Filosofia

  • <p>El capitalismo ha suspendido, bajo la forma mercanc&iacute;a, la diferencia decisiva y milenaria entre cosas de comer, cosas de usar y cosas de mirar; ha borrado todas las fronteras entre el hambre y la mirada, entre el consumo y el conocimiento. Llevado este modelo a su extremo, &iquest;podemos seguir hablando realmente de Cultura? &iquest;Qu&eacute; clase de Cultura ser&iacute;a una Cultura sin v&iacute;nculos con el exterior, de cuerpos interrumpidos y almas chinescas, de no-lugares y distancia tecnol&oacute;gica en el que las cosas-s&iacute;mbolo fuesen completamente sustituidas o encubiertas -tal y como ya ocurre en nuestro peque&ntilde;o pero dominante mundo occidental- por &quot;eidos&quot; intocables, signos autistas y puras e inasibles virtualidades &quot;humanas&quot;? Estas son algunas de las preguntas a las que trata de responder <em>La ciudad intangible</em>.</p>
  • <p><span lang="ES-TRAD" new="" roman="" style="font-size: 10pt;"><font face="Times New Roman">Una s&oacute;lida exposici&oacute;n de c&oacute;mo la automatizaci&oacute;n ha ido penetrando en la conciencia de los humanos como algo natural e inevitable, como si se tratara de un hecho natural, en consonancia con la idea de la evoluci&oacute;n darwinista.</font></span></p>
  • <p>Camino de perfecci&oacute;n, este recoleto sumario de osad&iacute;as y alegr&iacute;as se present&oacute; a guisa de una colecci&oacute;n de pensamientos y esbozos del natural que conformar&aacute;n una idea &uacute;nica, cuyo rudimento es a&uacute;n m&aacute;s libre de lo que pudiera parecer. Trata, a&uacute;n m&aacute;s de lo que pudiera parecer, de la decencia. Sus compa&ntilde;eros en la b&uacute;squeda de esa idea fueron la Pregunta y lo Peque&ntilde;o. Su enemigo: la Soberbia, declarado y siempre acechante para quien indaga demasiado en cierta verdad de los mutables sentimientos.</p>
  • <p>Redacci&oacute;n de una parte de las lecturas y discusiones orales sobre textos de Zen&oacute;n, Heraclito, Parm&eacute;nides y otros.</p>
  • <p>Es una guerra en que, a lo largo de 15 ataques, se trata de descubrir, y as&iacute; combatir, el proceso de conversi&oacute;n de un tiempo indefinido (de un solo sentido, es decir, ninguno, y de &laquo;infinita velocidad&raquo;) en el Tiempo real, que es en verdad, en cuanto ideado y medido, un espacio, en el que se funda la Realidad, imposible, y se practica tambi&eacute;n la reducci&oacute;n a Tiempo de nuestras vidas. En ese combate, se acude a las t&aacute;cticas y v&iacute;as m&aacute;s diversas, desde el ataque a la concepci&oacute;n cient&iacute;fica (y vulgar) del Tiempo, m&aacute;s que a la teor&iacute;a f&iacute;sica, a los istrumentos matem&aacute;ticos usados a su servicio, hasta el an&aacute;lisis de la memoria, las artes temporales y los ensue&ntilde;os, pasando por la penetraci&oacute;n en los mecanismos de lenguaje y l&oacute;gica, en el ritmo, en las ideaciones hist&oacute;ricas del Tiempo, y por un recorrido a los pensamientos y formulaciones sobre tiempo entre los antiguos.</p>
  • <p>&quot;Si hubiese que elegir un rasgo distintivo del pensamiento y la vida de Rosa Luxemburg, lo que deber&iacute;amos priorizar ser&iacute;a su humanismo revolucionario. Ya sea en su cr&iacute;tica del capitalismo como un sistema inhumano, en su lucha contra el militarismo, el colonialismo, el imperialismo, o en su visi&oacute;n de una sociedad emancipada, su utop&iacute;a de un mundo sin explotaci&oacute;n, sin alienaci&oacute;n y sin fronteras, este humanismo socialista atraviesa, como un hilo rojo, el conjunto de sus escritos pol&iacute;ticos; tambi&eacute;n su correspondencia, sus emotivas cartas de prisi&oacute;n, que han le&iacute;do y rele&iacute;do sucesivas generaciones de j&oacute;venes militantes del movimiento obrero. &iquest;Por qu&eacute; esta figura de mujer &ndash; jud&iacute;a y polaca, marxista y revolucionaria, tierna e intransigente, militante e intelectual &ndash; siempre nos interpela? &iquest;C&oacute;mo es que 80 a&ntilde;os despu&eacute;s de su muerte nos sigue siendo tan pr&oacute;xima? &iquest;En qu&eacute; consiste la asombrosa actualidad de su pensamiento, precisamente hoy, en el comienzo del siglo XXI?&quot;</p> <p><strong>Michael L&ouml;wy</strong></p>
  • <p>&iquest;Qu&eacute; es la democracia? He aqu&iacute; una pregunta para la que suelen darse distintas respuestas. En Occidente, cada vez se tiende m&aacute;s a identificar democracia con que el pueblo consienta que otros gobiernen por &eacute;l, habi&eacute;ndolos elegido para eso. A veces incluso se llama democr&aacute;tico al r&eacute;gimen en el que un caudillo, m&aacute;s o menos emanado por el pueblo, asume el poder por un tiempo limitado&hellip; o ilimitado. Pero democracia, en su sentido mejor y m&aacute;s profundo, es poder del pueblo por el pueblo, gobierno del pueblo e igualdad real de posibilidades de acceso al poder. Algo que est&aacute; muy lejos de existir en este mundo. La democracia representativa, es decir, el modelo de democracia que impera hoy en Occidente, conlleva en s&iacute; mismo, por insuficiente, un germen de destrucci&oacute;n, expl&iacute;cito en el descr&eacute;dito que han alcanzado la pol&iacute;tica y sus representantes. Y eso es as&iacute; porque la pol&iacute;tica es, en gran medida, s&oacute;lo mentira, disimulo y farsa, un lugar de puesta en escena, un universo en el que se &ldquo;escenifican&rdquo; las decisiones y en el que abundan las falsas promesas y los falsos juramentos. No es de extra&ntilde;ar, entonces, la facilidad con que se ha impuesto el Pensamiento &Uacute;nico, gracias al cual se est&aacute; llevando a cabo un proceso de recolonizaci&oacute;n unipolar que empuja a Occidente a un modelo de capitalismo anterior a la primera guerra mundial, que destruye poco a poco las conquistas obtenidas en d&eacute;cadas de luchas y movilizaciones obreras, y que se apropia sin tapujos de la riqueza creada por los cambios tecnol&oacute;gicos y los espectaculares aumentos de productividad de estas &uacute;ltimas d&eacute;cadas.</p>
  • Walden

    17,00
    <p><strong>H.D. Thoreau</strong>, 1917-1862, ocupa una posici&oacute;n intermedia entre Emerson y Melville. Su obra m&aacute;s conocida es &quot;Walden&quot;, que naci&oacute; de los dos a&ntilde;os de vida que transcurri&oacute; el autor entre el 4 de Julio de 1845 y el 6 de Septiembre de 1847, en la caba&ntilde;a, construida por &eacute;l mismo, a orillas del lago Walden, donde se hab&iacute;a retirado a encarar, al contacto con la naturaleza, los hechos escenciales de la vida. Anecd&oacute;tico de estos a&ntilde;os es el episodio del arresto de Thoreau, por haberse negado a pagar los impuestos a un gobierno que desaprobaba moralmente. El Incidente dio origen al escrito pol&eacute;mico &quot;La Deobediencia Civil&quot;, que incluimos al final este libro.</p>
  • <p>En este libro, el lector tiene una selecci&oacute;n de trabajos de Eloy Terr&oacute;n sobre <em>La cultura y los hombres</em>. Su autor es bien conocido en los c&iacute;rculos intelectuales y universitarios de nuestro pa&iacute;s. Y no s&oacute;lo por su labor como presidente del Colegio de Licenciados y Doctores de Madrid y del Club de Amigos de la Unesco de Madrid durante la dictadura. Tambi&eacute;n se distingue por su larga actividad docente e investigadora.</p>
  • <p><em>Por una internacional del g&eacute;nero humano</em> es una cr&iacute;tica del actual modo de producci&oacute;n y de vida capitalista, y una apuesta para salir de &eacute;l. Mientras la econom&iacute;a parasitaria del capital financiero conduce el mundo a un atolladero de destrucci&oacute;n, est&aacute; en v&iacute;as de emerger un nuevo modo de producci&oacute;n, fundado sobre la gratuidad de las energ&iacute;as. Cuando las necesidades de la econom&iacute;a misma imponen el rechazo de los viejos valores de la patria, la familia, al autoridad y la obediencia, buscando un nuevo dinamismo en la reconstrucci&oacute;n de lo viviente y en el mercado de las ideolog&iacute;as humanitarias, la tarea m&aacute;s urgente de los revolucionarios es la afirmaci&oacute;n de la vida contra la econom&iacute;a y el dinero, que la reducen a objeto intercambiable; el proyecto de una evoluci&oacute;n humana que descubre su fuerza en la alianza del cuerpo y de la tierra, en la creatividad de los ni&ntilde;os, las mujeres y los hombres.</p>
  • <p>La funci&oacute;n social que realiza el mito, no s&oacute;lo en las sociedades primitivas sino tambi&eacute;n en nuestras industrializadas y modernas sociedades, consiste en dar expresi&oacute;n y objetivar la experiencia social, intersubjetiva (incluyendo el deseo individual y los impulsos colectivos). Esta objetivaci&oacute;n convierte en im&aacute;genes la sentimentalidad y el deseo individual de identificarse con la vida de la comunidad, im&aacute;genes que no se reconocen como tales sino que son percibidas como realidades, frente a las que no cabe cr&iacute;tica e imponen su aceptaci&oacute;n pasiva a los individuos, reivindic&aacute;ndose como portavoces del &quot;principio de realidad&quot;. El discurso pol&iacute;tico se ha mitologizado y los demagogos profesionalizados de la democracia desp&oacute;tica aparecen como magos, especialistas en el dominio ritual de la palabra m&aacute;gica. Palabras del dominio que reifican a los individuos y los mutila como sujetos pensantes, como seres humanos.&nbsp;</p>
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