-
<p>Este libro es una toma de posición, expresada en varios momentos, sobre la implicación de los intelectuales y los artistas en la vida social y política durante las últimas décadas; sobre sus giros, desplazamientos y vicisitudes, desde las «torres de marfil» a las ardientes militancias, desde las posiciones de extrema derecha a las de la izquierda subversiva y armada. Así se replantea, entre otras muchas, la cuestión que Cervantes puso en los labios de don Quijote durante su Discurso de las Armas y las Letras. Muy especialmente se recupera la cuestión de la Utopía, concebida no como la reclamación de lo imposible –noción ésta que se trata de dilucidar– sino como posibilitación, por medio de la teoría y la praxis revolucionarias, de lo interesadamente imposibilitado por los sistemas del Poder. Sector fuerte del libro es la crítica que contiene a los intelectuales «políticamente correctos» y que ha sido acogida por varias revistas de Literatura desde que su autor la comunicó a modo de conferencia en la Semana de Filosofía de Pontevedra (Aula Castelao), bajo el título <em>Los intelectuales y la práctica</em></p>
-
<p>El libro parte de la relación entre filosofía y política en la obra de Heidegger, relación que tiene su momento culminante en la adscripción del filósofo al nacionalsocialismo en 1933. En contra de algunas tesis comúnmente aceptadas, según las cuales el pensar de Heidegger poco o nada tendría que ver con sus posiciones políticas, la autora parte de un presupuesto contrario: si ya es difícil para cualquier pensador mantener una ruptura ente sus posiciones teóricas y las políticas, en un autor como Heidegger que hace del «existir fáctico» el motivo de su pensar, eso es imposible. No se trata sin embargo de juzgarle, ni al hombre ni a la obra. Dado que el decenio de los 30 es uno de los más difíciles y a la vez de los más productivos, el libro trata de desbrozar un recorrido semi-oculto que nos lleva desde las posiciones cercanas a la dogmática católica de los primeros años, hasta el pensar de la poesía como lenguaje próximo al filosofar en los textos del final del decenio. El estudio abarca las obras escritas y las Lecciones pronunciadas durante los años 30, desde finales de los 20 hasta principios de los 40; es testigo de los entusiasmos y las crisis y muestra cómo los nuevos motivos se superponen a los antiguos de tal modo que, al igual que un inmenso collage, tachan, restauran y recubren las viejas posiciones. Curan las heridas y en suma, invitan al silencio y al olvido.</p>
-
<p>Tras un velo de indiferencia, esmascarada por una apariencia de objetividad científica, la economía ha ido construyendo una teoría con la que es posible justificar, ocultar y permitir un sin fin de desigualdades sociales, explotaciones miserables y atentados a la vida de los seres humanos. Las cosas de las que se ocupa la economía académica más rigurosa nacen muertas desde el mismo momento en que son creados los modelos que pretenden explicar su existencia. El trabajo deja de ser una actividad desagradable para convertirse en esfuerzo necesario; es transformado posteriormente en tiempo de ocupación y reducido por último a mero coste empresarial. Así el trabajador, dependiente del deseo del capital y superfluo en el sistema de producción capitalista, padece la alienación y la privación de libertad en el –y durante el tiempo de– trabajo. La guerra, la muerte por inanición, las diferencias económicas Norte-Sur, la degradación ambiental..., son explicados, al margen de su realidad social, por una economía que se asemeja cada vez más a una pura ideología.</p>
-
<p>Desde las huelgas de diciembre de 1995 las intervenciones de Pierre Bourdieu han sido objeto de condenas a menudo virulentas, en especial por parte de los periodistas e intelectuales mediáticos cuyo poder había analizado Bourdieu. Fue entonces acusado de descubrir la acción política "en el ocaso de la vida", de abusar de su notoriedad científica o incluso de volver sobre caducas figuras intelectuales. Lo que parecía chocar más que nada era que un sabio interviniera de esa manera, llevando el hierro de la crítica al dominio político.</p> <p>Sin embargo, las intervenciones del sociólogo en el espacio público datan de su entrada en la vida intelectual, a principios de los años sesenta a propósito de la guerra de Argelia. A partir de entonces, una constante reflexión sobre las «condiciones sociales de posibilidad» de su compromiso político le incita a desmarcarse tanto de un cientificismo dador de lecciones como de la espontaneidad entonces tan frecuente entre los «intelectuales libres». Esta selección de textos no sólo tiene la finalidad de reagrupar los numerosos textos «políticos» o «críticos» a menudo poco accesibles o inéditos. Ante todo pretende poner en situación: invitación a la lectura de una obra frecuentemente neutralizada por sus condiciones académicas de recepción.</p> <p>Se trata de mostrar a través de las etapas del itinerario del sociólogo, devuelto a su contexto histórico, una articulación manifiesta entre investigación científica e intervención política; el trabajo de conversión de las pulsiones sociales en impulsos críticos. Lo que finalmente se vuelve a trazar a través de este recorrido es la génesis de un modo de intervención política específica: ciencia y militancia, lejos de oponerse, pueden ser concebidas como las dos caras de un mismo trabajo de análisis, de desciframiento y de crítica de la realidad social para ayudar a su transformación. La trayectoria ilustrada por los textos de esta selección muestra como la misma sociología se encuentra enriquecida por el compromiso político y la reflexión sobre las condiciones de este compromiso.</p>
-
<p>[...] casi no hay anarquistas, o bien sus voces carecen de audibilidad. Quizás nunca hayan existido demasiados, si se acepta que la definición de anarquista supone una identidad «fuerte», esforzado activismo de rendimientos mínimos, y una ética exigente. Las circunstancias históricas nunca les han sido propicias, pero aún así lograron constituirse en «contrapesos» ético-políticos, compensación a una especie de maldición lamada «jerarquía». Quizás el mundo sea aún hospitalario porque este tipo de contrapesos existen. Si en una ciudad sólo acontecieran comportamientos automáticos, maquinales y resignados, sería inhabitable. El anarquismo, pensamiento anómalo, representa «la sombra» de la política, lo inasimilable. Y el anarquista, ser improbable, aun existiendo en cantidades demográficas casi insignificantes, asume el destino de ejercer una influencia de tipo radial, que muchas veces pasa inadvertida y otras se condensa en un acto espectacular.</p> <p>Destino, y condena, porque al anarquista no le es concedido establecer fáciles ni rápidas negociaciones con la vida social actual, y justamente es esa dificultad la que en algún momento de su existencia hace que el anarquista sufra a su ideal como a un embrujo del que no sabe como librarse. Aquella influencia tiene por objetivo la disolución del viejo régimen psicológico, político y espiritual de la dominación. [...]</p> <p>Este libro recopila –y revisa– los ensayos más notorios de Christian Ferrer en torno al personas e ideas ingobernables. Acercándonos, con una hermosísima escritura, un pensamiento libertario en estado «puro», sin dogmatismos estériles, sin burocratismo, ni radicalismos de pose, que enturbien «la idea» que ha anidado en las cabezas de muchas personas en todo el mundo: el desvanecimiento total y absoluto de la dominación.</p> <p>Se incluyen: «Átomos sueltos (Vidas refractarias)». «Gastronomía y anarquismo. (Restos de viajes a la Patagonia)». «Misterio y jerarquía.(Sobre lo inasimilable del anarquismo)». «Los destructores de máquinas. (En homenaje a los Luditas)». «Una moneda valaca. (Sobre la resistencia partisana)».</p>
-
<p>«Las vidas de algunos hombres pueden leerse como prismas de su tiempo. Al modo de un cristal facetado, capturan la energía de la historia y la descomponen, desplegando los matices fundamentales de su época y creando con ellos una nueva forma de luz. William Morris, hijo inequívoco y rebelde de la revolución industrial, es un caso privilegiado de esta cualidad. Nacido en 1834 y muerto en 1896, su vida transcurrió paralela al victorianismo triunfante que convirtió a Inglaterra en la fábrica del mundo y consagró a la hicpocresía como sustento moral de la sociedad. Sensible a los movimientos que atravesaron el siglo diecinueve inglés, Morris decidió reformularlos y resistir a la miseria de su época desde valores opuestos a los que ella promovió: la nobleza del trabajo humano, la camaradería e igualda entre los hombres y la consecución del socialismo por medio de la revolución.</p> <p>Una impugnación radical inspiró a William Morris su revuelta contra la época que le tocó vivir: la fealdad del mundo que el capitalismo estaba erigiendo a su alrededor. Así, descalificó el progreso civilizatorio en virtud del derecho a la belleza y propuso modos alternativos para la organización de los hombres y la producción industrial. En el ideal de Morris, la técnica sería además un modo de la ética y no un altar erigido al progreso donde sacrificar la propia humanidad».</p> <p>Tres ensayos de William Morris acompañados del prólogo de Estela Schindel «William Morris: la técnica, la belleza y la revolución».</p>
-
<p>Es necesario afirmar que no habrá «salida de los Organismos Modificados Genéticamente» ni de ninguna de las técnicas biosuicidas propuestas por la economía autonomizada, sin que se sienta la necesidad de salir de la sumisión a las ofertas de la técnica y de la industria así como de las promesas cientifistas de un progreso ininterrumpido. Es la única salida posible. Eso supone librarse de esta sociedad. No porque no se la pueda reformar, por supuesto, ya que es lo que se hace a diario para diferir la catástrofe que no deja de amenazarnos. Pero la catástrofe ya está aquí: es el modo de funcionamiento normal del mundo industrial del que conviene proclamar que cada uno de sus progresos engendra su propia dislocación y su propio derrumbamiento permanentes; y que aún no hemos visto todo, que debemos temer catástrofes inéditas y resignarnos. En <em>Los progresos de la domesticación</em>, así como en el resto de textos, entrevistas y documentos que se incluyen en el presente volumen, con la contundencia e ironía que sólo un curtido agitador puede permitirse, René Riesel opina, sobre las nuevas técnicas de manipulación genética agrícola y de la superstición cientifista de la que surgen, pero también sobre el proceso -iniciado en Francia en enero de 1.998- de obstaculización y sabotaje contra su implantación. Y, desde la autoridad de su práctica, de la nueva fraseología «antiglobalizadora» surgida al calor de estas y otras movilizaciones, tras la que se esconde la nula voluntad de trascender la dictadura de la economía, y bajo la que se perpetúan.</p>
-
<p>En su obra, Lefort trata de mostrarnos que la fundación y el destino de la democracia son inseparables de la indeterminación de sus fundamentos, de la infiguralidad del poder, de la ley y del saber. La suerte de la democracia está sujeta al imperativo de mantener vacío el sitio del poder. Sin dejar de reconocer el lazo entre democracia y mercado, se resiste a aceptar que las relaciones económicas determinen el significado de las relaciones sociales, que el homo democraticus sólo sea una especie del homo economicus, en fin, que la ciudad sea un gran bazar. Una obra clarificadora y muy actual para profundizar en el análisis del concepto de democracia y sus implicaciones simbólicas y culturales.</p>
-
<p>Aquest llibre publicat per primera vegada el dia de Sant Jordi de 1969 amb el nom de Contrapunts al Camí de l'Opus dei, va ser segrestat el mateix dia per la policia franquista sota les ordres del govern de Madrid, que era a mans de l'Opus. Tractar "des de fora" del context religiós la posició de l'Opus Dei té el perill de no donar els arguments precisos i concrets que ajudin la persona creient a trobart la part més progressiva de les seves creencies. Mossèn Josep Dalmau reflexiona des de la fe.</p>
-
<p>- O algunas llaves para abrir la realidad o, lo que es lo mismo, pequeñas Luces para iluminar el Misterio Ontológico.</p> <p>- Hacia una Metafísica de la Complejidad. Por una Unidad de Pensamiento contra el Pensamiento Único del Talón de Hierro.</p> <p>- Con otras varias y no banales consideraciones escritas por...</p>