como proletarios, que ocupaban el paisaje literario belga. En <em>La Solution de continuité</em>, un texto que podríamos considerar para uso interno, Nougé ya no se somete a la urgencia política y vuelve sobre sus preocupaciones esenciales: la revolución (y consecuentemente la teoría marxista), el pensamiento y el método científicos, y la literatura, los tres grande ejes de su vida. Su reflexión sobre la literatura le conduce a una reflexión sobre la lengua y sobre el conocimiento que desemboca en una apuesta a favor de la acción como motor de la vida.</p>
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<p>«Günther Anders, el pensador pacifista por excelencia, el moralista, ha escrito a los 85 años, con sus dedos que apenas puede mover por la artritis: "la única salida es la violencia". En el idioma alemán hay una palabra común para poder y violencia: <em>Gewalt</em>. Y Günther Anders estudia sin pausa cómo la técnica va ganando cada vez más poder (violencia) sobre el ser humano. Después de Auschwitz, Anders visitará Hiroshima, que fue, para él, después de Auschwitz, el paso esperado de la ecuación poder-violencia». Osvaldo Bayer</p>
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<p>El mérito de los trabajos marxistas -cualesquiera que sean sus limitaciones y simplificaciones (a veces extremadamente arbitrarias y unilaterales)- es haber puesto énfasis en lo esencial, designando el eje común, el elemento unificador del movimiento romántico, en la mayor parte, sino en la totalidad de sus manifestaciones a través de los principales focos europeos (Alemania, Inglaterra, Francia): <em>la oposición al capitalismo</em>.</p> <p>De aquí, el concepto de romanticismo-anticapitalista, formulado por primera vez por lukacs, pero del que se pueden encontrar antecedentes en los escritos de Marx y Engels sobre Balzac, Carlyle, Sismondi, etc. Estos escritos revelan, a pesar de las críticas, el gran valor dado por los autores del <em>Manifiesto Comunista</em> a algunos pensadores que, aún siendo <em>laudatores temporis acti</em>, habían dirigido la crítica al corazón mismo del capitalismo.</p>
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<p>Nicolas Calas, seudónimo de Nicos Kalamaris (1907-1988), poeta y ensayista de origen griego, aunque nacido en Lausana, fue esencialmente un ciudadano del mundo que participó activamente y de manera sustancial en el movimiento surrealista. Él mismo se definió como «poeta, diagnosticador y polemista».</p> <p>en el año 1938 publica, en la editorial Denoël de París, el libro titulado Foyers d'incendie (Focos de incendio) en un intento de realizar, en el amplio sentido, «un nuevo espíritu estético» que abarcaría el arte, la semiótica, la filosofía, incluso la física, pero sobre todo el psicoanálisis y la política desde un punto de vista marxiano. </p> <p>Calas, igual que lo había hecho Bretón, toma como base de su estudio el freudomarxismo. Después del impacto de la revolución de 1917, Wilhem Reich se planteó la síntesis entre el psicoanálisis freudiano y el pensamiento de Marx. El oigen de la neurosis en el ser humano lo produce el rechazo, violento para uno mismo, de las pulsiones sexuales en una sociedad basada en la represión.</p>
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<p>LO QUE HA DICHO LA CRÍTICA MUNDIAL SOBRE ESTE LIBRO.</p> <p>«Desde Shakespeare nadie lo había escrito tan bellamente»<br /> <em>The Herald Tribune</em></p> <p>«Después de leer este libro, todo lo que se escriba resulta estúpido»<br /> <em>El Mercurio</em></p> <p>«Ça va, vraiment ça va…Ecoute, Mon Dieu, ce bouquin ça va…»<br /> <em>Le Monde</em></p> <p>«Atrapa desde la primera página. Un libro peligroso capaz de romper las amistades más entrañables»<br /> <em>El Correo de Valdivia</em></p> <p>«Abrirlo, leerlo y cerrarlo es una sola cosa»<br /> <em>El asombro</em></p> <p>"Pocas veces tan pocas palabras han bastado para decir tanta cosas de manera tan perfecta."<br /> ABC</p> <p>«Faltaba este libro para poder decir que el mundo está completo: Dios, casi seguro, lo leyó durante el séptimo día»<br /> <em>L'Observatore Romano</em></p> <p>«Atlo lauhia»<br /> <em>Pravda</em></p> <p>«Consigue anular la distancia entre autor y lector. Creación permanente, desaforada, escrita por todos y por nadie. prodigioso»<br /> <em>Billiken</em></p> <p>«El único libro que merece aquella categoría monstruosa: texto escolar de lectura obligatoria»<br /> <em>El imparcial</em></p>
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<p><em>Estado de necesidad y legítima defensa</em><em> </em>es una reflexión sobre el uso de la violencia contra aquellos que son responsables de la posibilidad del genocidio nuclear. Anders sostiene que vivimos en un estado de necesidad, en un mundo en el que la vida humana y la vida del planeta pueden ser destruidas por actos de terrorismo perpretados por hombres omnipotentes que son analfabetos sentimentales. Frente a ese estado de necesidad, y una vez que se ha comprobado que todas las formas de respuesta pacífica (las manifestaciones, los hapening, los manifiestos, etc.) resultan inútiles, se impone la legítima defensa, la amenaza a esos responsables para que cambien de actitud. Se trata, pues, de una opción que busca imponer la no-violencia.</p>
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<p><span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Roman 10cpi'; font-size: 10pt;"><font face="Times New Roman">Los ludditas aparecen como caso ejemplar de resistencia al aumento de la explotación de la fuerza de trabajo y a la desestabilización de las relaciones sociales que todo cambio tecnológico conlleva, tanto en <font size="2"><st1:personname productid="la Primera" w_st="on">la Primera</st1:personname>, como en </font><font size="2"><st1:personname productid="la Segunda Revolución" w_st="on">la Segunda Revolución</st1:personname> Industrial. Por ello, representan un antídoto contra el prejuicio que hace del progreso tecnológico algo inevitable, incuestionable.</font></font></span></p>
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<p><span lang="ES-TRAD" new="" roman="" style="font-size: 10pt;"><font face="Times New Roman">Una sólida exposición de cómo la automatización ha ido penetrando en la conciencia de los humanos como algo natural e inevitable, como si se tratara de un hecho natural, en consonancia con la idea de la evolución darwinista.</font></span></p>