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<p>Esta serie de ensayos recientes (1998-1999) ataca desde muy diferentes sitios la cuestión del lugar de las mujeres o Sexo sometido en el mundo de la Historia, regido por el Sexo dominante, y alrededor de ello muchos problemas tocantes a Sexo y guerra de Sexos que a cualquiera se le presentan y que la Cultura al uso trata de encubrir o falsificar.</p>
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<p>Un recorrido del dispositivo o sistema, el común y el de los varios tipos de lengua, ilustrado con ejemplos del esp.of.cont. y otras: tras un repaso de los límites morfológicos y la costitución de la palabra sintagmática con ‘palabra ideal’ y varios tipos de ‘índice’, se estudian la base fonémica y prosódica, la cara de los índices sintácticos, la de NO y QUÉ, la de los Cuantificadores, la de los Mostrativos y la de las Palabras de Significado, aparte de una vuelta sobre los Nombres Propios. Muchos de los términos y nociones usados desde el Del lenguaje_I aparecen precisados en este tomo, que está además dotado de un pormenorizado REPERTORIO de cuestiones.</p>
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<p>Con <em>Senecta</em> cierra Concha Zardoya su lírica -muy extensa por su edad y dedicación- y se dispone al silencio que ella quisiera definitivo. Este libro contiene sus últimas reflexiones sobre la Vida y la Muerte, al transcurrir del tiempo -con su dolor y sus chispazos de alegría- y la meditación final sobre tantas experiencias vividas y las entresoñadas.</p>
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<p>Leibniz era de los que mojaban la pluma no en un humilde tintero, sino en el mismo océano del saber. Conocía como pocos las corrientes que recorren los mares (los principios que vinculan a las ciencias). Navegaba por todas las latitudes y hacía puerto sin temor a encallar. Pero sólo por un momento. Aprovechaba inmediatamente la primera marea para partir de nuevo. Y así una y otra vez, incansablemente. Como a Melville, le interesaba más el océano que Moby Dick, con ser tan preciada. Es cierto que aquellos mares (aquellas disciplinas) son ahora demasiado antiguos, que ya no se navega, que, simplemente, se salta de un lado a otro (apostando por la contemporánea interdisciplinariedad frente al vetusto sistema). Tal vez vayamos más rápido, pero puede también que hayamos frustrado el placer que provoca encontrar de repente las rutas desconocidas: el arte de inventarse un destino.</p>
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<p>Este libro estudia las determinantes temporales y espaciales de las relaciones humanas, esto es, de la comunicación, en la sociedad actual. El análisis crítico de estos condicionamientos revela las coacciones de la técnica, de lo que se denominan «nuevas tecnologías», o al menos el uso que se hace de ellas, sobre las relaciones sociales. La naturaleza humana no puede manipularse de una manera ilimitada. El autor critica el despilfarro del biotiempo de la inmensa mayoría de la población, que se ve privada de su humanidad, en beneficio de los pocos que se apropian del tiempo de los muchos. La comercialización de todos los aspectos de la vida ha introducido el «discurso del mercado». Se trata de un pensamiento, de una cultura, que convierte todo lo cualitativo en criterios de eficacia financiera, de rentabilidad económica, en vez de traducirlo a categorías de valor y de rentabilidad social, de calidad de vida. De ahí el subtítulo del libro: La razón pervertida. Este libro debiera leerse más bien despacio que deprisa. Su crítica de los usos que se hacen del tiempo y del espacio apunta a la responsabilidad de cada ser humano para con sus semejantes y para con su entorno natural y social.</p>
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<p>Junto con la serie de cartas a los biznietos, publicada bajo ese título, y la de los NOES, interrumpida por motivos que el lector verá, se ofrecen aquí otras muchas intervenciones en la política de los años ’90-’98, y a lo largo de ellas el costante intento de que se rompa la separación de ‘vida privada’ y ‘vida pública’, sobre la que principalmente se asienta la Realidad, falsa, y el Régimen que padecemos.</p>
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<p>Peculiar es una palabra que puede definir a Georg Groddeck, heterodoxo es otra. Fue médico, psicoanalista, literato y filósofo, y en todos los campos destacó por salirse de la norma. Pensaba que la distinción entre cuerpo y mente era falsa, impuesta por la ciencia. Había que tratar a la persona entera y no a una de sus partes. De esta forma, por el camino de las enfermedades orgánicas llegó al psicoanálisis aplicándolo a todo tipo de dolencias.</p>
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<p>En el momento que la diferencia, la ruptura o el conflicto más radicales llegan al ápice de su expresión es cuando se puede hablar de <i>herida trágica </i>como abismo fundamental y constitutivo. El autor del presente ensayo recurre a la metáfora de la herida para, a través de ellas, estudiar las constantes del texto y del pensamiento. Rescata la tragedia griega, los primeros textos bíblicos y se ampara en el legado de las eternas mitologías para, desde ellas, mirar hacia la modernidad y descubrir la estructura de lo trágico moderno.</p>
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<p>Este libro es el resultado de un esfuerzo colectivo plasmado en un Seminario -en total veinte sesiones de dos horas- organizado por el departamento de sociología IV y por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, con un principal objetivo: reflexionar sobre las produciones sociológicas y sobre otros compromisos intelectuales y políticos de Jesús Ibañez</p>